Para el líder del Partido Independiente, senador Pablo Mieres, numerosos casos de irregularidades o ilicitudes en estos años “han generado un fuerte descrédito en la política y en los partidos”, pero a la vez evaluó que “es injusto que ese descrédito abarque a todos los políticos y partidos. Muchos no merecemos tal desconfianza y debería ser posible marcar las diferencias”.
“Pero lo cierto es que las normas que rigen el contralor de la corrupción y el control de la ética en el ejercicio de la función pública no son lo firmes, enérgicas y efectivas que deberían ser. Inevitablemente, muchos de los hechos de corrupción que ocurren se descubren, investigan y, eventualmente, se castigan mucho tiempo después de ocurridos. Sin embargo, si nuestro país tuviera reglas de juego más exigentes y proactivas, seguramente se podrían haber prevenido algunos de los hechos señalados o se podrían haber descubierto mucho antes”, consideró.
Observó que es imprescindible aprobar un paquete de leyes que den mayores poderes a los organismos de contralor del Estado potenciando la transparencia y el control de la gestión. “Nosotros hemos presentado un proyecto de ley que otorga poder efectivo a un Tribunal de Cuentas que cumple seriamente con su función de controlar los actos del Estado, pero que carece de efectividad para evitar que esos actos observados puedan corregirse”, consideró el legislador.
Observó que “en nuestro país tenemos una situación insólita que debe ser corregida de una vez por todas. Es inaceptable, desde el punto de vista de la transparencia y la ética pública, que todas las observaciones del Tribunal de Cuentas, por más graves e importantes que sean, puedan ser dejadas de lado por el jerarca del organismo observado y simplemente reitere el gasto sin corregir el motivo de esa observación”.
Preguntó “¿Cuántos ilícitos o irregularidades se podrían haber evitado o corregido, si las observaciones del Tribunal de Cuentas tuvieran efecto suspensivo, obligando al jerarca a corregir la irregularidad o la ilicitud? Muchos dolores de cabeza se podrían haber evitado y muchos recursos mal ejecutados se habrían impedido”, en tanto sostuvo que “este es un tema central para el país sobre el que, lamentablemente, las diferentes administraciones gubernamentales no han querido corregir”.
Más potestades a la jutep
Precisó que “otra debilidad en el contralor de la buena administración tiene que ver con la situación de la Junta de Transparencia Ética Pública (Jutep). En cualquier parte del mundo, el organismo encargado de controlar la ética y la transparencia en la gestión del Estado tiene muchas más potestades y, sobre todo, muchos más recursos que nuestro organismo de transparencia”.
A su entender, la Jutep “debe tener muchas más potestades de investigación y control, pero además debe tener muchos más recursos para cumplir con sus cometidos. Actualmente, se trata de un organismo que quiere hacer mucho más, pero no puede; por lo que, simplemente, se encarga de archivar las declaraciones juradas de miles de funcionarios públicos”.
“También tenemos un proyecto presentado de fortalecimiento de la Jutep, así como la prohibición del uso de tarjetas corporativas en el Estado o la ineludible reducción sustancial de los cargos de confianza. Los hechos demuestran que durante estos últimos años los gobiernos del Frente Amplio no hicieron honor a su compromiso, ventilado hasta el cansancio sobre su supuesta diferencia en la ética pública con respecto a los viejos partidos tradicionales”, apuntó.
“Pero, más allá de señalar con fuerza tal defección, es igualmente o más importante, modificar el marco normativo para prevenir estas acciones que afectan a nuestro país y a la confianza en nuestras instituciones democráticas. Que no queden dudas que el Partido Independiente será un tenaz impulsor de normas y conductas estrictas en el control y prevención de la corrupción, desde el lugar que nos toque ocupar en el próximo período de gobierno”, proclamó.