En el lugar donde se establecerá el espacio público “Plazoleta 30 de noviembre”, en Entre Ríos y Washington, se colocó una placa en conmemoración del cuadragésimo aniversario del “No” del plebiscito de 1980, a instancias del Centro de Estudios Paysandú (CEP) y la Intendencia de Paysandú.
Entre otras autoridades, estaban presentes el intendente Nicolás Olivera, los diputados Cecilia Bottino y Juan Carlos Moreno, el prosecretario de Industria, Energía y Minería Walter Verri, el presidente de la Junta Departamental, Braulio Álvarez, los exintendentes Mario Díaz y Julio Pintos y el presidente del Frente Amplio de Paysandú, Álvaro Guigou.
“HECHO SIN PARANGÓN”
El presidente del CEP, Rodrigo Deleón fue el único orador. La institución propuso en 2005 “rescatar la memoria colectiva sobre un hecho de tanta trascendencia histórica como la victoria del ‘No’ en el plebiscito del 30 de noviembre de 1980”.
Esa victoria cívica –“hecho sin parangón en nuestra historia nacional que marcó un punto de quiebre para un gobierno de facto que se creía invencible”–, aseguró Deleón, “carece de padres que puedan intentar arrogarse su obtención. Pero tuvo miles de protagonistas, la mayoría de ellos mujeres y hombres anónimos que arriesgando su libertad y hasta su vida pusieron su valioso y gigante granito de arena para esa victoria imposible”.
Recordó el disertante que “en nuestro departamento también existieron muchos ejemplos de esa muestra de valor ciudadano que se comprometió con una lucha que parecía perdida y la transformó en un triunfo inolvidable. Cada uno de ellos colaboró como pudo, cuando pudo y desde donde pudo. No hubo esfuerzo pequeño para un objetivo tan importante. Todo ámbito y ocasión era propicio: reuniones familiares, asado con amigos, salones parroquiales, reuniones con compañeros de trabajo, lo que fuera. Desde colocar autoadhesivos en baños públicos, ómnibus o bares, arrojar volantes en la vía pública o hacer circular textos mimeografiados o cassettes con mensajes políticos e incluso realizar alguna pintada clandestina. Todo sumaba para la lucha por la libertad”.
OPOSITORES A NIVEL NACIONAL Y LOCAL
Subrayó Deleón que “si tuviera que resumir las actitudes asumidas por los opositores a la reforma, elegiría la figura de Wilson Ferreira Aldunate, la del general Líber Seregni y la del doctor Enrique Tarigo. Tres personas que desde sus respectivas circunstancias (el exilio, la prisión y la vida cotidiana en dictadura) fueron una muestra personal de lo enfrentaban muchos compatriotas y se transformaron en un ejemplo de dignidad que debemos atesorar como país”.
Luego recordó también a quienes en Paysandú públicamente militaron por el “No”. “La dignidad no es patrimonio de ningún partido político ni de ninguna ideología, es nada más y nada menos que una actitud frente a la vida que no conoce de tales distinciones. En nuestro departamento también debemos mencionar, entre muchos otros, los nombres de Miguel Saralegui, Juan Carlos Siázaro, Fernando Burjel, Jorge Dighiero, Roberto Cano, Carlos Bertacchi, Severino Pereira Millot, Juan Carlos Gianotti, Jorge Larrañaga, Manolo Varela, Rodolfo Zanoniani, el “Loro” Destéfani, Ricardo Griffin, Víctor Thomasset, Hermes Pastorini, Daniel Durán, Luis Alberto Molina, Nery Bianco, Alfredo Sánchez, Milka Heimen, Rubens Francolino, Juan Olheguy, Hermann Holzman Elhordoy, ´Vitín´ Nóbile y Orgelio Cabrera, entre tantos otros provenientes del ámbito político, sindical o de simple compromiso personal asumido en épocas difíciles”.
LA TRIBUNA DE EL TELEGRAFO
“El periodismo radial sanducero también jugó un papel importante a través de la realización de algunos debates, tarea en la cual quiero mencionar los nombres de Aldo Bayce y Néstor Gerardo Vanzini”, aseguró luego.
“Tampoco puedo ni quiero dejar de mencionar la valiente actitud que tuvo el diario EL TELEGRAFO y más concretamente su entonces director Fernando Baccaro –destacó Rodrigo Deleón–, al permitir que diversas figuras nacionales y departamentales pudieran publicar sus artículos apoyando la opción por el ‘No’. Vienen a mi memoria los nombres de alguna de esas figuras: Rodolfo Zanoniani, Juan Carlos Siázaro, Aníbal Luis Barbagelata, Miguel Saralegui y el propio Enrique Tarigo, quien manifestaba el 20 de octubre de 1980 (o sea antes de la fundación del semanario Opinar) que ‘para mi honor estoy escribiendo en el diario EL TELEGRAFO, que me abrió las puertas cuando en Montevideo se me cerraron las que ya eran las últimas, creo, que me iban quedando’”.
“HABLAR TAMBIÉN DE LO QUE VENDRÁ”
En la parte final de su discurso, el presidente del Centro de Estudios Paysandú aseguró que “este acto no debe ser una oportunidad para hablar, únicamente, del pasado. Debemos hablar también de lo que vendrá, tomando de ese mismo pasado las enseñanzas que nos permitan avanzar como colectivo ciudadano, como departamento pujante y como sociedad desarrollada. Como lo expresara el propio Alexis de Tocqueville (precursor de la sociología clásica e ideólogo del liberalismo), no solamente debemos ocuparnos del mañana sino también debemos pensar en el porvenir. El mañana es tan sólo un fenómeno cronológico, una referencia a un momento futuro que más tarde o más temprano llegará, pero el porvenir es lo que deseamos encontrar en ese futuro y por eso mismo nos interpela y cuestiona sobre que actitud vamos a tomar hasta que se produzca ese encuentro, porque de esa actitud -y por ende, de nosotros mismos- dependerá lo que encontraremos”.
“Si deseamos encontrar la paz, el trabajo y el progreso a los que hace mención nuestro escudo departamental debemos comenzar a trabajar hoy mismo. Al igual que en 1980, cada uno desde el lugar que ocupa y en la forma que pueda, pero al igual que en ese 30 de noviembre, todos juntos pensando, soñando y trabajando por encima de pertenencias partidarias y con un mejor departamento como único objetivo. Esa será, sin lugar a dudas, la mejor forma de honrar el espíritu de unión y de construcción conjunta que permitió de la gesta cívica aquel histórico 30 de noviembre de 1980”, subrayó al final de su intervención.