Organizaciones colonenses trasladaron sus inquietudes al diputado Gorosterrazú por la planta de HIF Global

En una instancia de diálogo, representantes de diversas organizaciones sociales del departamento de Colón, Entre Ríos, se reunieron con el diputado Juan Gorosterrazú y parte de su equipo de colaboradores, donde le plantearon sus inquietudes respecto a la instalación de la planta de HIF Global.

La delegación estuvo integrada por voceros del sector de servicios turísticos, la Multisectorial Somos Ambiente, Vecinos Autoconvocados, la Organización de Jubilados de la provincia de Entre Ríos y un representante de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Colón. El encuentro permitió intercambiar visiones sobre el proyecto de instalación de una planta de combustibles sintéticos de la empresa HIF Global en Paysandú, iniciativa que ha generado apoyos en Uruguay por el impacto laboral que promete, pero también fuertes cuestionamientos desde el litoral argentino por sus eventuales consecuencias ambientales, sanitarias y económicas.

Durante la reunión, el diputado Gorosterrazú subrayó la situación de desempleo que atraviesa el departamento de Paysandú, con un índice superior al 12%, tras el cierre o reducción de diversas industrias que históricamente dieron sustento a la economía local. En ese sentido, remarcó que la identidad sanducera ha estado siempre ligada a la actividad industrial, lo que dificulta impulsar alternativas productivas diferentes, como el turismo, que en ciudades como Colón se ha consolidado en las últimas tres décadas como motor económico.

El legislador defendió el proyecto de HIF Global como parte de los lineamientos estratégicos de Uruguay, destacando que ahora cuenta con participación activa del Estado, a diferencia de etapas iniciales. Recordó que actualmente se encuentra bajo análisis de los ministerios de Ambiente, Industria y Trabajo, y que se han contemplado aspectos de logística y seguridad que fueron cuestionados desde Argentina.
En ese punto, explicó que el transporte del combustible elaborado se realizará por ferrocarril y no por vía fluvial, aunque algunos componentes para la construcción de la planta sí ingresarán por el río. También aclaró que los paneles fotovoltaicos no estarán instalados junto al predio industrial, sino a varios kilómetros de distancia. Como parte de sus argumentos, resaltó los avances de Uruguay en la instalación de plantas de tratamiento de efluentes cloacales, contrastando con la falta de cumplimiento en esa materia del lado argentino.

OBJECIONES DESDE COLÓN

Del lado entrerriano, los delegados coincidieron en expresar preocupación por la ubicación elegida para la planta. Aun reconociendo que el proyecto sufrió revisiones, afirmaron que los cambios fueron mínimos y no modifican las condiciones de riesgo y vulnerabilidad para la población de Colón y su entorno.
El representante de la CGT, Daniel Coronel, advirtió sobre la potencial pérdida de empleos en sectores clave de la economía colonense, como gastronomía, servicios, inmobiliaria y construcción, al verse afectada la consolidación de Colón como destino turístico. Recordó que actualmente esas actividades sostienen más de 3.000 puestos de trabajo directos, fruto de un proceso de más de 30 años de desarrollo.
Desde el sector turístico se puso énfasis en la amenaza de pérdida de valor patrimonial y en las primeras señales de depreciación en el mercado inmobiliario. Indicaron que ya se observan propietarios intentando desprenderse de activos, lo que desincentiva nuevas inversiones y genera incertidumbre.

En tanto, la Multisectorial Somos Ambiente alertó sobre los riesgos sanitarios y ambientales. Señaló la peligrosidad de los compuestos a producirse, la cercanía de la planta con zonas urbanas y el agravante de los vientos predominantes del sector Este, que podrían trasladar emisiones hacia Colón. Asimismo, advirtieron sobre la inevitable afectación al ecosistema del río Uruguay, tanto en sus costas como en sus islas.

Los colonenses remarcaron que no cuestionan el derecho de Uruguay a definir su modelo de desarrollo ni a buscar soluciones al desempleo que aqueja a Paysandú, entendido como un problema que atraviesa a toda la región al norte del río Negro. Sin embargo, transmitieron con claridad que la localización escogida resulta perjudicial para poblaciones transfronterizas y que no existe una justificación convincente que explique por qué ese sitio es considerado el único posible.

En ese sentido, plantearon que el dióxido de carbono generado por ALUR podría comprimirse y trasladarse a lugares más alejados, y que el suministro de agua también podría conducirse a distancias mayores. La pregunta que quedó planteada fue: “¿Cuál es el motivo que impide alejar la planta del río?”

EVITAR UN CONFLICTO REGIONAL

El encuentro cerró con el compromiso de ambas partes de mantener un canal de diálogo abierto y de trabajar en alternativas que contemplen las necesidades de los dos pueblos. “Queremos evitar un conflicto entre nuestras comunidades, basándonos en la histórica relación que nos une y sabiendo que las decisiones que se tomen hoy marcarán el futuro de la región”, señalaron los representantes entrerrianos.


Se acordó continuar con instancias de intercambio en el corto plazo, buscando caminos que permitan atender la crisis de empleo de Paysandú sin poner en riesgo el desarrollo turístico, ambiental y sanitario de Colón.