La Justicia dispuso una pena de 16 meses de libertad vigilada a un sujeto que se dedicaba a vender estupefacientes en una plaza de Quebracho, operativo que lideró personal de la Comisaría Sexta. La modalidad que empleaba para llamar a los compradores, o bien advertirles a distancia que todo estaba tranquilo, era hacer señales utilizando su encendedor.
De acuerdo a datos recogidos por EL TELEGRAFO la Policía de la citada dependencia venía observando que se estaría comercializando marihuana y cocaína a jóvenes de la zona, sobre todo dado el movimiento que se registraba en los alrededores del barrio Mevir 3 y la plazoleta de la ciudad. Durante una recorrida se pudo ver a tres sujetos, uno de ellos con un morral colgado, que aparentemente estaban fumando “porros” de marihuana.
Se procedió a identificarlos y se pudo comprobar que uno de ellos, identificado como A.G.C.G., tenía en su poder más de 40 gramos de marihuana y era indicado como vendedor. Los tres sujetos, en tanto, fueron trasladados hacia la comisaría y se les ocuparon hojillas, dinero y marihuana.
Asimismo, se puso en conocimiento del hecho a la Fiscal de Cuarto Turno, que dio la vía libre para emprender un operativo en que se descubrió que el hombre de 24 años concurría a la plazoleta de la ciudad, cerca de donde hay un carro gastronómico y vendía “porros” a 100 pesos cada uno, llevando en algunas oportunidades fraccionada la sustancia en bolsitas de nylon. De las averiguaciones surgió que éste tenía una planta de marihuana en su casa, pero no figuraba registrado en el IRCCA, por lo que se presumía -y posteriormente se comprobó- la utilizaba para la venta.
El paciente trabajo de los policías permitió además saber que los compradores eran jóvenes de entre 18 y 24 años y que, además de comprar en la vía pública, concurrieron alguna vez a su finca. Con autorización de Fiscalía se detuvo a sospechoso.
Elevados los antecedentes del hecho en la órbita penal se resolvió la formalización de la investigación y posterior juicio abreviado para A.G.C.G., imputado y condenado por “un delito continuado de suministro de estupefacientes a título oneroso”. Se le impuso una pena de 16 meses de prisión que deberá cumplir en régimen de libertad vigilada bajo la condición de estar sujeto a la orientación y vigilancia permanente de la Oficina de Supervición de la Libertad Asistida, OSLA, ejercer una profesión, además de tres meses de arresto domiciliario total y cinco de arresto nocturno. Durante el resto de la pena deberá presentarse ante la comisaría de su jurisdicción.
