Nicolás Olivera en el año “de la mayor conquista que Paysandú ha tenido en las últimas décadas”

El intendente Nicolás Olivera con EL TELEGRAFO.

La entrevista anual con el Intendente de Paysandú, una tradición que viene de anteriores administraciones, habitualmente se hacía en julio, porque es cuando comenzaba cada periodo. Menos el actual, pues por la pandemia, los gobiernos departamentales asumieron en noviembre de 2020. El intendente Nicolás Olivera recibió a EL TELEGRAFO en su despacho, sentado en uno de los sillones de lo que parece un living, con una mesa ratona, sobre la que una humeante taza de té destaca. Del otro lado, una matrioska de cinco piezas.

El saludo y la pregunta por su estado de salud, tras sufrir una rotura del tendón rotuliano de la pierna izquierda, hace más de cinco meses. “Sigo en recuperación, todavía tengo que recuperar fuerza, molesta, duele para subir las escaleras. Quien me hace fisioterapia me dice que esto me pasó fruto de que no tenía actividad y un poco de debilidad en las piernas. La verdad no soy muy adicto a la actividad, al ejercicio. Pero bueno, ahora lo tengo que hacer”.

FIDEICOMISO PARA OBRA EN BARRIO DEL PUERTO

El proyecto realizado por OMA (Office for Metropolitan Architecture), conocido como Master Plan de la Costa, tras ser presentado como La Cinta, no ha registrado avances. Empero, el Intendente de Paysandú asegura que “estamos en proceso de elaboración del proyecto Ejecutivo de lo que será la Costanera Norte”, desde Antonio Estefanell a Avenida de las Américas.

Una de las áreas intervenidas por el proyecto es el puerto, con el objeto de reducir el impacto de las inundaciones. “La idea es preservar la zona del puerto con una defensa. Para eso estamos tocando timbres, gente que nos ayude a financiar el anteproyecto que nos permitirá ver las características de retorno económico que va a tener eso. No centrarnos en cuánto nos va a salir, sino en cómo se repaga, con determinados ahorros y con determinadas mejoras que se van a generar”.
Recordó que lo hecho hasta ahora es realojos de familias que residían en las zonas más bajas de la ciudad. Pero “hay situaciones que no se resuelven con eso. Es oportuno ver que por primera vez Paysandú tiene una estrategia y una ruta a seguir, antes no teníamos nada”.
A la idea de construir un polder “que terminaría costando 250 millones de dólares” la idea propuesta en el Master Plan “cuesta algo sensiblemente menor, probablemente 40 millones de dólares. El proyecto es hacer una defensa que pueda ser transitable por arriba y que pueda abrirse en función de que no haya agua y que se pueda cerrar en función de que haya crecido el río”.

“La clave no es solamente hacer el anteproyecto, decir cuánto nos cuesta. Lo importante es cómo lo pagamos. Hay determinados flujos económicos, que está clara su erogación, pero incierto en otros aspectos. Por ejemplo, tenemos la certeza que las inundaciones continuarán. Cuando ocurren, se necesita plata. A la gente le cuesta salir de sus hogares y le cuesta retornar. Al Estado le cuesta. A todos nos cuesta. Hay un presupuesto que sabemos que de acá a la eternidad va a seguir gastándose, si no hacemos algo”, explicó Olivera.

Por otra parte, reducir ese problema provocaría “un flujo económico, al valorizar las propiedades en la zona, si deja de ser inundable. Luego la lógica de la oferta y la demanda comenzaría a operar para hacer cosas ahí. Donde hoy no ocurre eso porque lamentablemente es inundable”.
Para financiar esa obra, que en una primera estimación podría tener un presupuesto de 40 millones de dólares, el Intendente no descartó usar la herramienta del fideicomiso, aunque advirtió que no se puede obtener el total por esa vías, por lo que será necesario otro tipo de financiación.
“No me parece algo descabellado pensar esa herramienta. Pero obviamente es una obra que excede la capacidad económica y financiera del gobierno departamental, por lo que me parece que ahí se requiere el apoyo de otro lado”, dijo Olivera.

Desde su punto de vista, el fideicomiso “en las manos correctas es una buena herramienta. Con la filosofía correcta es bueno. Lo que hace el fideicomiso es comprometer un flujo futuro y hacerlo actual. Obviamente que eso se hace para atender demandas actuales que en principio no está bueno que esperen tanto tiempo. Creo que con la motivación correcta y poniendo el dinero en los lugares correctos, si mañana la Intendencia tuviera que hacer un fideicomiso, se haría”.
“La confianza de la gente al saber que los recursos son bien usados, con buena administración, que la Intendencia sigue haciendo lo que tiene que hacer con recursos propios y usa esos recursos para cosas que de otra forma no las podría hacer, me parece la clave, el impulso que permite usar esa herramienta”.

EXTENSIÓN DEL PASEO COSTERO

“El año que viene vamos a estar interviniendo también en otra zona costera, a nivel de reacondicionamiento de determinadas partes de la ciudad vinculadas a la costa, dándole continuidad al Paseo Costero, desde el Obelisco al norte, por etapas, hasta el propio balneario”.
Por ejemplo el área frente al Paseo Costero, frente al Muelle Aníbal Sampayo, tiene un proyecto que incluye una urbanización y está previsto sea realizada con capitales privados. Pero “no ha cuajado todavía”.

RESIDENCIA ESTUDIANTIL, SEGÚN LO PLANIFICADO

“El 21 de diciembre estaremos abriendo la licitación para la residencia estudiantil”, dijo. Se construirá en la zona donde estuvo Vialidad, frente a playa Park, actualmente zona inundada. Pero Nicolás Olivera sostiene que “el lugar donde se realizará la construcción estará en la cota 10, por lo que no se va a inundar. Garantizamos que los residentes podrán ingresar y salir normalmente, así como los servicios, la conectividad. Me parece que es un lugar a recuperar, a rescatar y a dinamizar”.

“Tenemos que empezar a ver el río de una manera distinta”, subrayó. “De acuerdo a lo que indica la recurrencia de las inundaciones, promedialmente son 10 días por año. Pero además, por encima de la cota 7 Paysandú promedialmente se inunda muy pocos días. Entonces, si vamos a pensar que en determinadas zonas no se va a hacer nada porque alguna vez se inunde, no debería funcionar nada. Nos privamos de hacer algo que durante el 90% o el 95% del tiempo estará utilizable. Tiene que cambiar la relación también con el río, dejar de verlo como una amenaza y verlo también como una oportunidad. Es un poco la apuesta de OMA y lo que queremos hacer y así es como vemos el tema. De otra manera, no se hubiera hecho el Paseo Costero, porque se inunda. Pero ¿cuánto tiempo tiene la gente para su disfrute? Actualmente, lamentablemente, no podemos ir, pero hay que considerar el todo, no algo parcial”.

Opinó que “hay que considerar que a nivel mundial, la tendencia no es concentrar en un determinado espacio físico, por ejemplo el centro de la ciudad. Porque si separan las construcciones relacionadas, se puede derramar en distintas partes de la ciudad. La residencia estudiantil es una apuesta, pero no en términos de contingencia incierta. Es dar un paso en una zona en la que tenemos que avanzar, y lo hacemos con jóvenes, con una dinámica universitaria. Avanzamos para que puedan disfrutar de toda la costa. Los padres van a terminar mandando sus hijos a una residencia que va a estar en un lugar privilegiado. No sé si habrá un lugar más lindo, pensando incluso que puede tener promedialmente 10 días al año con el agua más cerca”.

LA MAYOR CONQUISTA

Para Olivera, el Campus Universitario, que se construirá en la manzana del Corralón, “es la mayor conquista que Paysandú ha tenido en las últimas décadas”. Fue un largo camino, aunque ahora se aprecia –como sostiene– que ha sido un proceso “súbito”.
“Hicimos una primera propuesta en donde ofrecimos tierra, la residencia y conseguir recursos. Hoy con el diario del lunes le digo que esa primera propuesta no prendió mucho. ¿Cuándo fue el click? Al poco tiempo, cuando la UdelaR comprendió que en Paysandú era inevitable que tendría que realizarse una obra secundaria digamos. Ahí comenzamos a ver nuevamente la posibilidad de pensar en la UdelaR en un solo lugar, más grande, y en tratar de conseguir toda la plata para completar el presupuesto. Ahí comienza realmente. Y nosotros a empujar el proyecto”, recordó.
“Un Campus Universitario, el primero en el Interior, es muy bueno para Paysandú, es lo que se necesita cuando se piensa en el futuro, con los universitarios en la ciudad, transformándola”, aseguró.
Esa transformación en proceso “la volví a comprobar hace unos meses cuando estuvo el decano de la Facultad de Ingeniería. Se habla de otra manera, porque sienten que hay una ciudad, un gobierno departamental afín. Incluso hablamos que la Intendencia puede participar en algunos temas de formación, en alguna carrera que nos interesa o en algunas modalidades”, aunque no quiso dar más detalles.
“Para nosotros se trata de seguir profundizando el modelo de descentralización universitaria, para que más carreras sigan llegando. Como decía, Ingeniería se va a ampliar. Eso porque habrá infraestructura”.
Indicó que “hoy me sorprendo de cómo salió. Me pasa en este lugar donde el departamento me puso que es como si estuviera pescando, como si tuviera muchos redes tiradas. Algunas demoran, otras hay que volver a tirarlas. Pero este fue un proceso virtuoso, obviamente no exento de dolores de cabeza, incertidumbres, ansiedades”.

“Pero cuando se analice dentro de unos años, a la luz de lo que han sido otros procesos similares, no habrá duda de que se trata de uno de esos que realmente mueven la aguja en un departamento. Ha sido un proceso no solamente rápido, fue súbito para los tiempos del Estado. Para la burocracia que nosotros tenemos. Era un campus que no existía en el plan de obra de de la Universidad y que pasó a estar primero, en primera prioridad. Un gobierno que el día que me reúno con el Presidente de la República, ahí mismo me dice, van a tener tanta plata. Nosotros ofrecimos la tierra y todo lo que podemos”, explicó.
El convenio entre la Intendencia y UdelaR “ya salió del Tribunal de Cuentas, aprobado por 4 entre 7 ministros, con el voto en contra de los 3 ministros del Frente Amplio. Está en el Ministerio de Economía, dando curso para la aprobación definitiva del préstamo CAF. Cuando eso suceda, firmaremos el convenio y el préstamo con la CAF y ahí quedará pronto para que la Universidad llame a licitación e inicie la obra. Repito, es algo que me tiene absolutamente entusiasmado”.

A GANAR LE DIO “AGILIDAD”

Una de las decisiones más polémicas de su Administración ha sido la contratación de la Fundación A Ganar, que actualmente administra cientos de recursos humanos en la Intendencia de Paysandú. Pero Olivera tiene una visión diferente. “Ha sido una herramienta valiosa, supone un manejo distinto. Ha trabajado en muchas partes del país, no solamente en Paysandú. También para el Ministerio de Trabajo, el Mides, la Secretaría de Deportes de la pasada administración. Eso un poco fue lo que nos inspiró”.

Aceptó que “la persona que entra en el régimen de la función pública quiere ser presupuestado y la gente que entra por la fundación queda por fuera de eso. La gente aspira a ser funcionario público para tener su estabilidad y nos parece bien. Pero el modelo de la fundación es lo que nos ha permitido es un manejo mucho más ágil, con más control de la trabajadores en cuanto a los rendimientos, la exigencia, todo lo que nos permite cumplir las metas que queremos”.
“El trabajo es diferente, si alguien no cumple se le hace una advertencia y si sigue igual, la persona sabe que corre peligro su empleo y en la casi totalidad de los casos trata de ajustar su desempeño. Me parece que ha sido una forma de profesionalizar el trabajo, con metas claras”, sostuvo.

ASCENSOS PERO NO PRESUPUESTACIONES

En lo referente a los funcionarios de la Intendencia de Paysandú, aquellos presupuestados, el Intendente informó que “tenemos previsto hacer ascensos. Es la forma más legítima en cuanto la certeza que se le puede dar al funcionario. El buen funcionario que se esfuerza y se esmera por lo que hace, merece el reconocimiento de su categoría, sin estar dependiendo de cada gobierno que viene”.

“Tenía intención de hacer ascensos todos los años para que no se de eso de que el funcionario pierda el estímulo de tener que esperar demasiado para que se le reconozca. Por un lado el que es bueno y ve como rápidamente es ascendido, es bueno, pero por otro lado, quien no alcanza el nivel buscado, recibe el estímulo de saber que si mejora, también accederá al traslado de categoría. Vamos a hacer ascensos y no está previsto hacer presupuestaciones”, recordó.
Por otra parte, Nicolás Olivera hizo hincapié en que su Administración “no entramos a hacer una caza de brujas, de castigar a los que no estuvieron con nosotros. Eso también era factor de distorsión en otras administraciones donde lamentablemente por el color político se daba la posibilidad de estar en un lugar. Hoy muchos de los jefes de oficina son los mismos que estaban. Algunas personas que ostensiblemente no pertenecen a nuestro partido. Pero lo que es bueno es bueno. Ni que hablar de un jerarca, de algunos directores ni sé de qué partido son, ni sé lo que van a votar”.

PARA TERMINAR BULEVAR FALTA UN EQUIPO DE CARPETA

El Presupuesto Quinquenal “se mantiene, creo que incluso podemos hacer más cosas de las que pensamos que podríamos. Se dieron determinados ajustes, orden en la casa que nos permitió hacer mucha cosa. La gente puede darse cuenta de que se pueden hacer muchas cosas con la misma plata que ponen en tributos. Hay recursos como el del fideicomiso, extraordinarios, pero en el quinquenio, lo que se va a destinar a la inversión va a terminar representando el fideicomiso apenas un 15%. Todo lo otro es con dinero genuino. Eso habla de que se pueden hacer muchas cosas si –obviamente– se siguen prioridades”.
En la vialidad urbana, una de las obras que tiene retraso es la de Bulevar Artigas hasta Avenida de las Américas, que tendrá doble vía. Olivera explica que eso se debe a que “para haber avanzado en Bulevar al mismo tiempo que avanzamos en el barrio Chaplin, tendríamos que haber contratado a una empresa. No es posible hacerla con nuestra gente, porque para la tarea de poner carpeta asfáltica, la intendencia –por primera vez en su historia– tienen dos equipos: un equipo nuevo y otro equipo que trabaja con las herramientas que teníamos antes”.

Entonces, en la obra de Bulevar Artigas “no es por falta de funcionarios, es un tema de que no disponer del equipo necesario. Uno está hoy en Barrio Chaplin y el otro equipo de la carpeta acaba de terminar, Jardines del Hipódromo. Este año hicimos muchos barrios, Paysandú Norte, Andresito, muchos barrios. Esa misma cuadrilla ahora va a barrio Río Uruguay. Estamos aprovechando el buen clima para carpeta asfáltica. Entonces, no tenemos disponible un equipo de carpeta asfáltica. El año que viene, cuando se terminen las obras actualmente en ejecución, volveremos a Bulevar Artigas hasta su final”.
De acuerdo al Monitor Vial de la Intendencia, en su página web, de 4.955 cuadras relevadas en la ciudad de Paysandú ser van realizando a nuevo o recuperando 1.423. “Las calles iniciales totales en mal estado eran 2.781. Las calles pendientes que nos quedan son 1.358”.

CON LOS MUNICIPIOS TRABAJA “MUY BIEN”

Al ser consultado sobre su relación y trabajo con los municipios, dijo que “con seis de ellos”, excluyendo entonces Porvenir, “muy bien. Hemos acordado programas, hay planes de trabajo que se han cumplido. Por supuesto estamos a años luz de la Administración anterior. Antes, por ejemplo, de los distintos literales que son fuente de financiamiento de los de los municipios, no podían administrar ninguno. El literal A, que de libre disposición, se usaba para pagar el sueldo de los alcaldes. Eso explica el estado de dejadez que vivió el Interior en esos años. Hoy, todos los municipios están en obra”.
En rápido resumen recordó que “estamos trabajando en cordón cuneta con recursos nuestros en Lorenzo Geyres, en Piedras Coloradas. Estamos con bitumen en Piñera y Beisso, ya se bituminizó Merinos, se hará lo mismo en Morató. Los municipios han han hecho mucha obra”.
También se desarrollan trabajos viales “en Soto, en Cerro Chato, en Gallinal. En La Cuchilla vamos a hacer un pueblo nuevo, la construcción de viviendas para los habitantes. Pusimos un equipo de gente para avanzar en la construcción de viviendas”. Y además “a iniciativa nuestra se han creado dos nuevos municipios”, los de Cerro Chato y El Eucalipto.

PORVENIR: “A VECES ME CUESTA DESCIFRAR”

Pero, entre todo esa labor en el interior del departamento, hay un punto oscuro, el Municipio de Porvenir, donde actualmente la Intendencia lo ha intervenido, llevando adelante los trabajos y servicios. Nicolás Olivera medita un momento y luego responde: “A veces me cuesta descifrar un poco. ¿Cuál es el interés último del alcalde? Seguro que no es el pueblo. Seguro que no le preocupa su pueblo, estoy absolutamente seguro. Si lo motivara su pueblo, dejaría de agredir a todo el mundo que piensa distinto a él. Se preocuparía por trabajar para hacer cosas para la gente”.

“Ni siquiera convoca al Concejo. La propuesta nuestra fue avanzar en ejecutar todo lo que fuera necesario y que el Concejo estuviera de acuerdo. Pero no convoca el Concejo. Los funcionarios pidieron traslado porque no toleraban el maltrato. No recibió a la Junta Departamental cuando fue a controlar. Cerró la puerta al Intendente pasado. Se maneja con violencia –todos sabemos lo que pasó, lo vimos– con las mujeres y en este caso con una miembro de un equipo de esta Administración, como Gabriela Gómez. Se maneja con violencia también con los propios concejales”, dijo en el mismo sentido.

“Sentí en un momento que era necesario parar eso. Fue electo alcalde, es cierto, pero el Uruguay tiene un Estado de derecho y a todos nos llegan las normas, la ley. No podemos estar por encima de la ley. Piensa que dentro de la jurisdicción puede hacer lo que quiera y no es así. Se dedicó más que nada a entablar un diferendo, agredir y a generar violencia con todo aquel que piensa distinto; no se dedicó a construir con nosotros”.

PROBABLEMENTE POR LA REELECCIÓN

Desde que el año que viene es de elecciones generales y el siguiente de las departamentales, la pregunta final se relaciona con su intención futura, donde espera continuar su trayectoria política. De nuevo medita, mira que la taza de té está vacía y responde: “No lo sé aun. Es una decisión que debo tomar a principios del año que viene, definir si voy a postularme al Parlamento o si voy por la reelección en la Intendencia”.

El “escriba”, como él ha mencionado en varias partes de la entrevista, lo mira inquisidor, esperando algo más concreto. Entonces dice: En el orden de toma de decisiones, es probable que no vaya por la diputación, que vaya por la reelección”.