Día: 1 de octubre de 2020

En plena pandemia de COVID-19, son varios los países de América Latina, como Argentina y Brasil, que están batiendo récords en materia de exportaciones agropecuarias, mientras a futuro se mantiene una expectativa creciente de consolidación y aumento de esos registros.
Por otro lado, la crisis sanitaria aumentó las presiones mundiales por garantías de alimentos seguros y de una relación responsable entre producción y medio ambiente.
Se espera que ambos asuntos ganen cada vez más terreno y puedan generar oportunidades para una armonización de procesos, aunque también amenazan servir de plataforma para la escalada del proteccionismo, lo que representa también un riesgo para la seguridad alimentaria global.
Esas fueron las alertas lanzadas por dos respetados especialistas en comercio internacional con amplia experiencia en negociaciones agrícolas: Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro Exportador de Cereales (Ciara-CEC), y Marcos Jank, titular del Centro de Agronegocios Globales de la escuela brasileña de economía y negocios Insper, que participaron de un diálogo virtual con el director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero.
Para los expertos, la adopción de la exigencia COVID-free por importadores de China y la Unión Europea muestra que esta tendencia puede reforzar una ola proteccionista, que ya se presentaba antes de la pandemia a través de discursos refractarios al comercio global que han herido conquistas históricas del sistema multilateral.
“La comida no transmite COVID. Es algo arbitrario, contra lo que tenemos que luchar y fortalecer la OMC (Organización Mundial del Comercio), que hoy está muy débil, y tenemos que mejorar la relación con Asia”, dijo Jank.
“El primer efecto de la pandemia fue la baja de precios. El segundo es que todos los gobiernos quieren ganar las próximas elecciones y necesitan una rápida recuperación económica, que puede no incluir la promoción del comercio internacional, por lo tanto, podemos visualizar algunos inconvenientes”, indicó Idígoras, que ve una tendencia de aumento del proteccionismo.
“El concepto de salud pública de un tercer país puede estar condicionado a la exportación, por ejemplo, en China, donde podemos perder acceso. Algunos países europeos están instituyendo el standard COVID-free adoptado por algunos supermercados. Son aspectos que van a crecer”, completó.
En Europa, agregaron, además de los temas sanitarios, los asuntos ambientales también deben convertirse en barreras reales al comercio, como señaliza la resistencia de varios países de la Unión Europea, y del propio Parlamento Europeo, en ratificar el acuerdo comercial con el bloque sudamericano Mercosur.
Por eso, los especialistas recomendaron fortalecer, en el corto plazo, la sanidad y los temas ambientales, simplificar y digitalizar el comercio, y crear cadenas regionales de valor.
“La pandemia profundizó la crisis y el comercio exterior se está digitalizando. Esto implica la revisión de los sistemas actuales, de las certificaciones, fiscalizaciones y habilitaciones. Tenemos que revisar todo eso, ya que el mundo hoy exige transparencia y confianza”, evaluó Idígoras.
“Salimos de los primeros meses de la crisis del COVID con exportaciones muy positivas para el agro y sin desabastecimiento, pero hay problemas con los que preocuparse. El comercio multilateral está en una crisis profunda”, dijo Jank.

COMERCIO INTRARREGIONAL

El director general del IICA, en tanto, planteó preocupaciones por los bajos niveles de comercio entre los países de América Latina y el Caribe.
“El comercio intrabloque en nuestro continente es reducido, incluso por debajo en términos relativos del practicado en África. Nuestro comercio equivale a 14,4% del total de las exportaciones, mientras en la Unión Europea el comercio intrabloque es de 60%”, comparó.
Al comentar esta situación, Idígoras se refirió a la necesidad de facilitar el comercio y de construir cadenas de valor regionales, mientras Jank subrayó que esos porcentajes bajos reflejan los escasos niveles de integración.
“No sólo Europa es ejemplo, sino también América del Norte y Asia, que tienen más integración en las cadenas de valor”, indicó Jank, quien reforzó también la importancia de corredores bioceánicos desde el Atlántico al Pacífico, para integrar y mejorar infraestructuras y construir salidas a Asia. → Leer más

San Gregorio Ganadera, una de las cabañas más ganadoras de la reciente Expo Prado, con varios destaques en las pistas de las raza Aberdeen Angus y Polled Hereford, realizó con éxito ayer su remate anual en la propia cabaña del departamento de Soriano.
Los recientes antecedentes en la principal muestra agropecuaria del país fueron el “imán” principal para atraer a criadores de diferentes puntos del país. La cabaña obtuvo en Angus el Gran Campeón, la reservada Gran Campeona y Tercera Mejor Hembra, así como en Polled Hereford el Reservado Gran Campeón.
Los negocios estuvieron a cargo de escritorios Coco Morales y Pagés Mañay Negocios Rurales, y vendiéndose con administración propia.
En cuanto a la raza Aberdeen Angus, se vendieron 55 toros Aberdeen Angus a U$S 3.444. Los 20 toros PI a un valor promedio de U$S 4.010. El máximo fue U$S 6.000 por el RP 039 (Courage), adquirido por Alex Porto y mínimo de U$S 3.100. Los 35 SA: se colocaron entre 3.650 y 2.500, promedio U$S 3.120.
Además, se vendieron 30 dosis de semen del “Pipo”, Gran Campeón Angus de Expo Prado, a U$S 50 cada una, adquiridas en lotes de a 10 por Gabriela y Verónica Abella, Pablo Niell y Germán Morixe.
Las 21 vaquillonas Angus PI a un promedio de U$S 4.055. El mayor destaque fue por la venta de una hija de “Capo” en “Brigadier”, comercializada en U$S 8.500 el 50%, adquirida por Los Tapiales y Gonzalo Reynoso. Y tras ella, otra vaquillona (Quebrantador), fue adquirida por la cabaña “El Carimbá”, en U$S 5.000 el 50%.
Otras dos destacadas fueron las ventas del 100% de “Paloma” (Serrucho en Conce), en U$S 7.000, adquirió Nicolás Ruch y en el mismo valor se vendió una hija de Insight, adquirida por la Alianza Genética Frigorífico Modelo y La Rubeta.
Luego se vendieron 7 vacas PI entre 2.350 y 1.250, promedio U$S 1.679 y 49 vaquillonas SA a U$S 1.284 de promedio. En la raza Polled Hereford, los 46 toros hicieron promedio de U$S 3.074, fueron 10 PI entre 3.900 y 2.800, promedio U$S 3.270 y los 36 MH entre 3.350 y 2.500, promedio U$S 3.020.
Respecto a los vientres, 8 vaquillonas PI se pagaron U$S 980; y 50 vaquillonas HS entre 1.000 y 900, promedio U$S 950.

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Con un mercado muy firme y vendedor, el 220° remate de Pantalla Uruguay tuvo un interesante comienzo, destacándose la comercialización de las vacas de invernada.
La primera jornada de ventas realizada desde las instalaciones de la Rural del Prado, comenzó con un martillazo de la firma Otto Fernández, donde se subastaron 2.000 lanares (piezas de cría Merino Australiano) a U$S 51.
Posteriormente se remató a buen ritmo la fila de terneros, aunque desde el consorcio de ventas consideraron que un poco más lento en aquellos ejemplares más pesados, en el entorno de los 220 kilos, que promediaron U$S 2,04.
En lo referente a los novillos de uno a dos años, hubo buena dinámica y se colocó prácticamente todo con algún ajuste de valor, siendo más lento el mercado en los novillos más pesados. Entienden desde Pantalla Uruguay que el ganado bueno y reconocido sigue teniendo una diferencia de precio en cualquier categoría.
Las vacas de invernada fue la categoría más demandada y con mayor agilidad, lográndose un promedio destacado de U$S 1,46 por kilo con un precio máximo de U$S 1,61, dispersándose toda la oferta rápidamente, con agilidad y muy buenos valores.
Ayer se vendieron ovejas con cría al pie entre 51 y 45, promedio U$S 50; terneros de menos de 140 kilos entre 2,26 y 2,20, promedio U$S 2,22; terneros entre 140 y 180 kilos entre 2,32 y 2,05, promedio U$S 2,1; terneros de más de 180 kilos entre 2,07 y 1,82, promedio U$S 1,94; terneros entre 2,32 y 1,82, promedio U$S 2,04; terneros y terneras se colocaron entre 2,52 y 1,85, promedio U$S 2,03.
Respecto a la novillada, ejemplares de 1 a 2 años se pagaron entre 2 y 1,80, promedio U$S 1,85; novillos de 2 a 3 años entre 1,79 y 1,60, promedio U$S 1,71; novillos mayores de 3 años entre 1,60 y 1,54, promedio U$S 1,57; y finalmente las vacas de invernada se despacharon entre 1,61 y 1,30, promedio U$S 1,46.
Las ventas continúan hoy desde las 9, con la fila de vientres arrancando con las terneras. → Leer más