Habrá carnaval solo si el virus quiere

Rio de Janeiro estudia realizar el carnaval 2021 -suspendido para febrero- en julio del año que viene si prospera la vacuna COVID-19. Los carnavales de Corrientes, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay fueron cancelados. El carnaval de Artigas también, lo mismo que el de Melo.
Todos tienen como denominador común ser carnavales de desfile. En Montevideo se suspendió el desfile de Llamadas y se negocia por el desfile inaugural, aunque todo parece indicar que tampoco se realizará. Los carnavales “de esencia”, es decir en los que lo más importante es el o los desfiles, están en jaque en todas partes. El de Venecia (un carnaval de desfile o de exposición) tampoco se realizará.
Pero todos ellos están lejos de la forma en que se celebra carnaval en Paysandú, donde -tristemente- los desfiles han perdido buena parte de su interés.
En Paysandú, la celebración principal es el Concurso Oficial de Agrupaciones de Carnaval, que desde hace año se realiza en el Anfiteatro del Río Uruguay, un escenario para 15.000 personas pero que en sus mejores noches de carnaval ha reunido 2.500. Usualmente, no concurren más de 600, 700 personas. Esto es, la distancia física perfectamente puede respetarse. Asimismo, se puede controlar la temperatura de los espectadores y recoger sus datos personales. Alcohol en gel también puede proveerse sin inconvenientes.
Empero, en las últimas horas la Dirección Departamental de Salud no aprobó la realización del acto de colación de grado del Instituto de Formación Docente que iba a realizarse en el anfiteatro, con una concurrencia de alrededor de 300 personas. Es un alerta. Y es incuestionable que –aunque la ciudad de Paysandú sigue amurallada frente al virus microscópico– en el país el número 100 (casos por día) se repite más de una vez cada semana.
En Montevideo, si bien Daecpu aprobó hacer el concurso con un aforo del 30% del Teatro de Verano Ramón Collazo (1.270 de las 4.235 personas que puede recibir), en las últimas horas la intendenta electa Carolina Cosse ha introducido la misma idea que estudia Rio de Janeiro, posponer la fiesta por unos meses.
Esto a su vez sería apoyado por varios conjuntos que están atrasados en la preparación, porque en realidad no están dispuestos a invertir lo necesario en la preparación de un espectáculo muy caro que no se sabe si se va a poder presentar. Y con mil personas en la platea, resultará complejo recuperar la inversión.
Eso pone en riesgo también la Prueba de Admisión de la que participará Jardín del Pueblo (la fecha prevista es el 7 de diciembre), en el anfiteatro Canario Luna de Montevideo.
En Paysandú, se espera el ingreso del nuevo gobierno departamental, pero queda claro además que la definición corresponde a las autoridades sanitarias. Los conjuntos que están más adelantados en su preparación (excepto rubros como vestuario) son aquellos que el 18 de diciembre deben rendir la Prueba de Admisión, en el anfiteatro.
Lo que sobra es incertidumbre, especialmente porque en Uruguay la cantidad de casos no para de crecer. Pero además, posponer el carnaval para el invierno tendría realidades diferentes. En Montevideo se podría hacer en el Antel Arena (4.500 espectadores con el 30% del aforo), pero en Paysandú solo se podría usar el Florencio Sánchez (150 personas con el 30% del aforo).
Nadie sabe con certeza aun qué ocurrirá, pero también cada sector tiene su opinión. En un escenario impensado un año atrás, el carnaval del Uruguay está en dudas. Como tantas otras actividades. El virus anda rondando. Pucha que lo tiró. E.J.S.