María Noel Ruba y una nueva experiencia en Portugal

El Leixoes es el nuevo equipo de Ruba en Portugal.
Ruba vistiendo su nueva camiseta en Portugal.

Hace una semana que está en Lisboa, adaptándose a su nueva realidad, la que vivirá hasta el 30 de abril del próximo año.
María Noel Ruba ya sabe de estos de cruzar el océano para jugar profesionalmente al vóleibol en Europa. Y actualmente es una de los seis jugadores uruguayos que se sumaron a clubes de diferentes países en el viejo continente.
“Ya estuve acá jugando en Ribeirense, que queda en una isla llamada Ilha Pico. Ahora volví pero a Lisboa, para jugar en el Leixoes, equipo que es tres veces campeón consecutivo de la Liga Portuguesa. Y vine para levantar la cuarta, si Dios quiere”, dijo la sanducera a EL TELEGRAFO desde la capital lusa, a la espera de que el próximo fin de semana comience la temporada oficial.
Ruba jugará la Liga 2019/20 en Portugal, luego de que hasta hace unos meses jugara con el Villa Dora de Santa fe, que perdió las semifinales ante San Lorenzo de Almagro, aunque finalmente terminó tercero en la Liga Argentina.
“Este año decidí volver a Europa”, dijo. Para ello fueron claves sus contactos en Portugal.
En ese sentido, Ruba comentó que “una compañera que jugó conmigo, Beatriz, me escribió contándome de su vida, diciéndome que estaba en Lisboa, que su compañero estaba trabajando con la rama masculina del Leixoes y que el entrenador de la rama femenina estaba necesitando una jugadora, exactamente una punta – receptora , que es el puesto en el cual juego. Y me puso en contacto con el técnico”, contó.
De ahí en más todo fue rápido. “El entrenador Miguel Coelho se comunicó conmigo pidiéndome videos y el currículo, y en dos semanas cerramos contrato. Fue todo muy rápido. Creo que ahora estoy cayendo en la realidad que no vuelvo a Uruguay por siete meses, pero es lo que me hace feliz y lo que hoy quiero para mi vida. El estudio puede esperar un poco más, ahora tengo que aprovechar que mi herramienta de trabajo, mi cuerpo, aun funciona bien. Después se verá cómo sigue la vida”, explicó.
La sanducera voló a Portugal el 28 de setiembre y el 30 estaba en su nueva casa en Matosinhos y participando del primer entrenamiento.
“Llegué directamente para jugar un título muy importante, la final de la Supertaça de Portugal, la cual se disputa entre el último campeón de la Liga Nacional y el campeón de la anterior Supertaça. Esto fue el sábado 5 de octubre, en medio de mi adaptación al lugar y demás. Me tocó jugar de titular, no se dio el resultado, porque íbamos ganando 2 a 0 y terminamos perdiendo 3 a 2, pero quedé contenta con mi rendimiento y mi capacidad de adaptación. Jugar de titular en un equipo nuevo, con entrenador nuevo y compañeras que aun estoy conociendo es súper complicado”, contó.
María Noel se adapta sin problemas, más allá de que el idioma es de a ratos una barrera a superar, dado que “manejan varios idiomas menos el español”, dado que hay en el equipo no solo locales sino dos jugadoras de Estados Unidos, una canadiense y una brasileña. Igual, “los portugueses se manejan bien con el inglés, y en ese sentido no tengo problemas”.
Tal como sucedió hace algunos años en su primera experiencia lusa, Ruba se choca con una realidad totalmente diferente a la que se vive en nuestro país.
En cuanto a instalaciones, el club cuenta “con un estadio en el que entran tres canchas de vóleibol con sus dimensiones exactas”, mientras que “el gimnasio está muy bien equipado y tiene barras olímpicas”, así como también se cuenta con “la debida suplementación para la semana y para el juego”.
Y está claro que se respira hiperprofesionalismo.
“Acá se toma el deporte como una profesión, un trabajo en el que tenés que cumplir como en cualquier otro”, remarcó la jugadora.
Y a modo de ejemplo tiró que “antes del partido debés saber cuáles son los puntos más fuertes del rival, los más débiles, sus jugadores importantes, las tendencias de ataque, a dónde sacar, a dónde atacar, cómo bloquear y por qué. Y todo de memoria, además de cumplir los entrenamientos al pie de la letra”.
Pero hay una realidad: “A eso viene una, para eso te pagan: magia no podés hacer, pero sí dejar todo en cada entrenamiento, y en cada pelota en el partido”.
María Noel vive en una casa cómoda, que comparte con las extranjeras de su equipo (“tenemos todo, y cada una cuenta con su habitación”, dijo). Desde allí, se alegró de que son varios los jugadores uruguayos que están por Europa.
¿Por qué esto es posible cuando al vóleibol en Uruguay le cuesta desarrollarse en mayores? Para Ruba “hay un buen semillero, como por ejemplo en Paysandú el de Allavena, pero no hay procesos de selección de cinco años, por ejemplo, como lo hacen los demás países, que agarran una camada y le dan hasta exprimirlos, pasan toda una vida jugando juntos desde inferiores a Senior. Se conocen como nadie, juegan con ojos cerrados. Así es el deporte en equipo, no juntarse unos días antes de un Sudamericano solo por participar”.
Y valoró, además, que “la competencia en Uruguay es poca y nada, y no hay buen nivel, por lo que todo es una cadena”.
¿Se puede implementar en el vóleibol uruguayo algunos de los aspectos que se viven en el exterior? Para Ruba “nada es imposible”, pero deja en claro que “es muy difícil y habría que empezar de cero y con mucha dedicación”.
“Se debería cambiar muchas cosas y mentalidades para poder dejar crecer al vóleibol y cualquier otro deporte en Uruguay. Y dejar de lado los intereses personales”, valoró la sanducera, mientras piensa en su debut en la Liga lusa.