Al exponer en media hora previa de la última sesión de la Junta Departamental los alcances de la reforma constitucional “Vivir sin Miedo”, el edil nacionalista Javier Pizzorno destacó “el impacto favorable que tendría en nuestra sociedad la aplicación e implementación de la reforma a plebiscitarse en las próximas elecciones nacionales”.
Trajo a colación declaraciones del candidato del oficialismo Daniel Martínez “cuando dijo que nombrará como ministro del Interior a quien actuó como asesor del actual ministro Eduardo Bonomi durante todos estos años. Si no te gusta la sopa, dos platos. Más de lo mismo. Se ha legislado, a lo largo de estos quince años, con una visión sesgada a favor de obtener únicamente réditos políticos partidarios, para una tribuna que aplaude fanáticamente tratando de contagiar ese fanatismo, pero sin buscar solucionar de raíz el problema”.
Observó que “así como obtuvimos la ley de femicidio, que en nada frustró ni disminuyó esta clase de delitos, que cada vez son más violentos y en más cantidad; la ley de armas, que trata de terminar con las armas registradas, ¿en qué afectó el arsenal de los delincuentes? El nuevo Código Penal, que la oposición lo votó para administrar más justicia, en algún sentido ha significado un beneficio a favor de aquel que comete un delito. Y el ciudadano honrado ¿para cuándo? El que va a trabajar bajo la lluvia, con frío, ¿para cuándo? Es por estos motivos que se impulsa la reforma del senador Larrañaga”, y proclamó que “es por los sin voz que se debe agregar, junto a la lista de preferencia, cualquiera sea esta, la papeleta del SÍ a Vivir sin miedo”.
Evaluó que si Luis Lacalle Pou es ungido presidente, “se reunirá desde el primer día con los jefes de Policía para hacerse cargo y hacer cumplir la Ley. La ciudadanía no tiene nada que temer, sino todo lo contrario, encontrará seguridad y confort para desplazarse por cualquier barrio o lugar y a cualquier hora. Los únicos perjudicados serán los que trafican con el delito, las drogas, hurtos, rapiñas, la misma muerte. Estos sí sentirán la mano firme y con autoridad del Estado que frustrará, de forma anticipada, la concreción del delito, y, de llevarlo a cabo, le caerá con todo el peso de la ley que propone la reforma constitucional Vivir sin Miedo”.
Apuntó que “es la oportunidad que tiene el ciudadano de tomar una decisión directa que fustigue a la delincuencia y no tan solo quejarse de que no se hace nada al respecto. Allanamientos nocturnos. ¿Por qué? Muchos delincuentes usan casas para la venta de droga, como las denominadas bocas de pasta base. El proyecto prevé habilitar que la ley posibilite a que los jueces, cuando haya sospechas, puedan ordenar este tipo de medidas para combatir la delincuencia en horas de la noche. Crear la reclusión permanente revisable. Existen delitos de una aberración tal que ameritan una severa respuesta de la sociedad. Se aplicaría a quienes violan y matan a un menor de edad, al sicariato y a los homicidas múltiples”.
Además, “cumplimiento de penas para terminar con la puerta giratoria. Cada año, seis mil presos son liberados y cuatro mil reinciden en el delito; si las penas no se cumplen, hay impunidad”.
“Crear una guardia nacional con militares. Porque estamos ante una situación de emergencia y es necesario tener una nueva fuerza de seguridad pública, una guardia nacional integrada por dos mil efectivos militares. Por todo esto y porque a pesar de que Mario Layera dice que no ve el miedo en la ciudadanía. Es necesaria esta ley. Es lamentable que el señor Layera no tenga empatía con la ciudadanía”, señaló Pizzorno.