Tallistas en madera, creaciones en vivo en el predio ferial

En la zona norte del predio ferial de esta 57.ª Semana de la Cerveza, se encuentra trabajando un grupo de tallistas egresados de Bellas Artes, encabezados por Glauco Mirandetti y del que participan Ángel Roquero, Tatiana Curis y Cristina Corbo. Glauco había estado presente en el año 2022, y vuelve este año a pedido de la Intendencia Departamental, con dos pedidos muy especiales. El primero de ellos es una enorme flor de mburucuyá que será tallada en un gran tronco añoso de casi cuatro metros de alto y un metro veinte centímetros de diámetro. Esta flor, “paradigma de Paysandú, es hermosa pero tiene un sinfín de detalles. No es un trabajo fácil por tener que trabajar desde el andamio y porque el tronco tiene zonas que están como petrificadas; ha recibido durante un montón de años (todavía no averigüé cuántos), agua, sombra, sol, rayos, inundaciones, tiene mucha arena (silicio) que son cristales que rápidamente desafilan las herramientas, y también requiere de mucha fuerza. De todas formas, la técnica que estamos utilizando es de alto relieve, lo que quiere decir que en el tronco vamos a profundizar vaciando planos para que la flor sobresalga”.

Entusiasmado con el desafío, Mirandetti en conversación con EL TELEGRAFO, continuó: “la flor se verá de frente, y frente al trabajo a realizar, el escultor se plantea, ¿la hago al detalle? Si la hago así la termino en el año 2028, pero sí la hago dejando margen para que las personas que la vean sepan exactamente lo que es, trabajando mucho el concepto, la idea, pero que en última instancia sea el observador el que culmina la pieza, la termino a tiempo. Sobre la base de un figurativo muy real, lo que hacemos nosotros es inventar una nueva realidad”. De todas maneras pudimos saber que el mburucuyá tendrá grandes pétalos y tanto a los pistilos como a las cinco “T” se le dará mucho volumen. Lo mismo sucederá con “esa especie de filigrana que tiene y una suerte de estrella de tres puntas”, todo será sacado bien del plano.

Algo que destacó especialmente es que “los escultores uruguayos, a diferencia de los de otros lugares donde no tienen la misma ética, no trabajamos árboles vivos de ninguna manera. Han intentado convencernos diciéndonos que es como un tatuaje, pero no es así, porque el árbol no lo decidió, no te pidió que lo lastimes, el tatuaje lo decide la persona para su cuerpo. El árbol debe estar, maduro, seco, y estos en particular están durísimos”.

Figuras para la Plaza Acuña de Figueroa

A iniciativa del grupo de vecinos “Amigos de Plaza Acuña de Figueroa”, se coordinó con la Intendencia (para lo que fue trascendental la colaboración de Rodrigo Vercellino), el tallado de cinco esculturas en los troncos resultantes de la poda a las tipas centenarias (que son patrimonio), para ser colocadas en la plaza, de forma tal que vuelvan a su lugar de origen. Los diseños elegidos representan algunos aspectos representativos del barrio y surgieron de la votación realizada entre los vecinos, ellas son: dos niños escolares, un basquetbolista, la antigua Parroquia del Sagrado Corazón, una guitarra y un tamborilero. En cuanto a estos trabajos, Glauco comentó que “los voy a realizar tal cual me pasaron los bocetos, a excepción del tamborilero que lo estilicé haciéndolo más plástico, sin ridiculizar a la cultura afro, será un tamborilero bello (aunque sobre el concepto de belleza podríamos hablar horas), manteniendo su impronta, sin caer en un lugar común, pero logrando una buena pieza”.

“Desde la base de la realidad invento otra realidad, pero las figuras serán las elegidas por los vecinos que en esta instancia son colegas al decidir qué esculturas prefieren, es una especie de intercambio. En cuanto a la antigua parroquia, la vamos a hacer en volumen, no solamente la fachada, y estará colocada en una base de madera para elevarla del piso, logrando otra visión plástica”.