
En el marco del proyecto FPTA 356 “Coinnovación en la gestión del pasto para el manejo adaptativo y la sustentabilidad de los sistemas ganaderos” se ha desarrollado una herramienta de aprendizaje basada en Excel para apoyar a productores y técnicos con el objetivo de evaluar, monitorear y mejorar la gestión del recurso forrajero en establecimientos con campo natural y pastizales.
El proyecto FPTA 356, ejecutado por el Instituto Plan Agropecuario (IPA) con financiación del INIA, se lanzó en 2020 con el nombre “Gestión del pasto”.
Buscó responder a una necesidad clave en la ganadería uruguaya: entender cómo los productores gestionan el campo natural (que representa un porcentaje importante de la base forrajera nacional) y articular esos saberes con datos técnicos y resultados productivos, ambientales y económicos.
Para ello, el proyecto seleccionó inicialmente 25 establecimientos laboratorio representativos del país para realizar monitoreos detallados de sus prácticas pastoriles, y además realizó talleres, intercambio de aprendizajes y procesos de coinnovación con productores y técnicos vecinos.
Ejes teóricos y conceptuales
Algunas bases conceptuales que guiaron el proyecto, establecen que se trata a cada establecimiento como un “laboratorio viviente”, partiendo de enfoques de innovación abierta y manejo adaptativo.
Se considera que la gestión del pasto es compleja, no lineal; no hay recetas universales, sino que los productores deben desarrollar decisiones adaptativas basadas en sus recursos, contexto y experiencia. Se identificaron cinco macrovariables clave para la gestión del pasto: infraestructura, áreas productivas estratégicas, manejo del pastoreo, manejo ganadero y sistema de monitoreo. Adicionalmente, se reconoce que la gestión es influida por el contexto (económico, climático, institucional) y por quien toma las decisiones (productores, técnicos, familia) en un proceso sistémico.
Principales resultados y aprendizajes
Del trabajo de monitoreo y talleres surgen varios hallazgos. Se identificaron 28 buenas prácticas para la gestión del pasto propuestas por productores, las cuales se pueden agrupar en las cinco macrovariables mencionadas.
Infraestructura. Incluye elementos como abrevaderos, sombra, caminos, instalaciones, distribución del empotreramiento, atracción del ganado, etc.
Áreas productivas estratégicas (APE/MAPF). Se refiere a los módulos de alta producción forrajera, es decir, aquellas porciones del establecimiento desde donde se puede extraer rendimiento sin comprometer el sistema.
Manejo del pastoreo: considera altura del tapiz de pasto, carga animal, rotación, métodos de pastoreo, remanente, intervalo de descanso, etc.
Manejo ganadero. Engloba decisiones sobre la composición de categorías animales, suplementación, genética adaptada, uso estratégico de recursos animales para optimizar el uso del pasto.
Sistema de monitoreo: comprende la recolección y uso de datos, la periodicidad de mediciones (altura de pasto, peso de animales), indicadores como el IsPC, y la capacidad de interpretar esos datos para tomar decisiones.
Otros hallazgos destacados
El Índice sobre Plato de Comida (IsPC) promedio fue de 0,80 (es decir, se disponía del 80% del forraje necesario).
Se observó que los establecimientos que lograron mejores indicadores productivos mantuvieron una proporción significativa de área con altura de pasto superior a 5 cm y con mínima proporción debajo de 2,5 centímetros.
Otro descubrimiento es que la infraestructura (por ejemplo, empotreramiento, sombra, caminos) y las áreas productivas estratégicas tienen efecto positivo sobre la altura promedio del pasto y, en consecuencia, sobre la carga de animales y la producción.
Ingresa o suscríbete para leer la noticia completa y todo el contenido del diario.
Be the first to comment