Realizaron en Paysandú investigación sobre Aprendizaje Basado en Proyectos

Ana Giles y Gabriela Gilardi fueron las docentes sanduceras que aplicaron la investigación con grupos de Química yBiología de los liceos 2 y 5 de nuestra ciudad.

A través de un proyecto financiado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII)), se desarrolló en Paysandú una investigación comparativa sobre la aplicación del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP). El estudio se llevó a cabo con grupos de tercer año de Ciclo Básico de los liceos 2 y 5, en las materias de Química y Biología, respectivamente, durante el año pasado y ahora se están dando a conocer los datos resultantes.
El proyecto se puso en marcha en el año 2017, cuando se presentó al segundo llamado del Fondo Sectorial de Educación, de ANII, por las profesoras Gabriela Gilardi, Ana Giles y Griselda Firpo, quien desde Montevideo ofició como supervisora, mientras que las sanduceras fueron las aplicadoras de la investigación.
Durante todo el año 2018 participaron en capacitaciones para “aprender a investigar”, ya que reconocen que “cuando nos formamos no nos enseñaban nada de investigación”. A la vez fueron dando forma a la idea, que cuando nació tenía por objetivo “solamente trabajar competencias científicas”, dijo Gilardi a EL TELEGRAFO.

INÉDITA

La idea de comparar la metodología de ABP, contra la “Educación tradicional” (como la definieron para la investigación), no tenía antecedentes en el país, al menos desde el punto de vista de los estudiantes.
A grandes rasgos, “ABP apunta a generar un ambiente de trabajo y un clima en el que el alumno se sienta cómodo y se abra al aprendizaje. No es ni mejor ni peor, es una metodología diferente, donde el alumno tiene otro protagonismo, hace que el alumno sea partícipe de su aprendizaje”, explicó Gilardi.
“Va acompañada de una idea de aprendizaje distinta a la que traíamos desde años atrás. Acá la enseñanza es ayudar a aprender, más que transmitir conocimientos. Eso también tiene que hacer un ‘click’ en el docente, para ayudar a que el alumno aprenda”, agregó Giles.

APLICACIÓN

Para comenzar la investigación se definieron los grupos con los que trabajarían. “Tomamos dos grupos cada una, Ana es profesora de Química, yo soy profesora de Biología, cada una aplicó Aprendizaje Basado en Proyectos en un grupo, y educación más ‘convencional’ en el otro. Nosotros le llamamos ‘Educación Tradicional’ para diferenciar”, indicó Gilardi.
Su compañera acotó que “trabajamos con grupos del liceo 2 y del liceo 5, buscamos que fueran grupos similares, de acuerdo al monitoreo educativo del CES (Consejo de Educación Secundaria), como forma de poder comparar”.
Con los cuatro grupos durante todo el año fueron haciendo intervenciones. “Se aplicaron pruebas estandarizadas, ya validadas, las sacamos de las pruebas Pisa, las liberadas del 2006; fueron distintas pruebas que evaluaban las mismas competencias. Buscamos evaluar la competencia científica, la autorregulación del aprendizaje. Usamos también un cuestionario MSLQ, validado por (Karina) Curione para Uruguay”.
La investigación también midió la percepción de los estudiantes, “cómo vivían ellos las distintas metodologías de trabajo”.

RESULTADOS

Los resultados de la investigación no fueron los que las docentes esperaban, por razones que tienen identificadas, pero de todos modos el trabajo permitió sacar varias conclusiones.
“Los resultados de las competencias científicas no nos dieron lo que nosotros esperábamos. Pensamos que una de las causas es que la muestra es muy chica”, dijo Gilardi.
Giles expresó que “en realidad no hubo diferencias significativas en cuanto a la adquisición de esas competencias aplicando una u otra metodología”. Una de las posibles explicaciones es “la edad de los estudiantes, una media de 14,6. A esa edad hay determinadas competencias que todavía no las pueden desarrollar por su madurez cognitiva, esa puede haber sido una variable. Por ahí también tendrían que haber sido más años de investigación, o más asignaturas”, agregó.
También consideran que fue muy acotada la experiencia al aplicarse ABP en solamente una de las once asignaturas del curso.
Donde encuentran que sí se sacaron conclusiones firmes fue en la parte cualitativa.
“Surgieron algunos aspectos sobre la autorregulación (de aprendizaje), que en realidad no era inicialmente nuestro foco y terminó siendo sobre lo que obtuvimos más información”, dijo Gilardi.
“En organización del ambiente dio más alto la Educación Tradicional: la organización del espacio, el tener los materiales, lo que se corresponde con una educación más memorística. Es a lo que están más acostumbrados, también”, dijo.
Giles explicó que “en ABP uno les da como cierta autonomía y no están acostumbrados, por dos razones: por la dinámica que ya traen y por la edad. No están acostumbrados con 14 años a autogestionar su aprendizaje. Capaz que a los 18 sí, pero a los 14 están acostumbrados a que los guíen más”.

ROLES Y ESTRÉS

Eso provocó, dijo, que “al principio como que se sintieron desbordados, pero fueron madurando ese proceso, y lo vimos claramente al final en el ‘estrés’ de los estudiantes. Al final del año el nivel de ansiedad, en cuanto a las opiniones, se había manifestado con más cansancio, más estrés y más agotamiento los que trabajaron por ET con respecto a los de ABP, que a esa misma altura del año manifestaron más entusiasmo, más ganas de seguir. Por supuesto que había un cansancio de fondo del año, pero era distinto”, aseguraron.
Gilardi destacó que “también en ABP se vio que la organización entre ellos y la búsqueda de ayuda fue muy superior. Se corresponde con los lineamientos de trabajo de uno y otro”. Además “se apreciaron mucho los roles, donde cada cual se dedicaba a lo que le interesaba más: aquel que le gustaba hacer el resumen y se encargaba de escribir, el que le gustaba el celular y la computadora o era mejor diseñando. En ET los tenés a todos igual haciendo el mismo trabajo y a veces se destacan unos más que otros”, planteó Giles.
“Capaz que la elaboración de texto es lo que más les cuesta, pero si le hubiese dado para hacer un powerpoint de pronto lo hacía mejor que el otro”, agregó.
Las docentes consideran que sería interesante volver a evaluar en el futuro cómo siguen estos grupos. “Al haberlo hecho puntual un año como que no tiene tanta incidencia. Tal vez si lo hubiésemos hecho por más tiempo, con estos mismos chicos, pero eso implicaría otra investigación, mucho más grande”, indicó Giles.