A puertas cerradas e imaginando el futuro

Wanderers, al igual que el resto de los clubes del básquetbol sanducero, permanece con las puertas cerradas.

Hablar del básquetbol sanducero a esta altura, como sucede con cualquier disciplina, es hablar de clubes cerrados y de incertidumbre total. Pensar en el reinicio de las actividades es aventurarse demasiado, y ni hablar de abonarse a la idea de imaginar cuándo la competencia podrá ponerse en marcha.
Y mientras, sin actividad social y deportiva, se opta por cerrar las puertas también para minimizar gastos.
“Nosotros cerramos la semana pasada, y hoy (ayer) comunicamos que vamos a estar cerrados por otra semana más. Y así iremos viendo”, remarcó Andrés Silvestre, dirigente de Wanderers, confirmando que “lamentablemente paramos todas las actividades, más allá de las prácticas” de los diferentes planteles.
Al menos hasta hoy, podría decirse que lo único que funciona en la enorme sede de los bohemios es la secretaría, los lunes, miércoles y viernes de 10 a 12 horas.
“Estamos viendo qué resoluciones tomamos, porque ya estábamos cortos en cuanto a dinero, y esto va a ser complicado. Ya se ha enviado gente al seguro de paro. Estamos todos los clubes de la Liga de Básquetbol iguales, todos cerrados”, agregó.
Allavena, el último campeón del básquetbol de Primera División, también tiene las puertas cerradas pero el presidente Aníbal Erramuspe confirmó que será hasta el 13 de abril.
“Hasta ese día está todo suspendido, porque no hay clases al menos hasta ese momento y para nosotros es un indicativo a tener en cuenta”, remarcó el pope vaticano.El club mantiene las puertas cerradas desde el pasado lunes. “Lo habíamos decidido por una semana, pero se decidió extender la medida. Solo ha trabajado una persona, que es la de secretaría, y se mandó a la gente a su casa, varios en seguro de paro”, dijo.
¿Qué sucede con la economía del club? También flota en medio de la incertidumbre. “No sabemos lo que puede pasar, y el tema económico lo vamos a tratar cuando se esté más sobre fin de mes. Después, en cuanto a las actividades, creo que la referencia a tener en cuenta será el día en que comiencen las clases”, remarcó Erramuspe.
En Colón, así como en el resto de los clubes del básquetbol local, todo es soledad. “Está totalmente cerrado”, dijo su presidente Daniel Richard.
“El lunes pasado paralizamos todo, y ya a partir de mañana tampoco va la única persona que teníamos trabajando en el club. Estamos trabajando donde estaba la cancha de bochas, que ahora es un nuevo salón que va a servir también de gimnasio. Se están dando los últimos retoques, pero decidimos que a partir de mañana (hoy) no vaya más nadie”, apuntó.
Hablar del aspecto económico es especular. “Tampoco sabemos qué va a hacer la gente después de todo esto, si va a pagar una cuota. Yo estoy pensando en el tema de los salarios, porque hay que pagar y reorganizarse un poco”, lamentó Richard, quien sumó que el hecho de que las clases en UTU estén suspendidas perjudica sensiblemente al club, dado que el alumnado utiliza el gimnasio. “Esa es nuestra mayor entrada”, resumió.