Escribe Danilo Arbilla: Preguntas irresponsables

Qué “joda” con esto de Orsi. Muy feo. Huele mal y la pregunta es dónde nace o cómo se genera ese hedor. Esto es lo que importa; todos de acuerdo, sí, de que se trata de algo “sucio”, pero ¿quién o quiénes son los que ensucian “la campaña”? Saberlo es lo que nos dirá qué es lo que efectivamente se persigue.

Daría para preguntas miles. Un par que son de cajón: ¿Esto a quién beneficia?
¿El objetivo son las internas, o las elecciones generales? Por ahí se debe empezar y se debe preguntar.
Y esto de preguntar es la tarea de los periodistas.

Por eso no hay preguntas irresponsables o irrespetuosas como ha dicho Carolina Cosse. Las preguntas podrán no gustar y el preguntado tiene derecho a no hacer comentarios o a no responder si entiende que la pregunta no corresponde. Me refiero por supuesto a preguntas periodísticas y no a discursos previos u opiniones y pareceres del interrogante el que muchas veces termina sin hacer pregunta alguna.

No es el caso de referencia. El periodista salteño Roberto Cerpa solo preguntó sobre la posibilidad de que este ataque a Orsi se tratara de “fuego amigo”; que proviniera de filas del propio FA.
A Cosse no le gustó: “… yo no le permito a usted que diga eso (¿cómo?, algo totalitario, ¿no?) porque el Frente Amplio es incapaz” … “además dentro del Frente Amplio esas prácticas no existen”. (Algo así como aquello de que “si es corrupto no es de izquierda. Si es de izquierda no es corrupto”). Por ello calificó la pregunta de irresponsable e irrespetuosa de la trayectoria del FA. También Cosse adjudico esa “posibilidad” a la “imaginación” del periodista. Yo diría que no tanto, leo en Búsqueda del jueves lo siguiente: “Beatriz Argimón –consultada sobre el tema Orsi por Telenoche– deslizó que podría tratarse de fuego amigo, aunque aclaró que hablaba en términos generales. “A veces pensás esto viene de la oposición, pero a veces viene de una interna muy competitiva”. Cerpa lo que hizo fue darle a Cosse la chance de específicamente despejar esas dudas.

Muy embarullado. Hay varias lecturas y todas válidas. Si todo este escándalo llevara a Orsi a bajarse de su candidatura –lo que está descartado, aunque habrá que ver lo que resuelve la Justicia–, la gran beneficiada sería Carolina Cosse. ¿O no?
Pero hay otras lecturas algo más rebuscadas: fuentes y voceros del Frente dicen que todo esto es una campaña hecha desde el exterior, por fuerzas del mal (por supuesto), para enchastrar a Orsi que es el único que puede llevar al FA al gobierno. Es una manera de decir para la interna que si quieren volver, el candidato es Orsi; con otro u otra, se hace mucho más difícil.

Otra forma de verlo es que se está buscando la “victimización” del FA. A Cristina Kirchner le dio buenos resultados y beneficios y también a Lula: con pocas propuestas, con el plebiscito contra los jubilados y el atraso cambiario es difícil hacer campaña, y el ser víctima compensa en algo.

No quiero terminar esta columna sin advertir que conozco a Yamandú Orsi, lo he tratado y ha estado en mi casa, y se me hace muy difícil creer que haya cometido la falta por la cual se le acusa. Debe haber una confusión, como él dice.

Durante diez años la persona denunciante no se enteró de quién era Orsi, uno de los políticos más populares del Uruguay. Y justo ahora, tan cerquita de las internas lo reconoció.
Le han hecho “una cama” me parece, no sé quiénes ni con qué fines.