El presidente de la Agencia Nacional de Vivienda (ANV), Klaus Mill von Metzen, visitó la oficina departamental y se reunió con el intendente Nicolás Olivera a fin de avanzar en soluciones para los barrios IC, entre otros acuerdos que la agencia lleva adelante con los gobiernos municipales.
Consultado sobre las inquietudes por la concreción de nuevos planes habitacionales, mientras la cantidad de habitantes –tanto a nivel nacional como departamental– se mantienen estables, Mill precisó que “la demanda proviene de las parejas jóvenes, hogares unipersonales o familias monoparentales que buscan una solución habitacional. Eso explica la extensión de las ciudades, en tanto no aumenta la cantidad de población en el país”.
Explicó que la generación de nuevos programas actúa como un efecto “de derrame en todas las ciudades porque es fácil construir algo nuevo una vez que se obtienen los servicios básicos como luz o agua antes que ir y construir en el fondo del terreno de la casa de los padres o residir en distintas estructuras ya existentes desde hace años. El área urbana no posibilita nuevas construcciones, salvo en las ciudades donde hay viviendas abandonadas que requieren soluciones rápidas. De lo contrario, la ciudad se va expandiendo”, dijo a EL TELEGRAFO.
El jerarca manifestó la necesidad de “concientizar para que las ciudades no avancen mucho más y comenzar a llenar los espacios que quedaron desocupados o con viviendas vacías. Lo interesante no es simplemente reconsolidar, sino que tiene que llevar un pienso tanto municipal como nacional. Ver las nuevas condiciones que se le darán a esa área a consolidar”. Mill estimó el déficit habitacional “entre 60.000 y 70.000 viviendas, si bien no existe un censo”, aclaró.
Un plan
La pandemia sanitaria amplió el concepto y “nos enseñó que necesitamos tener aire. Las ciudades, generalmente no están pensadas de esa forma y es necesario comenzar a discutir qué es lo que se pretende”.
En este sentido, Mill expuso el planteo de los amanzanamientos. “Paysandú tiene la posibilidad de contar con manzanas grandes, con corazones de manzanas muy vacíos. Hay que buscar la forma de ocuparlas con más aire, más verde y darle más vida al espacio para que no se derrame hacia afuera. Esa es la razón de tanta expansión”.
Ejemplificó que Fray Bentos crece en forma paralela a su eje principal, “mientras que Paysandú cuenta con el plan Vilamajó que creó inteligentemente una zona urbana, una zona periurbana o suburbana y una zona de chacras que hoy se ocupa con cooperativas. Estaba previsto el crecimiento ordenado. Fue una visión de hace unos 80 años sobre la forma de planificar las ciudades y Paysandú es la única ciudad del Interior que tiene un plan urbanístico sobre el cual crece”.
La Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial realiza una actualización junto a las intendencias y los técnicos de la ANV “para atender este aspecto que no solo afecta las áreas relacionadas con los recursos naturales, sino zonas inundables y áreas costeras. Debe ponerse un fuerte foco y debe trabajarse para evitar que la ciudad crezca libremente. Las carteras de tierras de las intendencias son fundamentales para tener una fuerte incidencia en la política territorial”.
Con Olivera
Mill, acompañado por el encargado de Comunicación de la ANV, Nelson Gianoni, se reunió con Olivera “para solucionar los aspectos relacionados a la vivienda que le compete a la agencia. La ANV proviene de la reestructura del Banco Hipotecario y en el marco de esa reestructura se crearon los fideicomisos que pasaron a ser administrados por la agencia. Con esos fideicomisos, pasaron los complejos IC de propiedad de la Intendencia que administra la agencia”.
