La selección Sub 17 volvió a los entrenamientos tras la caída en Treinta y Tres, y ya piensa en recuperarse para sobrellevar estas semifinales y quedarse, en casa el próximo sábado a la hora 16, con el pasaje a la final.
En el Complejo Don Bosco fue tiempo de autocrítica. Del cuerpo técnico y también de los jugadores, que a la hora de analizar lo sucedido en la primera semifinal, se tuvo en claro que se trató de un mal partido, de una tarde para el olvido. Y se puso sobre la mesa lo más importante: las ganas de levantarse y de dar vuelta la historia.
“Analizamos lo sucedido, saben los jugadores que no tuvimos un buen partido, pero esto es parte del fútbol. Pero por sobre todo están las ganas de poder superar la situación y dar vuelta las cosas en casa”, dijo el DT Álvaro Ilaharregui.
Después, fue tiempo de la entrada en calor, y de trabajar en aspectos técnicos. No faltó el fútbol en espacios reducidos, mientras quienes tuvieron más minutos realizaron trabajos regenerativos.
Hoy será tiempo de hacer hincapié en el aspecto físico, y en situaciones fundamentales para la concepción de fútbol que tiene el equipo, como lo es la salida desde el arco con la pelota en los pies, la presión y la definición.
Mañana será tiempo de fútbol en el Estadio Artigas, el jueves se volverá al escenario para hacer fútbol pero con correcciones por parte del cuerpo técnico, y el viernes se cerrará la semana con definición, pelota quieta, repaso táctico y algo de velocidad.
La Blanca chica tendrá dos desafíos por delante: el primero, dar vuelta ese 2 a 0 en contra cosechado en el partido de ida. El segundo, trabajar para no recibir goles, teniendo en cuenta que los goles de visitante pueden resultar claves a la hora de definirse la clasificación. El objetivo, entonces, será doble: hacerse fuerte en los dos arcos para poder soñar con llegar a la final de la Copa Nacional de Selecciones.
