Desde hace una década, la planta de bioetanol de ALUR en Paysandú es pieza clave del entramado industrial, pero su perfil productivo se amplió con dos desarrollos: aceite de maíz crudo de baja huella de carbono y AdBlue®, insumos alineados con una economía más verde.
El aceite de maíz crudo (DCO), “un aceite técnico extraído del proceso de destilación”, se exporta mayoritariamente a Europa, donde es valorado como materia prima avanzada. Su instalación en 2023 acompañó el pasaje del sorgo al maíz como principal insumo.
Con rendimientos de 10 a 15 kilos por tonelada, el producto ofrece alta rentabilidad y se vende como aceite o convertido en biodiésel a través de un socio industrial en Montevideo.
El segundo desarrollo es el AdBlue®, aditivo que “convierte los óxidos nitrosos en nitrógeno gaseoso y agua” en los catalizadores de motores diesel modernos, principalmente de camiones, ómnibus y maquinaria agrícola. ALUR lo produce desde 2020 con licencia oficial y estrictos controles de calidad.
Se comercializa en formato de 20, 200 y 1.000 litros, con demanda creciente impulsada por el transporte pesado y el aumento de camiones Euro V tras la puesta en marcha de UPM2.
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