Recientemente se viralizó en las redes sociales un video que documenta un fenómeno muy común en las costas de ríos y arroyos, pero que no suele verse porque ocurren en lugares donde generalmente no hay nadie para registrarlo.
Se trata del momento exacto en que un trozo de tierra junto a un campamento costero se desprende, llevando consigo la vegetación superficial e incluso árboles de gran tamaño, y para asombro de los campamentistas, también la parrilla donde asaban en ese momento, que estaba ubicada justo encima de donde pasaba la grieta de fractura.
Si bien no se sabe dónde ocurrió ni cuándo –por la forma de hablar sería en Argentina– hechos como este ocurren todos los días incluso en el paterno a la altura de nuestra ciudad, y no deja de ser interesante poder apreciar cómo se producen y con qué velocidad, en especial para tener en cuenta aquellos que suelen disfrutar de este tipo de actividades en un ambiente que parece seguro, pero que puede cambiar de un momento a otro sin advertencia.
El video empieza con la imagen de una grieta en el piso que se extiende hacia la costa, pasando por entre medio de las patas de una parrilla donde se está haciendo un asado. Quien sostiene el celular relata que “se nos va el fuego”, entre risas y sorpresa de lo que está sucediendo. La imagen queda estática unos segundos para apreciar cómo se ensancha la rajadura, al tiempo que otra persona cuestiona si no será por efecto del calor del fogón, que ofició como detonante de la situación. Continúa mostrando cómo se va extendiendo el quiebre, mientras se escuchan ruidos desde el subsuelo, y el proceso se acelera. Enseguida empiezan a caer al agua grandes ramas desde el borde del barranco, de unos dos o tres metros de altura. “Qué se yo, estamos donde estamos siempre” dice el testigo circunstancial con asombro. Y segundos después, se desprende una importante fracción de terreno, llevándose añosos árboles y la parrilla, con carne y todo.
Si bien el lugar era conocido –“donde estamos siempre”– y el terreno parecía estable junto a un río calmo y no demasiado torrentoso, las imágenes sirven para mostrar que la naturaleza es cambiante y lo que se ve inmutable, siempre está cambiando; a veces lentamente y otras, frente a nuestros ojos. Sobre el video unos asiduos campamentistas argentinos nos comentaban que vivieron una situación similar hace unos años en la costa del río Paraná, cuando durante la noche el agua se tragó casi ocho metros de terreno, quedando la carpa apenas a unos dos metros del borde del nuevo barranco. Afortunadamente habían acampado en un lugar que les parecía lejos de la costa, pero que al otro día estaba ahí nomás.
En definitiva se trata de una anécdota, pero que sirve para tener en cuenta cuando al momento de establecer un campamento cerca de la costa, en especial cuando ésta es barrancosa.
