El turf fue la primera actividad deportiva que volvió a la competencia desde que se anunció la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, y fue en Maroñas, donde se desarrollaron nueve carreras.
Pero mientras “Yo te dije” fue el ganador de la primera carrera, sobre 1.100 metros, disputada en Maroñas en esta vuelta al ruedo, los hipódromos que integran el Sistema Integrado Nacional de Turf (Sint) siguen esperando y suman cuestionamientos.
Tal como adelantó EL TELEGRAFO, el Sint volverá 20 días después de que se pongan en funcionamiento de los casinos, dado que de allí sale el dinero para los premios de las carreras. Pero aparecen algunas cuestiones en la que los dirigentes del turf del Interior ponen la mira.
Los hipódromos de Paysandú, Melo, Florida y Colonia están expectantes por un tema que no es menor en estos tiempos de economía de guerra: cómo se compone el gasto del operador hípico, que cobra por reunión nada menos que 700 mil pesos.
La figura del operador hípico es obligatoria para el Sint, y la gran pregunta pasa por evaluar si no podrán los propios hipódromos realizar esa tarea, y ahorrar un dinero importante.
Según explicó el presidente del Jockey Club Paysandú, Héctor Acland, el tema es así, barajando cifras imaginarias: si se juegan 100 pesos durante una reunión, el 70 por ciento va para el pago de los apostadores.
¿Qué pasa con el 30 por ciento restante? El 70 por ciento de ese porcentaje va para el operador hípico, y el otro 30 se divide en dos: 15 va para el fondo de obra y 15 para el gasto operativo que, en San Félix, ronda los 80 mil pesos por reunión.
El operador hípico se asegura 700 mil pesos por cartelera, y si esa cifra no es alcanzada con el porcentaje que le corresponde, Casinos del Estado le completa el resto.
“Preguntamos cuál es el gasto del operador hípico, porque no lo conocemos y es mucho dinero. Los cuatro hipódroms nos planteamos, además, que todas las negociaciones que hagamos de aquí en más serán para dar un paso adelante”, dijo Acland.
El presidente del Jockey Club Paysandú remarcó además que “desde que comenzó el Sint, hay cosas que no figuraban en los convenios y sin embargo Codere (la empresa que lleva adelante el negocio del juego) decía que sí”, y explicó además que “hoy tenemos una operativa importante por reunión, que antes pagaban ellos. Y hay que tener en cuenta que el Sint fue pensado para crear fuentes de trabajo”.