Cabeza a cabeza, pero con realidades diferentes

Uruguay's Nacional player Leandro Barcia (C) scores against Brazil's Santos during their Copa Libertadores football match at the Parque Central stadium, in Montevideo, on May 01, 2018. / AFP PHOTO / MIGUEL ROJO

Nacional y Peñarol ultiman detalles para la definición del Torneo Apertura, sabiendo que mañana ambos deberán ganar para porfiar dar la vuelta olímpica. Si bien ambos llegan prácticamente cabeza a cabeza, dado que el tricolor es líder con 35 puntos, dos más que el carbonero, también es cierto que llegan sumergidos en realidades diferentes.
Nacional sumó tres puntos fundamentales ante Santos en su última presentación por la Libertadores, jugando muy buen partido para dar un paso rumbo a la clasificación, mientras que Peñarol se complicó la vida en el torneo continental al perder frente a Atlético Tucumán.
Mañana los dos la tendrán complicada: Nacional deberá visitar a Danubio en Jardines, escenario que no ha sido fácil para el tricolor en los últimos años, mientras que Peñarol se las verá ante Defensor.
Y tanto franjeados como violetas aspiran a dar un paso más en la tabla, en la que suman 30 unidades, pensando ya en la anual. Mientras los dos rivales están definidos, Nacional y Peñarol todavía no han dado señales de la conformación de los equipos para jugar mañana desde las 15.30.
En Peñarol comenzaron a pasar factura las lesiones. Con varios sentidos, se confirmó anoche que Mathías Corujo sufrió una importante lesión en una rodilla, que incluye también rotura de ligamentos, durante el partido ante los tucumanos.
El volante será operado, mientras que el técnico Leonardo Ramos espera por saber la evolución de los suyos para definir la oncena.
Y en Nacional, que sigue sin tener a Aguiar y Peruzzi por lesión, y posiblemente no cuente con Viudez, el técnico Alexander Medina baraja posibilidades. Mañana se definirá el título del Apertura, y está entre los grandes. Los separa en lo previo algo más que dos puntos, teniendo en cuenta cómo llegan. Pero ambos tendrán enfrente equipos complejos, que aspiran a quedarse con la victoria para evitar, en cualquiera de los casos, el posible festejo del rival.