El movimiento sindical, la situación del trabajo y la relación con las empresas

El presidente del Pit Cnt, Fernando Pereira, estuvo en Paysandú en el marco de una actividad del Instituto Cuesta-Duarte, y fue entrevistado por EL TELEGRAFO sobre varios temas vinculados a la organización sindical, como su opinión sobre la situación del trabajo y el cierre de empresas, qué tipo de acuerdo laboral se hizo con UPM y cuál es la recaudación del Pit-Cnt.
Con respecto a las actividades que desarrolló en Paysandú, dijo que “visitamos al plenario departamental donde hubo una nutrida representación de los sindicatos, estuvimos en una asamblea de los trabajadores de la Federación Ancap que tienen naturalmente la defensa del cemento portland como uno de los objetivos en este proceso. Nos reunimos con la organización dedicada al tratamiento de niños, adolescentes y personas adultas con síndrome de Down, e intercambiamos la experiencia que tiene el Pit Cnt en la cantina del local, donde también trabajan personas con síndrome de Down, con esta experiencia que en Paysandú es fantástica y vimos cómo puede contribuir el Pit Cnt. Acordamos ver la posibilidad de que los chiquilines con síndrome de Down de Paysandú puedan ir a alguna de las colonias de vacaciones del Pit Cnt en forma gratuita, que los pueda ayudar a transitar un camino de integración y que puedan visitar la experiencia de trabajo de la cantina de la sede”.
En cuanto al seminario sobre el trabajo del futuro organizado por el Instituto Cuesta-Duarte, dijo que también debe considerarse “cómo se para el movimiento sindical en relación a cambios que son muy importantes, y que de esta reflexión pueda verse cuál es el trabajo del futuro y cuáles son las políticas públicas que hay que tomar para que ese trabajo se transforme en bienestar social para la gente”.

El aumento de la desocupación

Consultado sobre los problemas de cierre de empresas y personas que quedan sin trabajo que afecta a Paysandú, y cual es la posición de la central de trabajadores, dijo que “hay un cambio drástico de cómo se construye trabajo en Paysandú, porque no es solo la cantidad, porque de aquellas grandes empresas que estaban instaladas quedan pocas y es una realidad que debemos asumir, que la mayor parte del trabajo se crea en pequeñas y medianas empresas. Este cambio del trabajo responde a que hay un modelo industrial que probablemente no vuelva, mientras hay otros que sí, como por ejemplo el caso de Pili, donde hay una inversión moderna de infraestructura productiva, que más allá o más acá debe tener viabilidad, y hay que buscarla por distintas vías. Los trabajadores tienen un proyecto autogestionario para trabajar con el suero y eso hay que viabilizarlo, puede ser con un proyecto autogestionario para lo cual han hecho cursos de cooperativismo y gestión de empresas, porque una cosa es trabajar en una empresa y otra después es gestionarla”. En este sentido, reconoció que “gestionar la empresa tiene una experticia (conocimiento especial) que no la podemos subestimar, y que por suerte los trabajadores lo han hecho, o también estamos a la espera de alguna inversión que pueda llegar, tanto nacional como extranjera”.

“Es el problema más importante”

Agregó que “después hay que ver otros nichos de trabajo que se van generando, sabiendo que hay que tratar que la inversión que llegue a Uruguay, en un momento en que a América Latina está llegando poca inversión, o casi nula, se localice en el interior del país. De alguna manera, es lo que está pasando con UPM que va a generar empleo vinculado a la instalación en el departamento de Durazno y zonas aledañas. Y si esa descentralización se produce en otros departamentos, naturalmente que se pueden generar puestos de trabajo”.
Reconoció que “ese es el problema mas importante que tienen los uruguayos, el que pierde un empleo, sobre todo si es calificado, no lo va a conseguir a los pocos días en el interior del país ni en la capital. Y si este es el tema más importante, el pienso más importante hay que colocarlo en el tema del trabajo, que no significa solamente la cantidad de puestos de trabajo que se consigan, sino si efectivamente ese puesto de trabajo promueve satisfacción, formación profesional, entender que esa evolución puede significar que algunos puestos desaparezcan y que otros aparezcan fruto de esa misma innovación. De hecho acá en la UTEC (Universidad Tecnológica) se están formando tecnólogos y futuros técnicos que van a ser la mano de obra solicitada para el futuro, y probablemente muchos trabajos se puedan hacer a distancia desde acá con la gente que se está formando en la industria del software y otras. Pero en este período ventana vamos a tener dificultades importantes”.

Los costos de mantener un comercio

Sobre la situación del comercio, que es uno de los sectores que más trabajadores tiene, y que los centros comerciales departamentales se quejan de los altos costos que tiene el país, y qué considera el Pit Cnt al respecto, Pereira dijo que “es muy difícil sostener que los sueldos del comercio son altos. Es probable que haya que revisar la carga tributaria, yo ni siquiera podría asegurarlo de esa forma, pero es difícil decir que donde se puede restringir es en el ingreso salarial. Cantidad de trabajadores del comercio no llegan a 20.000 pesos de salario. Y entiendo que puede ser una erogación importante para un comercio chico, pero el salario tiene que ser una herramienta para poder vivir. ¿Alguien puede creer que con un salario menor a 20.000 pesos se puede vivir?, entonces habrá que buscar nuevas ecuaciones, habrá que buscar alternativas para que el pequeño comerciante siga teniendo viabilidad, pero no puede ser que sea sustentada sobre trabajadores que ganen menos de ese salario”.
En cuanto a los otros costos, como el impositivo, dijo que “es toda una discusión en Uruguay. Durante bastante tiempo se discutió que el que tiene más pague más. Uruguay es uno de los pocos países en el mundo donde el aporte patronal a la seguridad social vinculado a un trabajador, es la mitad del aporte total del trabajador, que aporta el 15% y el empleador aporta el 7,5% y en algunos casos, menos. Uno lo compara con otras partes del mundo y tanto el trabajador como el empleador pagan lo mismo. Sí hay algunos trámites, como me han planteado desde una mirada empresarial, que se quejan que son demasiado largos, que llevan mucho tiempo, pero hay que ver, creo que el Estado ha desarrollado políticas por las cuales es mucho más ágil”.

La “costumbre” de quejarse

A su juicio, “una costumbre empresarial uruguaya, no digo de los pequeños comerciantes, sino de los empresarios, es que se quejan. Uruguay tuvo diez años de bonanza, y no los vi ni un solo año dejarse de quejar. Entonces de repente hoy que se quejan con algo más de razón, porque efectivamente los precios de las materias primas han caído en el mundo, y eso afecta buena parte de la producción nacional, sobre todo la vinculada al agro, que es una de las palancas del desarrollo nacional y eso no se puede perder de vista, porque muchas veces los ciudadanos, tanto los montevideanos como los del Interior, no tenemos esa mirada. Y pensar cuál es el valor agregado que tenga lo que produce Uruguay, tal vez ahí esté la clave del desarrollo nacional. Si por ejemplo, a cualquier producto, cmo la celulosa, se le pudiera agregar un valor ulterior, una producción más, para Uruguay serían cientos de puestos de trabajo, y de la celulosa se producen decenas de productos. Y lo mismo con la madera y otros muchos productos, como pasa con la carne, que uno piensa cómo exportaba Uruguay hace 40 o 50 años y cómo la exporta hoy; le agregó un valor importante. No solamente la trazabilidad, que ya es un valor en sí mismo, sino los cortes específicos, envasados de determinada manera que generan valor y trabajo uruguayo. Eso hay que pensarlo en cada una de las ramas de actividad, y al mismo tiempo como eso genera mejores condiciones para el trabajo nacional. Y estamos hablando de un país que produce alimentos para cerca de 28 millones de personas, pero puede llegar a producir para 50 millones”.
En base a esto, afirmó que “hay que pensar qué otros nichos hay en el mundo, cuáles son los niveles de productividad y cuál es la sofisticación del trabajo que se le agrega a esta materia prima que produce Uruguay por su fertilidad, su modo de producción”.

Buscar inversiones seguras

En cuanto a que aparentemente no hay inversores locales interesados en estos emprendimientos, y que generalmente se espera que vengan de fuera del país, afirmó que “uruguayos con plata hay. Cada tanto aparecen e invierten, pero lo hacen sobre todo en cosas seguras, como tenencia de bonos. Pero hay uruguayos que están invirtiendo y que tienen visión de futuro, con los que uno habla y ve que están arriesgando su capital, invirtiendo en la construcción de un mayor capital, pero también de trabajo. Converso con muchos de ellos. Y hay otros que han guardado el dinero y se quedan a esperar. Pero si uno quiere desarrollar una sociedad, en la que además viven sus hijos, sus parientes y sus amigos, todos tendrían que mover piezas para que el mundo del trabajo se dinamice. Naturalmente que cualquiera que tenga dinero para arriesgar mide los riesgos que tiene y nadie quiere perder. Pero habría que seguir estudiando cuales son los nichos en el mundo para que esas inversiones fueran lo más seguras posibles”.
Para el dirigente sindical, “Uruguay ofrece garantías, como lo ha planteado esta inversión de UPM, que será discutible por lo medioambiental, por el tipo de producción de eucaliptus, pero no puede ser discutida en volumen de inversión ni en la cantidad de puestos de trabajo que va a crear. De hecho se instala en Uruguay porque hay una enorme seguridad jurídica, porque no es que Uruguay sea el único país de sudamérica que tenga eucaliptus, que hay por todos lados”.

El acuerdo laboral con UPM

Consultado sobre las condiciones que habría impuesto la empresa finlandesa sobre las relaciones laborales, dijo que “‘a nosotros no’, le dijimos a UPM, y hasta ahora hemos conversado razonablemente, que el movimiento sindical tiene como práctica cotidiana el escalonamiento de medidas, y es parte del convenio colectivo con UPM, después del convenio de rama con el Sunca que ya tiene una cláusula de prevención de conflictos. Nosotros no le podemos dar como señal a los empresarios uruguayos que a las empresas uruguayas sí podemos hacerles determinadas medidas, pero si viene una empresa finlandesa esas medidas no van. A todos les podemos hacer estas medidas, pero hay que intentar evitarlas, porque la mejor medida para el movimiento sindical es la que no se hace porque el sindicato y la empresa llegaron a un acuerdo, que es la mayor parte de las veces”.
Puso como ejemplo que “en 2018, que fue el año con mayor número de consejo de salarios privados y públicos, hubo siete ocupaciones de locales privados. Siete en doscientos mil, que es un porcentaje ridículo en relación a la ocupación como medida de lucha. Y sin embargo, lo ponen como si este fuera el centro de la problemática conflictiva, y esto muchas veces se hace llegar al mundo. Es un riesgo dar información sesgada con ese volumen porque nos hace mal como nación, porque quien va a invertir en Uruguay, sea capital nacional o extranjero, a estas cuestiones las miran detenidamente. Y si hay un titular que parece que el Uruguay está todo ocupado, si la Federación y la Asociación Rural se van de la negociación colectiva y plantean que uno de los motivos es por las recomendaciones que se hacen en la OIT y una de ellas es la de las ocupaciones, yo pregunto si alguien sabe de algún predio agropecuario ocupado, porque yo no conozco. Y a veces hacemos una fogata que después le hace mal al productor y al trabajador, nos hace mal a todos como nación”.
Específicamente sobre UPM, dijo que con la findandesa “firmamos un protocolo, negociamos la prevención de conflictos” mientras que “lo negociamos con la Cámara de Industrias y la Cámara de Comercio y ambas rechazaron el acuerdo después de haber trabajado cuatro meses. Entonces, cuando nos preguntan sobre prevención de conflictos, digo que le pregunten al que rechazó el acuerdo. Nosotros estamos de acuerdo con el escalonamiento de las medidas, y de hecho la mayor parte de los convenios colectivos de trabajo tiene un escalonamiento de ambas partes en las medidas, y esto implica que un conflicto no empieza con la huelga general, empieza por una carta que el sindicato envía diciendo los problemas que está teniendo y ahí empieza la negociación, y si no se llega al acuerdo en días, se puede llegar a una medida más extrema, pero esa no es la medida primaria”.

La recaudación mensual del Pit-Cnt

Preguntado sobre cuál es la recaudación que tiene la central de trabajadores considerando los múltiples comentarios que han surgido, paralelo a inversiones que hizo la central en complejos de vacaciones, Pereira afirmó que “lo invito a ir a la sede del Pit Cnt y mostrarle los ingresos que tiene el Pit Cnt por mes y por año, y los gastos que hay”, pero luego respondió que “al Pit Cnt llega por cada trabajador cotizante a su sindicato 15 pesos por mes, y aproximadamente hay 200.000 cotizantes mensuales de los 400.000 afiliados. La cuenta es muy fácil, entran aproximadamente tres millones de pesos, y por salarios se van un poco más de la mitad, porque el Pit Cnt no puede reclamar salarios que no está dispuesto a pagar, de forma tal que hay una liquidación de haberes y un control muy riguroso de la comisión fiscal, los contadores y quienes trabajan en el área de tesorería, que permiten dar cristalinidad absoluta a las finanzas del Pit Cnt. Ahora, después la manija que hay, es imparable. Las redes sociales tienen cosas muy positivas, uno puede comunicarse con al gente en tiempo real, pero también tiene estas perversidades, que cualquiera puede inventar cualquier cosa y hay que desmentirlo. Y la prensa juega un papel fundamental en esto”.
Volviendo a los ingresos y su destino, dijo que “ese es el promedio mensual, y con eso mantenemos la sede, pagamos los salarios y con lo que queda hemos podido reconstruir el hotel de Punta Gorda, en Nueva Palmira, que por suerte está repleto todos los fines de semana y van muchos entre semana, a precios muy módicos para que la clase trabajadora pueda ir”, y detalló que “por 2.800 pesos van dos mayores con dos niños, que incluyen desayuno, almuerzo, cena y otro desayuno para los cuatro. Venimos trabajando fuertemente en lo social, pero la cara del movimiento sindical que se muestra es la del conflicto, que existe y con la que hemos logrado la ley de ocho horas del trabajador rural y del sector doméstico, de libertad sindical, de negociación colectiva, de responsabilidad penal empresarial. Pero está otra cara social, que los niños del INAU puedan ir a nuestras colonias, la de los hogares estudiantiles, que hay varios en Montevideo para que estudiantes del Interior fueran en su momento a Montevideo, aunque por suerte ahora también hay bastante descentralización universitaria y uno se alegra que estudiantes de Montevideo se reciben en el interior del país”.

Atender las reivindicaciones

“Entonces, en cierta medida, hay una apuesta del movimiento sindical, por un lado atender las reivindicaciones de los trabajadores, pero por otro lado colocarse como escudo de los débiles. Y eso son hogares estudiantiles, bibliotecas, que los niños con discapacidad y de contexto desfavorable vayan a nadar en forma gratuita a AEBU, las escuelas de la FOEB que son fuera de horario como hay en Paysandú. Hay un conjunto de medidas que el movimiento sindical toma cotidianamente, y estas cosas también hay que ponerlas en el haber del movimiento sindical. Y hay que verlo, porque si no después miran con esa subjetividad que parece que nadie llega a Uruguay porque hay un movimiento sindical que es un ogro, cuando en realidad vienen empresas de otros países del mundo a invertir en Uruguay porque dicen que hay garantías jurídicas”.
Sobre si ese aspecto social debería ser desarrollado por el Estado, dijo que “sí, pero a los hijos de mis compañeros que son maestros o funcionarios de Primaria, no les voy a decir que mientras el Estado no resuelva el alojamiento de los hijos, no vayan a estudiar. Voy a tratar de resolverlo. Y no es que el Estado no resuelva una cantidad de casos, porque hay hogares estudiantiles de las intendencias, pero no dan para la demanda que hay. Y naturalmente, cuando uno abre una colonia de vacaciones puede decir que el Estado podría tenerla, pero de hecho no la tiene. Y si queremos que nuestra gente pueda ir por 200 pesos a un camping, tenemos que administrarlo, y eso no significa ganar dinero, sino trabajar empatando. Y el movimiento sindical lo puede hacer, porque no tiene ninguna necesidad de tener lucro”.