La Escuela N.º 25 y el Liceo N.º 9 de San Félix interrumpieron por un rato las vacaciones para que los estudiantes participen de un evento especial que seguramente atesorarán en sus memorias: la llegada de los chasques que partieron el 15 de marzo rumbo a Asunción del Paraguay. El motivo de la proeza a caballo es el traslado de las cartas que los niños de 21 escuelas de nuestro país le entregan a su paso a los chasques, para que estos hagan llegar los mensajes personalmente en la escuela “Artigas del Solar de Artigas”, de la capital guaraní; aquella institución cumple 100 años el 28 de abril, por lo que los jinetes esperan llegar para esa fecha con su homenaje a cuestas.
Unir a escuelas hermanas
La directora de la escuela 25, Mariel Silva, aseguró que ayer “se hizo historia”, y compartió las palabra que hizo llegar la directora general de educación inicial y primaria, Olga de las Heras, quien le había asegurado que la llegada de los chasques era “un proyecto educativo”, y así lo afirmó “porque van a unir a través de los mensajes a puño y letra de los chicos a dos escuelas hermanas, las escuelas públicas de nuestro querido país y la escuela Artigas de Asunción del Paraguay en sus 100 años”. Algunos de los niños escribieron, a modo de ejemplo: “desde la Heroica Paysandú, de donde fuimos capital del artiguismo, te decimos sí escuela de Paraguay”. Y entre otras frases plasmadas en las cartas se leyó: “desde este lugar donde por primera vez se escribe el santo y seña que los niños van a pronunciar hoy, esas palabras que nos hacen más fuertes, ‘sean los orientales tan ilustrados como valientes’”.
También compartió una lectura de fragmentos de cartas el inspector departamental de primaria, Carlos Casaretto, quien recitó: “les mandamos un abrazo de países hermanos y esperamos que estos deseos les lleguen de la mano de estos jinetes que, como en aquellos tiempos, contribuyen a la fraternidad y la unión de los pueblos de Sudamérica”.
Valores muy actuales
El intendente Nicolás Olivera estuvo presente junto a otras autoridades departamentales, y reflexionó acerca del viaje de los chasques y su significado especial si se lo pone en perspectiva; “fíjense lo que era para la época ser un chasque, era una persona que tenía la enorme responsabilidad de custodiar ante las inclemencias del tiempo y del territorio, los mensajes o las pertenencias de otros, pero con un profundo sentido de la responsabilidad y sabiendo que lo que tenían que llevar era tan importante, que muchas veces de eso dependía la vida de otros”. Y acotó: “no había lugar para el cansancio o para la dejadez ni bajar los brazos. El camino en sí era un sacrificio, y en un mundo donde somos rehenes de la inmediatez, donde todos queremos todo ya y si no lo tenemos nos frustramos, eso, más allá de los resultados, nos tiene que inspirar”.
“Ningún resultado que queramos provocar en la vida, que esté llamado a completarnos, a rellenar un espacio importante en nuestra vida, está exento de un enorme sacrificio. No existe en la vida una conquista mayúscula que esté exenta de un gran sacrificio. Las cosas que valen la pena se trabajan y cuestan, y son como estar a la intemperie, como llegar al Paraguay a caballo. Estos valores son bien actuales, porque las cosas antes eran muchísimo más difíciles”, cerró el intendente.
El momento más emotivo llegó cuando una escolar hizo entrega a los chasques de los mensajes escritos por los niños, además de fotos de la escuela 25; seguidamente, fue el turno de los liceales, que enviaron información de su novel liceo y materiales de la Semana de la Cerveza. Además, y acompañado de un pequeño ataviado con una vestimenta que lo asemejaba a José Artigas, el intendente Olivera entregó a los chasques la bandera de Paysandú, mientras que el diputado Juan Carlos Moreno hizo lo propio, pero con un Pabellón Nacional.