La Comisión Nacional Honoraria de Sitios de Memoria y el grupo de vecinos que lo impulsó invitan a la inauguración del memorial que recuerda a Carlos Jacina Leyba, que tendrá lugar esta mañana, a las 10, en la exfracción 10 de Colonia San Javier, Puerto Viejo, Río Negro. Jacina Leyba, cuya familia fue fundadora de la Colonia San Javier, fue un colono al cual durante la dictadura militar se le expropió su tierra, sin que nunca recibiera la respectiva compensación. En su nombre, el memorial busca reconocer a todas las víctimas del terrorismo de Estado que sufrieron persecución en San Javier entre 1972 y 1984.
El memorial es producto del trabajo de una comisión de vecinos y varias instituciones, en base a lo dispuesto por el artículo 23 de la Ley 19.641 de Sitios de Memoria. La escultura allí instalada, obra del sanducero Wilson Bueno, muestra una hoz y un martillo estilizados en la forma de un colono que impulsa un arado. Fue creada a partir de los datos que se proporcionaron, buscando reivindicar la memoria de una familia de campesinos vinculada al Partido Comunista, que fue perseguida y despojada de sus bienes.
Prevista inicialmente para el 19 de enero, la inauguración del memorial se postergó ante la polémica que se generó ante un comunicado emitido por la Comisión Departamental de Río Negro del Partido Nacional. El mismo señala que esa Comisión comparte “el espíritu del reconocimiento” a la familia de Jacina Leyba, desalojada en forma violenta mientras el colono era preso político de la dictadura militar.
Luego cuestiona que el monumento haya sido erigido en un predio del Instituto Nacional de Colonización (INC) que se encuentra en régimen de comodato con la Intendencia de Río Negro, por lo cual su ubicación en ese lugar requería la aprobación de tres quintos de los integrantes de la Junta Departamental. También cuestionaba la escultura, por tener “una similitud más que exacta con la simbología del Partido Comunista”.
Poco antes, el grupo de vecinos que impulsó el memorial habían dado a conocer otro comunicado, “a raíz de las declaraciones de actores públicos y políticos que han salido a la opinión pública, vinculados al rescate de la historia de la familia Jacina Leyba”. Allí se explica que la solicitud de construcción del memorial se había canalizado por las vías correspondientes en 2018 ante las autoridades del Ministerio de Educación y Cultura, siendo avalada por las firmas de 300 residentes de la localidad. En la fecha del comunicado (17 de enero), agregaban, la solicitud se había trasladado al ámbito del Instituto Nacional de Derechos Humanos, institución encargada “de definir la pertinencia de la misma y su lugar de emplazamiento”. En cuanto a la elaboración creativa de la obra, explicaban que se había basado “en la idea de un campesino, inmigrante, desalojado, despojado y comunista”.
