Los hipódromos de Paysandú, Melo, Colonia y Florida, que conforman el Sistema Integrado Nacional de Turf (Sint), deberán elaborar sus propios protocolos sanitarios con el objetivo de poder retornar a la actividad, según quedó establecido en la reunión llevada a cabo con el director nacional de Casinos, Gustavo Anselmi.
La preocupación de los dirigentes de los cuatro hipódromos fue creciendo en las últimas semanas, teniendo en cuenta las declaraciones de Anselmi en cuanto a que los hipódromos del Interior no podían cumplir con el protocolo establecido, con el que se pudo volver a competir en Maroñas y Las Piedras, aunque sin público.
Ayer, quedó en claro que los cuatro hipódromos tendrán que elaborar un protocolo en conjunto, pero posteriormente afinarlo cada uno a su realidad.
“Hay que armar cada hipódromo un protocolo. Primero uno general, y luego cada hipódromo deberá presentar hasta los planos de la cancha, marcando por dónde van a circular los equinos y demás. Es un trabajo que nos llevará tiempo”, dijo el presidente del Jockey Club Paysandú, Héctor Acland, tras la reunión.
El dirigente estableció además que las exigencias de ese protocolo establecerán “tests para los jockeys, no se recibirá público, habrá que usar tapabocas, se controlará la temperatura”, y destacó que los hisopados para descartar la presencia de coronavirus entre los protagonistas de los espectáculos se irán extendiendo de los jockeys al resto de los protagonistas”.
Acland evaluó que la reunión “tuvo una atención muy buena”, pero como contrapartida “nos vamos sin tener un panorama claro”, más allá de que se trabajará en los protocolos, se enviarán a la espera de su aprobación, pero si se tiene el visto bueno todavía quedará camino por recorrer para que vuelva la actividad. “Y… hay que ver de dónde salen los fondos”, dijo Acland. Es que el tema económico comienza a ser preocupante. Hay que recordar que Casinos otorgó tres partidas de 100 mil pesos a cada hipódromo durante este parate, pero no está previsto que se continúe con esa asistencia.
Y si hay que hacer hisopados, la idea de utilizar los más de 10 millones de pesos que quedaron sin gastar al no haber competencia, presupuestados para ser entregados como premios, quedó por el camino por ahora.
“Esa plata ya no está. No se usó, y lo que queda va a Rentas Generales. Habría que volver a pedirlas. Hoy no hay fecha, no sabemos si los protocolos serán aceptados, y no tendríamos el dinero para afrontar los costos” tanto de hisopados como de funcionamiento, sumó Acland. Y menos todavía si no hay público vibrando pegado a la baranda.
