La primera dotación de científicos y técnicos uruguayos arribaron a la base General Artigas en la Antártida, en un avión Hércules de la Fuerza Aérea, iniciando la Campaña Antártica 2020-2021. Todos llegaron libres de COVID-19, pero el continente blanco ya no está libre del virus –como lo indican autoridades uruguayas– al detectarse los primeros casos en la base chilena.
Precisamente el ministro de Defensa Nacional, Javier García, destacó al despedir la delegación que “la Antártida es un continente que está libre de COVID, entonces con esa particularidad y también con la adecuación de los números, en menos, para poder acotar los riesgos pero al mismo tiempo poder cumplir con las tareas que se llevan allí, estos 32 científicos y técnicos inician su viaje”.
“Aquí van personal del cambio de dotación que van a estar allí todo el año, va personal que va a hacer mantenimiento de la base, de Antel, de OSE, de la UTE, técnicos en materia de antenas, y aparte los investigadores, que van para la cobertura de 9 de los 18 proyectos en ejecución y para ayudar en el mantenimiento de los siguientes”, agregó. Todos los participantes realizaron un aislamiento preventivo durante 14 días en el complejo de vacaciones Salinas. Allí fueron hisopados y recién tras dar negativo –libre de contagio de virus– fueron autorizados a viajar.
Para realizar el viaje se han ejecutado tres protocolos, el PS35 aplicado en Montevideo antes de partir, el Pset, la escala técnica en Punta Arenas donde la dotación no bajó a tierra –como era habitual– sino que solamente se cargó combustible, y el PS62, aplicado en la isla Rey Jorge, donde se ubica la Base Científica Antártica Artigas.
CONTAGIOS EN CHILENOS
Chile decidió el envío de una misión sanitaria a su base en la Antártida, después que apareciera un posible brote de COVID-19 entre el personal de sus Fuerzas Armadas, en la base general Bernardo O’Higgins, tras una visita operativa del buque de la Armada “Sargento Aldea”. La nave comandada por el capitán de navío Gastón González, inició la travesía con más de 200 efectivos de la Armada.
En Punta Arenas, al comienzo del recorrido, abordaron la nave algunos miembros del ejército chileno para apoyar en las tareas. Días después, al volver a Punta Arenas dos soldados dieron positivo a COVID-19. Pero lo más complejo surgió en el buque “Sargento Aldea”, que continuó hacia el puerto de Talcahuano, en la región del Biobio, pues unos 35 miembros de la Armada han presentado sintomatología asociada a la enfermedad, razón por la que el buque se mantiene en alerta y todavía no recala en su destino a la espera de los resultados de los exámenes PCR.