La selección Sub 17 de Pasyandú, vicecampeona nacional, fue el trampolín para que nada menos que 12 jugadores puedan dar el salto al profesionalismo.
El trabajo realizado a lo largo del ciclo, que se extendió por mucho más tiempo de lo previsto dado que hubo un parate por la pandemia de coronavirus, abrió puertas a varios jugadores, que probarán suerte en el fútbol profesional.
Por lo pronto, hay que remarcar que 11 jugadores firmaron o están muy cerca de hacerlo en equipos capitalinos, y que uno cruzó el océano para instalarse en Italia.
Ese es el caso de Giuliano Stagno, quien tras el cierre de la Copa Nacional se tomó el avión rumbo a Italia, para pasar a formar parte de las formativas del Lecce.
Los que se fueron más cerca, a Montevideo, son Tortorella, Pereira y Bassadone, que recalaron en Peñarol; Capdevielle está en Nacional, y Carbajal en Danubio.
Sumando nombres: Enzo Badía debe volver a Boston River para seguir mostrándose; Alzamendi está a un paso de Nacional; Wilkinson en Danubio; Martins en Montevideo City Torque, y Sena e Ilaharregui en Rentistas.
“Es algo que no es común. A nosotros, al menos, nunca se nos había dado que 12 chicos saltaran al profesionalismo. El año pasado no fue ninguno, y el primer año en el que estuvimos en la selección fueron tres”, dijo el entrenador del combinado, Álvaro Ilaharregui. “Algunos ya firmaron, y el resto está siendo seguido por los cuadros de Montevideo, con grandes chances de quedar”, sumó.
Para el DT, el motivo es claro: “Creo que el trabajar en la formación de los chiquilines a lo largo de los procesos, más allá de los resultados, es clave. Y es importante el hecho de que cada vez más se haga un trabajo más profesional, porque ayuda a que los gurises puedan estar más cerca del fútbol profesional”.