Gobierno no instalará un “Estado policíaco”; en 26 días Uruguay pasó de 100 a 500 casos diarios de COVID-19

Con la realización de 4.875 análisis, se detectaron 332 nuevos casos positivos de COVID-19 y constataron el fallecimiento de tres personas.

(Presidencia-Subrayado)
Con el análisis de 4.875 pruebas para la detección de COVID-19, ayer fueron detectados 332 casos nuevos de la enfermedad. 217 son de Montevideo, 41 de Canelones, 20 de Rivera, 16 de Maldonado, 7 de Colonia, 7 de Paysandú, 7 de Rocha, 5 de Lavalleja, 4 de San José, 3 de Cerro Largo, 3 de Florida y 2 de Artigas, informó el Sistema Nacional de Emergencia (Sinae). Hay 3.341 casos activos, con 39 pacientes en cuidados intensivos.
Por otra parte, el Sinae reportó tres fallecidos en la jornada, correspondiente a pacientes de 70, 86 y 87 años, todos de Montevideo. Al momento, fallecieron 95 personas por el virus.
Los departamentos con casos activos son 18: Artigas, Canelones, Cerro Largo, Colonia, Durazno, Flores, Florida, Lavalleja, Maldonado, Montevideo, Paysandú, Río Negro, Rivera, Rocha, Salto, San José, Soriano y Tacuarembó.
El secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, abogó por una baja movilidad de las personas y una reducción en la cantidad de contactos como forma de evitar la propagación de contagios de coronavirus.
Delgado dijo que estamos frente a una de las épocas con mayor movilidad del año. “Si no logramos bajar los números, va a condicionar mucho el tipo de fiestas y de verano que tengamos”, afirmó en rueda de prensa.
Con respecto a las medidas que se anunciarán el jueves, Delgado fue enfático: “si hay algo que el presidente no va a hacer es poner un Estado policíaco, donde a cada uno le estén preguntando a dónde va y en qué condiciones sale, o que los vecinos denuncien porque sale, si va a trabajar o no, o si va a otra actividad social”.
Delgado sostuvo que el Estado garantizará la atención sanitaria y continuará apostando al aumento de la capacidad de testeo y rastreo, y la baja en el tiempo de diagnóstico. Descartó que la atención de la salud esté en riesgo y afirmó que el gobierno ha trabajado para duplicar las camas de CTI. Actualmente, están ocupadas el 55,6% y solo 38 de ellas por pacientes con COVID-19.
Uruguay demoró solo 26 días en pasar de los 100 a los 500 casos diarios de COVID-19 y el quiebre en la curva de contagios se produjo a mediados de noviembre. Hasta entonces y desde el día uno, los positivos subían y bajaban siempre por debajo de los tres dígitos. El 13 de marzo Uruguay registraba sus primeros cuatro positivos, y una evolución gráfica con picos hasta noviembre, incluso con días de cero contagio como el 12 de junio. Entre julio y octubre, los casos iban desde los dos casos diarios a otros con más de 50. El 17 de noviembre se llegó a los 104 positivos. La mayor cantidad de contagios registrados hasta el momento se dieron en personas de entre 25 y 34 años y los menos fueron mayores de 75 años, aunque con tasas de mortalidad más elevadas que en los jóvenes. De los ingresos a CTI, 21 fueron pacientes de entre 65 a 74 años, 18 tenían entre 55 y 64 años, 15 eran mayores de 75 años, y tres tenían entre 35 y 44 años.

PRESIÓN EN EL CTI DE RIVERA

(Radio Uruguay)
En Rivera, ayer volvió a reu-nirse el Cecoed departamental, ante el incremento de casos positivos que llegó a 144 y seis camas de CTI –de un total de siete habilitadas en ASSE– están ocupadas.
El intendente Richar Sanders dijo que están “esperando ansiosamente” las novedades de Montevideo. “En las próximas 72 horas el país va a tomar nuevas medidas y estamos a la espera de eso”, expresó. “Nos tenemos que cuidar mucho más o la situación va a ser más compleja”, advirtió. Carlos Sarríes, director de salud del departamento, recordó que se volvió a la telemedicina y se redujo la actividad quirúrgica.
En Florida también sesionó ayer el Cecoed ante el brusco aumento de casos de coronavirus, que elevó los casos positivos a 37 y uno de los pacientes está internado en el CTI.
El intendente Guillermo López dijo que intensificarán las medidas y anunció el cierre de la Intendencia durante al menos diez días de enero, como forma de bajar la movilidad y los contactos. Estamos recorriendo con brigadas sanitarias y haciendo operativos en los espacios públicos, agregó.

SIN LICENCIA

(TELENOCHE)
El aumento de casos de coronavirus en Uruguay obligó al gobierno a repensar medidas para evitar escenarios más complicados. El presidente Luis Lacalle Pou solicitó ayer lunes a ministros y legisladores que, dentro de lo posible, no se tomen licencia durante el verano debido al incremento de casos de COVID-19.
El pedido del mandatario es “que estén a la orden” y, en caso de tomarse igualmente días de descanso, permanezcan disponibles para eventuales reuniones de urgencia.

BRASILEÑOS CRUZAN A URUGUAY

(SUBRAYADO)

La intendencia de Rivera refuerza los controles, a partir de las nuevas restricciones en Santana do Livramento, y ante el desplazamiento de brasileños a Uruguay. La situación es propiciada debido a que Bagé y Pelotas, ciudades cercanas a Uruguay, están calificadas como riesgo negro, según las autoridades brasileñas.
A esto se suma que Santana do Livramento, ciudad limítrofe, está en nivel rojo y tiene vigente un toque de queda en el que se establece el cierre de comercios a las 22 horas, pero quienes viven allí aprovechan a cruzar a Uruguay, donde el cierre de restaurantes y bares es a la medianoche.
El sábado llegaron más de 50 ómnibus a la frontera provenientes de Brasil. “Los ómnibus no entran a Rivera, quedan del lado brasilero y nosotros desplegamos funcionarios para hacer cumplir protocolos tanto a visitantes como a comerciantes y empleados”, explicó a Subrayado Carlos Migorena, director de Inspección General de Rivera. “Estamos a lo que dispongan las autoridades de Livramento si en algún momento deciden prohibir la llegada de ómnibus a su municipio, vamos a acompañar esa medida”, señaló.