La voz del público

Se ve, se siente, se supone, certezas o casi, sobre el virus

Los primeros informes fueron desde la China. Existen distintas teorías sobre el origen y la evolución del virus, pero no se ha probado científicamente ninguna. Se le han quemado los libritos a científicos, médicos y otras importantes y sapientes personas del mundo.
Cunden las informaciones falsas y los seudocientíficos. Y cunde también la ignorancia de muchos, que los lleva a defender ideas equivocadas. Todos somos opinólogos, conozcamos o no una pequeñísima parcela de la realidad
Existen profundas contradicciones sobre medicamentos y tratamientos. Es muy difícil llegar a un acuerdo. Se está usando el procedimiento de ensayo y error, porque nadie tiene seguridad de nada.
Existe mucha gente que no sigue las normas de precaución impuestas por la necesidad. Persiste el miedo, en especial entre los mayores de 65.
Parece que los niños tuvieran inmunidad, con pocas excepciones. Es como si este virus quisiera eliminar la población de viejos, que somos muchos. (Abundan las poblaciones envejecidas).
El virus arrasa con fronteras, riquezas, credos políticos, religiosos, filosóficos, colores, sin discriminación alguna. Realmente es democrático, además de globalizador.
Ha revolucionado las mentes y los corazones de la gente, sin mirar a quién.
En todo el mundo, el virus ha atacado con más furia en los lugares más industrializados y más contaminados, en suma, en los de mayor riqueza.
Miles y miles de personas han demostrado empatía y solidaridad. Pero también siguen existiendo muchos a quienes el prójimo les importa un bledo, y aprovechan para sacar un provecho propio. Como algunos que exigen mejores retribuciones personales, sin mirar que hay miles sin trabajo, desesperados porque no tienen el pan de cada día, que hay empresas pequeñas que se están hundiendo, que hay mucha gente con grandes dificultades económicas en distintas actividades.
El encierro obligado ha llevado a muchas personas a la desesperación, a la depresión por la falta de contactos sociales, al suicidio de algunos. Y ha acrecentado las situaciones de violencia, familiar y de las otras.
Ha perjudicado también a muchos niños, que ansían volver a vivir como antes, sin tantas restricciones, que ansían volver a disfrutar con compañeros y amigos.
La enseñanza online es demasiado fría, y no todos pueden acceder a ella, por diferentes motivos. Los niños con dificultades de aprendizaje, difícilmente puedan aprender con esta metodología. La presencia real del maestro es indispensable, para que se realice un buen aprendizaje.
Los maestros han visto acrecentada su responsabilidad, con clases online y presenciales, y realmente, no estaban preparados para esta emergencia.
Se anuncian nuevos brotes del virus y el mundo se estremece con terremotos, incendios, guerras en ciernes, volcanes en erupción, tremendos desacuerdos entre gobernantes de las grandes potencias.
Y dentro de esta dramática situación mundial, la naturaleza reverdece. El aire y el agua se han vuelto más límpidos, y los animales salvajes, que siempre fueron muy perseguidos, han salido en libertad por calles, campos, ríos y mares.
Como dice un sociólogo portugués, este virus es un pedagogo cruel. Nos enseña que la única manera de librarnos de él y de otros que seguirán, es reconciliarnos con la naturaleza, protegiendo los recursos naturales y haciendo stop al terrible deterioro ambiental.

Sanducera