“La edil Nidia Silva observó una situación que deja mucho para reflexionar”, dijo a modo de introducción el edil Williams Martínez. “Un joven en silla de ruedas manifestaba: ‘Mamá, mostrame dónde es la Junta Departamental’. Luego se pararon frente a la Junta, la madre se la señaló, él miró la escalera y dijo: ‘Pero yo no puedo subir’. Esto significa que el edificio de la Junta Departamental es discriminatorio”, dijo luego.
Así planteó por tercera vez en el seno del legislativo departamental que “urge que un ascensor sea instalado (en los accesos a la Junta) pues hay mucha gente con capacidades diferentes, con problemas en las caderas o en las piernas que si bien quiere venir, solo con saber que la Junta tiene una escalera impresionante, sabe que se le hace imposible”.
Recordó que “la ley 18.651 de Protección Integral de Personas con Discapacidad, es un mandato concreto de que todas las instituciones donde haya acceso a oficinas públicas, deben cumplir con una serie de requisitos. El artículo 69 dice: ‘Las intendencias municipales deberán incluir normas sobre el tema y en sus respectivos Planes Reguladores o de Desarrollo Urbano, las disposiciones necesarias con el objeto de adaptar las vías públicas, parques, jardines y edificios, de acuerdo con las normas técnicas establecidas por el Instituto Uruguayo de Normas Técnicas (UNIT)’”.
“Esto significa que la Junta Departamental es violatoria de la ley y por lo tanto como organismo legislativo debe en forma obligatoria cumplir con la normativa”, subrayó.
La solicitud de un ascensor en la Junta Departamental data de 2005 cuando el entonces edil Ramón Apratto presentó una moción en ese sentido.
“Mientras hemos visto que gradualmente muchas oficinas públicas y privadas han ido posibilitando el acceso a las mismas de personas con dificultades de desplazamiento, esta Junta Departamental se ha mantenido insensible ante la contingencia adversa de los ciudadanos que necesitarían de una solución al respecto, los que hoy por hoy tienen muchas dificultades de acceso a estas dependencias”, dijo entonces Appratto.
“Se ha dicho –agregó– que es nula o mínima la asistencia a las oficinas de la Junta de gente en esas condiciones. Vale responder que es lógico que así sea, porque a los que sepan que hay una larga escalera como único acceso, no se les ocurre ir. Y los que no saben cómo es el acceso a la Junta, podrán ingresar por la rampa construida al respecto para entrar a la Intendencia por calle Zorrilla, y llegar por los corredores al pie de la escalera y allí, de no mediar un respetable esfuerzo que depende de la caridad ajena, quedan impedidos de acceder a ella”.
Martínez pidió que “la Junta Departamental debe proceder en breve a recabar y estudiar ofertas para la posterior adquisición e instalación de un ascensor o elevador que permita el acceso de personas con problemas de salud o limitaciones de minusvalía física, a las dependencias de este Cuerpo”.
“El tema se encuentra radicado en la Comisión de Presupuesto pero sin solución alguna hasta ahora”, aseguró el edil del Partido Nacional.