El rugby se abre paso en la cárcel de Paysandú

La cancha está pronta en la chacra de la Unidad 16 del Instituto Nacional de Rehabilitación.

En un proyecto llevado adelante por el Paysandú Golf Club y Trébol, el rugby se hace su lugar en la Unidad 16 del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). Esta iniciativa en la cárcel sanducera pretende inculcar los valores del deporte de la ovalada y proveer de una actividad deportiva al aire libre a los reclusos.
Según comentó Martín Mendaro, manager de Trébol y el entrenador en la Unidad 16, las prácticas de rugby se iniciaron el pasado setiembre. En un principio acudieron entre 10 a 12 interesados, pero ya ahora suman alrededor de 30. Y esperan que acudan más en 2021.
“Es una muy linda experiencia”, dijo Mendaro con orgullo. El DT señaló que el año pasado tuvieron una experiencia similar con miembros del GRT en tiempos en que Luis Mendoza era el jefe de Policía de Paysandú. Ahora, en la Unidad 16 del INR ha resultado “fundamental” la “presencia de Álvaro Ruiz (encargado de la cárcel), un crack”, que les ha abierto las puertas desde un principio.
Como último avance, en la chacra perteneciente al centro penitenciario –en un terreno que pertenecía a la Facultad de Agronomía, cercano al arroyo Sacra–, armaron una cancha para llevar a cabo los entrenamientos y futuros partidos. El acondicionamiento del terreno de juego, de buenas dimensiones –100 por 70 metros–, tuvo como colaboradores a los propios presos y a los funcionarios del INR.
“Todo lo que sea actividad al aire libre les hace muy bien; me encontré con gente muy respetuosa, con ganas de cambiar de panorama”, aseveró Mendaro respecto a la realidad de sus jugadores. El manager de Trébol dijo que algunos llegaron con ciertos conocimientos de rugby, pero la mayoría no sabía mucho sobre este deporte. El objetivo es “jugar, aprender la filosofía del rugby y sus valores”, añadió.
“Encontré que son compañeros y atentos”, continuó Mendaro. Luego de las fiestas tradicionales de fin de año, la idea es “retomar en enero” y “seguir utilizando la cancha de la chacra” para crecer como jugadores de rugby y también, por qué no, como personas.