La exedila del Frente Amplio e integrante de la Unidad de Diálogo con los Vecinos durante la gestión del exintendente Guillermo Caraballo, Sandra Lacuesta Garín, recibió “la propuesta del Partido Nacional para presentarme como candidata a alcaldesa de Porvenir, donde resido desde hace treinta años”.
Explicó que renunció al Frente Amplio a través de una carta presentada el 15 de setiembre del año pasado, “luego de ser humillada y ninguneada. Cuando estuve en la 99000 fui desplazada como edila, no me dejaban participar en la Junta Departamental y recibí mucha rivalidad de las edilas del mismo partido”.
Recordó que “siempre estaba en contacto con los vecinos y presentaba mociones, pero terminé renunciando como edila porque no se tenía en cuenta mi trabajo y tomé la decisión cuando se bajó la comisión de prevención de suicidios. Allí estaba trabajando, comprometida al ciento por ciento”, dijo a EL TELEGRAFO.
En la interna partidaria “me decían que no tenía tercer año –que tampoco es obligatorio dentro del edilato– pero tengo que reconocer que me plantearon un desafío que llevó a formarme y a estudiar. Como lo hago hasta hoy”.
Una semana después de su renuncia a la Junta Departamental, “el exintendente Guillermo Caraballo me propuso formar parte de esa oficina porque tenía muchas vinculaciones con los vecinos y hacía el seguimiento de los temas. Agradezco esa oportunidad porque hice lo que me gustaba y, con las herramientas que tenía, presenté muchos proyectos”.
Al finalizar la gestión municipal frenteamplista, “me fui pero con el conocimiento de haber trabajado en todas las áreas, como obras, tránsito y descentralización. Y con un gran concepto de Caraballo y Mario Díaz, quien después ocupó la Intendencia”.
Según Lacuesta, “ese desplazamiento en la Junta Departamental me llevó a transitar un largo camino que fue tomando fuerza cuando otras listas políticas me hacen la propuesta y la acepto. Sin embargo, debo agradecer a Fernando Amado que se acercó cuando renuncié al edilato, así como a Hermes Pastorini y un enorme recuerdo a Elsa Ortiz. Son grandes personas que me ayudaron cuando pasé momentos de amarguras”.
Vuelta al nacionalismo
Al finalizar el período electoral y, tras la asunción del Intendente Nicolás Olivera, “entablé relación con las nuevas autoridades por mis proyectos –vinculados a organizaciones sociales y de apoyo a la discapacidad– y se me abrieron las puertas de las oficinas”.
Lacuesta coordina el grupo “Ayúdame a Crecer” que se reúne en la Basílica y apoya a familiares de víctimas del suicidio o personas que atravesaron por intentos de autoeliminación. Además, acompaña a un grupo de jóvenes con discapacidad, al emprendimiento denominado “Empanadas en círculo” y en los últimos meses lanzó “Mi otro yo”, que es el desfile para personas con discapacidad.
Aclaró que “no estoy trabajando en la Intendencia ni soy funcionaria pública. En estos cinco años me he dedicado a la actividad privada”. Su vinculación con instituciones sociales del medio “es trabajo voluntario que fue observado por personas cercanas al intendente, quien me llamó para integrar su equipo hacia el 2025 en el municipio de Porvenir”.
Explicó que reside desde “hace 30 años en el kilómetro 13.800 de la ruta 90, frente a la capilla San José. Hace muchos años presenté una iniciativa para declararla de interés patrimonial departamental así como a la feria de Esperanza”. Lacuesta recordó que hace años comenzó su actividad política partidaria “en el Partido Nacional con Nicolás Olivera y Daniel Arcieri. Después, resolví pasar al Frente Amplio, pero el desencanto fue grande y cuando me invitaron volví a este lugar, donde se puede dialogar con gente madura”.
Un plan para porvenir
Consultada sobre las prioridades en la localidad, Lacuesta precisó que “más allá de la caminería, que es el plan de trabajo de un municipio, debería tener una pequeña oficina que canalice todo lo que se trabaja dentro del concejo, que aprueba los proyectos que después se realizan en la jurisdicción, así como la recepción de los reclamos de los vecinos”.
Enfatizó en “el gran éxodo de jóvenes desde las localidades a la ciudad de Paysandú porque salen a buscar trabajo o sus lugares de estudio. Así como desde Paysandú se van al Interior porque las chacras se usan para construir barrios privados. Porvenir tiene un gran potencial y cada localidad bajo su jurisdicción tiene grandes posibilidades de desarrollo por su riqueza e historia”.
En cuanto a proyectos, planteó la posibilidad de “aprovechar las tierras para extensiones de huertas y que la herramienta se transforme en una fuente de empleo. El municipio tiene una jurisdicción muy grande, debe abocarse a ayudar a los pobladores, así como apoyar a las escuelas y al liceo. El actual gobierno avanza en caminería porque tiene un plan, así como el proyecto Paysandú Sustentable que es muy importante y tiene que continuar en apoyo a las personas que arman sus huertas y generan su fuentes de empleo”.
Lacuesta señaló que “la identidad de Porvenir es el ladrillo y Colapay también puede recibir capacitación para otras herramientas que le habiliten a mejores oportunidades. Tal como me ocurre a mí”.
