¡Uruguay nomá!

Uruguay's defender Jose Gimenez celebrates scoring the opening goal during the Russia 2018 World Cup Group A football match between Egypt and Uruguay at the Ekaterinburg Arena in Ekaterinburg on June 15, 2018. / AFP PHOTO / JORGE GUERRERO / RESTRICTED TO EDITORIAL USE - NO MOBILE PUSH ALERTS/DOWNLOADS

Escenario: Estadio Ekaterimburgo Arena. Público: 27 mil personas. Árbitros: Björn Kuipers, Sander Van Roekel y Erwin Zeinstra (Holanda).
Uruguay: Fernando Muslera, Guillermo Varela, José María Giménez, Diego Godín, Martín Cáceres, Nahitan Nández (57’ Carlos Sánchez), Matías Vecino (87’ Lucas Torreira), Rodrigo Bentancur, Giorgian De Arrascaeta (57’ Cristian Rodríguez), Luis Suárez y Edinson Cavani. DT: Oscar Tabárez.
Egipto: Mohamed El Shenawy, Ahmed Fathy, Aly Gabr, Ahmed Hegazy, Mohamed Shafy, Mahamed Elneny, Tarek Hamed (49’ Sam Morsy), Amr Warda (83’ Ramadan Sobhi), Abdallah El Said, Mahmoud Hasan Trezeguet) y Marwan Mohsen (63’ Mahmoud Abdel- Moneim, Kahraba). DT: Héctor Cúper.
Gol: 89’ José María Giménez (U).
Amonestados: Morsy, Hegazy (E).

A ese grito se sumaron poco más de tres millones, que desahogaron esa angustia contenida a lo largo de un partido impensadamente complicado.
Pero Uruguay logró el objetivo. Sufriendo, en la hora, le ganó 1 a 0 a Egipto y alcanzó su primera victoria en el Grupo A de la Copa del Mundo de Rusia 2018.
La realidad es que fue un parto. Esta nueva versión de Uruguay, que apuesta a tener el balón, a generar fútbol, se quedó a mitad de camino y terminó ganando con la vieja receta del fútbol uruguayo: centro, cabezazo y a festejar.
Y como si fuera necesario confirmarlo, también se aplicó la receta a último momento, cuando ya no quedaba más camino por transitar.
Pero la realidad es que Uruguay mereció ganar. La Celeste, eso sí, se vio sorprendida. Seguramente podía imaginar una férrea defensa por parte de los egipcios, pero nunca que los africanos realizaran una presión alta, sofocando a un equipo uruguayo que no supo encontrar los espacios para marcar la diferencia.
Egipto se dio el lujo de salir rápido en ataque, y de volver en cuestión de segundos a construir una muralla de nueve hombres en su campo, muy pegaditos al área grande, cuando se perdía la pelota.
Sin espacios, el equipo de Tabárez se fue quedando sin ideas. Intentó llegar con la pelota dominada, tocando, intentando aplicar la nueva receta de juego.
Pero olvidó, ante la necesidad de poder quebrar una defensa casi perfecta, el pase largo sorpresivo a la hora de recuperar la pelota, y también el remate de media distancia.
Por eso las cosas se volvieron tensas. Sin Salah en la cancha, lógicamente reservado para lo que viene, Egipto realizó ese juego por el que seguramente no hubiera optado con su estrella en la cancha, ya que habría adelantado algunos metros en su búsqueda. Irónicamente, es un hecho que Uruguay se vio complicado por la ausencia de Salah.
Suárez fue quien tuvo la gran primera ocasión celeste en el primer tiempo, definiendo apenas afuera de manera poco creíble, cuando la pelota le llegó al segundo palo desde la esquina y tras un desvío en el área. En el complemento estuvo lo más claro de Uruguay y el golero rival se transformó en puntal: le sacó dos pelotas de gol a Suárez y una a Cavani. De yapa, el delantero del PSG reventó el caño izquierdo del arco egipcio en un tiro libre.
Los africanos llegaron en un par de ocasiones, pero el tiro libre de Sánchez (que ingresó de buena manera al igual que el Cebolla Rodríguez) al área, y el cabezazo de José María Giménez, permitió el desahogo celeste, y que retumbara en todo un país ese grito desencajado de gol.
Hubo que sufrir en los minutos restantes, pero Uruguay rompió esa racha sin victorias en debut mundialistas desde 1970. Y, lo más importante, dio el primer paso en búsqueda de la clasificación.

GRUPO A: “Creo que fue con el alma”, dijo Josema

“Creo que fue con el alma, fuimos muchos a esa pelota. Me tocó meterlo a mí y estoy contento por el equipo”, dijo al término del compromiso ante Egipto José María Giménez, el zaguero que se transformó en el goleador en el arco de enfrente.
“No pudimos entrarle por abajo, porque Egipto hizo un gran trabajo defensivo”, analizó. Y confesó que “sabía que el ‘Pato’ (Sánchez) la iba a tirar ahí”, así como que “el maestro (Tabárez) nos mostró las fotos del gol de Diego (Godín) contra Italia, y esa imagen se me vino a la cabeza cuando venía el centro”.
Oscar Tabárez, el entrenador celeste, dijo en tanto que “ganamos buscando el gol por todos lados y logramos el primero objetivo. Los caminos al gol son infinitos y todos son válidos. Estoy satisfecho con la actitud que mostró el equipo”.
El maestro dejó constancia de que “por suerte en la historia del fútbol se cae otra estadística”, haciendo referencia a que Uruguay no ganaba desde 1970 en un debut mundialista, aunque lo importante es que “para nosotros ganar partidos en esta serie significa conseguir la clasificación. Después vendrán los partidos de matar o morir”.
Con respecto al gol, Tabárez afirmó que sus jugadores “saltan más que cualquier rival”, debido a la “capacidad y entrenamiento. La realidad es que ganamos con esa jugada y buscando el gol permanentemente”.
Y, si bien reconoció que Suárez no tuvo el rendimiento habitual, Tabárez señaló que “tuvo tres oportunidades, y algunas generadas por él.
El arquero le sacó dos pelotas y fue mérito del arquero. Es la historia de los goleadores, las famosas rachas. Pero mientras Suárez no deje de intentar y jugar, sabemos cuál es su potencialidad y nos tiene tranquilos”.