Escribe Ernesto Kreimerman: 8M, por Clara Zetkin y Naama Levy

Clara Zetkin, judía, comunista, murió en el exilio, en Moscú, a la edad de 75 años. Falleció el 20 de junio de 1933. Fue ella quien impulsó la idea del Día de la Mujer Trabajadora y que se celebrara cada 8 de marzo. En Copenhague, en 1910, cuando sesionaba la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, propuso y se aprobó, una iniciativa que rápidamente Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza adoptaron.

Desde entonces, el sentido profundo del llamado fue sumando adhesiones de muchas organizaciones, de diversas partes del planeta. Casi cuatro décadas después, en 1972, la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de su resolución 3010, declaró al año 1975 “Año Internacional de la Mujer”. Previamente, en 1974, el organismo multilateral​ invitó a los Estados a declarar, a través de resoluciones de sus parlamentos o a través de sus ejecutivos, un día como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

Clara

Clara, cuyo apellido de soltera era Eissner, nació el 5 de julio de 1857 y falleció, como fue dicho, en 1933. Alemana, judía, comunista, fue una incansable luchadora por los derechos de la mujer. Comenzó su actividad política en el Partido Socialdemócrata de Alemania, pero en 1917, ingresó en el Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania, USPD. Se alineó a la corriente más inquieta, cuestionadora, la Liga Espartaquista, junto a Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo. Tiempo después, daría lugar al Partido Comunista de Alemania, KPD. Clara fue miembro del Reichstag por este partido durante la República de Weimar desde 1920 hasta 1933.​
Recordemos que la República de Weimar, transcurrió en el gobierno de Alemania de 1919 a 1933, llamado así porque la asamblea que adoptó su constitución se reunió en Weimar del 6 de febrero al 11 de agosto de 1919. Una ciudad al Este de Alemania, capital de Turingia desde 1920 hasta 1948, donde se estableció la Asamblea Nacional Alemana, el órgano representativo nacional constituyente de la República Alemana, creado después de la revolución de 1918-1919. Allí se redactó la constitución de la nueva república, la República de Weimar, que duró hasta 1933.

Pero muchos recuerdan el incendio en el Reichstag del 27 de febrero de 1933, apenas un mes después de que Adolf Hitler asumiera como Canciller de Alemania. Como consecuencia de ello se desencadenaron los acontecimientos que posibilitaron a Hitler a asumir poderes dictatoriales en Alemania. La historiografía moderna no duda en señalar que el incendio de la sede del parlamento fue clave para la instauración de la dictadura nazi, y que el propio incendio fue planeado por el mismo gobierno nazi, y así asumir plenos poderes. De inmediato se desató la represión.

Hitler, si bien había ganado la cancillería en las elecciones de 1932, no había alcanzado la mayoría absoluta. Tampoco la alcanzaría en las nuevas elecciones del 5 de marzo de 1933. Al día siguiente del incendio, Hitler comenzó con la aprobación de un decreto “para la protección del pueblo y el Estado”, que prescindía de toda protección constitucional de los derechos políticos, personales y de propiedad. Todo comenzó a suceder de manera rápida y contundente, arrasando con los tiempos parlamentarios e institucionales, destruyendo la democracia.
Lo peor llegaría el 23 de marzo, con la aprobación de una ley que transfería los poderes legislativos al Gabinete del Reich por una votación de 444 a 94. Finalmente, en enero de 1934, fueron juzgados por el incendio Ernst Torgler, presidente del Partido Comunista Alemán y otros tres comunistas búlgaros. Fueron todos absueltos. Menos Marinus van del Lubbe, un pirómano holandés.

La Igualdad

Clara Zetkin se interesó mucho en la política sobre la mujer, la lucha por la igualdad de derechos y el derecho al voto, impulsando el movimiento femenino en la socialdemocracia alemana. Desde su vuelta a Alemania en 1891 y hasta 1917 editó el periódico Die Gleichheit (La Igualdad) que aumentó su tirada de 4.000 a 100.000 ejemplares en los primeros diez años. En 1907 se convirtió en líder de la nueva Oficina de la Mujer del SPD.
Su compromiso fue siempre intenso. Desde 1921 hasta 1933 fue miembro del comité ejecutivo de la Internacional Comunista, el Comintern. Respaldada por Lenin y Trosky fue la redactora de las resoluciones del III Congreso de 1921, donde se consolida “una concepción marxista sobre la emancipación de la mujer y su papel en la lucha por el socialismo”.
En agosto de 1932, como presidenta del Reichstag al ser la de mayor edad, hizo el llamamiento de esta institución a la lucha contra el nazismo. Murió en el exilio.

¿Y dónde está Naama?

Lleva el nombre de la primera esposa del rey Salomón. Tiene apenas 19 años, cuando un comando de Hamás la secuestró el pasado 7 de octubre, en una operación largamente planificada, en la que fueron asesinados más de 1.200 personas en el sur de Israel y unas 250 fueron secuestradas y arrastradas hasta la Franja de Gaza.

Hoy no está rodeada de sus amigos ni de sus compañeros de Hands of Peace, Manos de Paz, una iniciativa pacifista, sin fines de lucro, donde compartía inquietudes y militancia con jóvenes israelíes y palestinos; unidos para promover la cooperación y la búsqueda de la paz como un medio para el cambio social global.

Su anhelo era y es, donde quiera que esté, el de construir puentes en medio de la adversidad. Es posible que no sepas nada de Naama. Pero si viste algún informativo de televisión, o buscás en YouTube, ya sabrás algo pues encontrarás un video que se hizo viral: allí está Naama, con las manos atadas y amenazada por una pistola, en el momento en que la retiran del baúl de un jeep, y empujada, vuelven a sentarla en el vehículo, con sus pantalones ensangrentados, que evidencian los malos tratos y la violación. Se oyen gritos de “Allah Akbar”, “Alá es grande”.

Naama, bisnieta de sobrevivientes de la Shoá, creció convencida que de nazis “Nunca más”. No había causa que le resultara ajena; activista a favor de colectivos desfavorecidos, en particular, de los niños.

Su kibutz, Nahal Oz, en 1953 se convirtió en una comunidad civil. El 7 de octubre de este año, este kibutz que cultiva zanahorias, algodón y trigo, y opera un tambo de 600 vacas, fue salvajemente atacado. En la noche infame murieron más de una docena de residentes del kibutz y más de 60 soldados israelíes.

A las 06:56

A esa hora, Naama estaba a resguardo en el refugio de su casa. Ese fue el último contacto entre ella y su madre. A las 12:58, en las redes aparece un video mostrando a Naama ya como rehén, secuestrada.

8M

Este viernes celebramos el día de la mujer. Como ya estoy un poco grande, he visto la evolución del significado y de las adhesiones. En memoria de Clara, una avanzada a su época. Judía, revolucionaria de su tiempo, vivió abrazada a la idea del Tikum Olam, de reparar al mundo, un mandato ético judío. Y por Naama, que tiene que volver viva a su casa igual que todas las secuestradas por Hamás el 7 de octubre. Es necesario, en estos días, Tikum Olam por las víctimas de la acción terrorista de Hamás.
No hay Día de la Mujer, si no caben ellas, si no caben todas. No hay día completo si faltan ellas. No hay 8M hasta que regresen todas.