“Vamos a buscar siempre generar riqueza; no distribuir la pobreza, repartir la riqueza, pero con justicia. Pasaron demasiados años en los que escuchamos el cuento de que hay que dejar que la torta crezca para después repartir”, dijo a EL TELEGRAFO Daniel Martínez, candidato a la Presidencia por el Frente Amplio.
Pero también tiene en claro que “Uruguay deja de existir y no produce nada, el mundo no se entera” y que “Uruguay es la dosmilava parte de la economía mundial. No movemos la aguja”.
Propone “ver hacia dónde va la acción estatal, apoyando determinados sectores, los que tengan mejores posibilidades en el mundo de hoy, donde un suizo gasta el 60% en la adquisición de conocimiento. No podemos seguir mirándonos el ombligo y no podemos apoyar todo, porque no tenemos los recursos para eso y porque no es para nada inteligente”.
REDUCIR UN 2% EL DÉFICIT FISCAL
Martínez también se propone reducir en los próximos cinco años un 2% del déficit fiscal –hoy en 4,9%– “a través de dos grandes medidas”.
“Por un lado lograr que el gasto público crezca menos que la economía. Entiendo que precisamente ahora se torna difícil cuando la economía del mundo se cae a pedazos y se habla que Uruguay crecerá entre un 0,4% y 0,5%. Pero hay que mirar en derredor también, con una Argentina muy golpeada y con Paraguay, que era un ejemplo, con una caída del 3%. Sin dudas, no hay que olvidar, Chile tiene la inflación y déficit fiscal controlado pero es el país más inequitativo de América Latina y eso no precisamente un logro”, explicó. El otro elemento importante para la reducción del déficit, dijo Martínez, es la llegada de UPM. “Sabemos que en los tres años de inversión el aporte al crecimiento del PBI será de 1,5%, 2% y 2,5% respectivamente. Pero cuando la planta esté terminada el crecimiento será del 2% por su producción. Entonces, junto con los 2.000 millones de dólares ya aprobados para PPP (Participación Público Privada) se calcula la recuperación de 15.000 puestos de trabajo que hoy no están”.
Se mostró partidario de recomponer el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y transformarlo en el Ministerio de Desarrollo Humano. Porque es cierto, hay momentos en que hay que dedicarse a combatir la indigencia y la pobreza extrema y eso solo se puede hacer con inversión directa”.
“Pero también es cierto que llega un momento en que hay que entregar una red y enseñar a pescar, ya no dar pescados. De hecho, actualmente hay muchos programas en el Mides que apuntan en ese sentido, Uruguay Trabaja es un formidable programa que va por ese camino”.
Al mismo tiempo hay que “luchar contra quienes son cuarta generación fuera del sistema, que sobreviven de consumir residuos de otros o de clasificación de estos. Sin ninguna educación, porque la educación genera horizonte y este sector de nuestra sociedad no tiene el horizonte de llegar vivo siquiera a los 20 años. Es una terrible realidad, pero hay que recordar que en las décadas del 80 y 90 así como primero años del 2000 la sociedad fue muy excluyente. En estos últimos años se ha reducido la pobreza, hubo avances, pero no los suficientes”.
En la pobreza “los temas son estructurales y lleva mucho tiempo cambiarlos. Hay que convencer a esa gente que de verdad hay futuro. No será sencillo impactar en esas 80.000 personas que viven en condiciones muy malas. Pero hay que respaldarlos y en estos casos hay que llevar los centros de estudio adonde residen y no esperar que sean ellos quienes se trasladen”.
NO HAY UNASOLUCIÓN PARA TODOS
“No existen las soluciones que le sirvan a todo el mundo. Hay algunos que hacen mucho ruido y hacen que parezca que algo le sirve a todos pero no es verdad, nunca lo es”.
“Pero el camino es empezar a cambiar la cabeza. Ya en la década del 50 los países que demostraron mayor inteligencia empezaron a transferir el foco de su riqueza, de los recursos naturales al conocimiento. Hoy es evidente que las materias primas crecen mucho menos que el desarrollo del conocimiento. No creo que Uruguay pueda fabricar aviones, pero si nos especializamos en hacer puertas para aviones y abastecemos ese nicho de mercado, no solo daremos trabajo de calidad a un montón de gente sino que haremos bien uso del conocimiento”.
Recordó que Uruguay “ha desarrollado ya una de esas industrias, que es la del software que el año pasado exportó 1.700 millones de dólares, 900 millones solo a Estados Unidos en tanto Japón es otro gran comprador. Son mercados muy exigentes, pero hemos encontrado una manera de desarrollar conocimiento y venderlo al mundo”.
“Hay industrias que cerraron o que cierran, pero si nos quedamos solamente llorando por los costos internos, el dólar, el combustible, no vamos a progresar. Con eso no digo que no haya sectores a los que apoyar fuertemente, como el caso de los arroceros. El 90% de su producción se exporta pero los valores de exportación son muy bajos. Pasa algo similar con el sector lácteo. Por eso promoveremos un un fondo de garantía, de seguro contra situaciones complejas producidas por los precios internacionales. Hay mucho por hacer, pero sabiendo los límites de nuestra economía”. → Leer más