Reina por tres: Yulimar Rojas no anduvo con chiquitas

Yulimar Rojas se quedó con una triple corona en salto triple: oro, récord mundial y olímpico.

La expectativa era enorme, y la venezolana Yulimar Rojas la devolvió con creces y a lo grande. La reina del salto triple lo confirmó con un salto de 15,67 metros en la final de los Juegos Olímpicos, para no solo quedarse con la medalla de oro sino, como quien no quiere la cosa, establecer el récord mundial y también olímpico. Reina por tres.

El rayo es italiano

La prueba madre de los Juegos Olímpicos, los 100 metros llanos, ya tiene nuevo dueño: el italiano Marcell Jacobs se quedó con la medalla de oro con un tiempo de 9.80.

Jacobs, que es nacido en Texas de madre italiana y padre estadounidense, le dio al país europeo la posibilidad de ingresar por primera vez en un podio de los 100 metros. Y nada menos que con una medalla de oro. Jacobs se convirtió en el primer atleta europeo que se proclama campeón olímpico en la línea recta desde el británico Linford Christie en Barcelona 1992. Superó al estadounidense Fred Kerley (9.84), plata, y al canadiense Andre De Grasse (9.89), bronce.

Compartir el oro

Los Juegos Olímpicos viveron una jornada inolvidable si se tiene en cuenta cuál es el espíritu de la cita.
El italiano Gianmarco Tamberi y el catarí Mutaz Essa Barshim quedaron igualados en la final de salto alto, y si bien tuvieron la posibilidad de desempatar, decidieron compartir el primer puesto.

Después de fallar en el intento de 2,39 metros y terminar igualados en la marca 2,37, los dos atletas decidieron rechazar la posibilidad de llevar a cabo un desempate y ambos se subieron al primer lugar del podio en salto alto.

Una vez que las autoridades avalaron ese pacto, el italiano le dio un gran abrazo a Barshim y se cayó al suelo de emoción. Esto se debió a que Tamberi, de 29 años, llegó con lo justo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tras una lesión complicada en el tobillo. En su festejo se vio el yeso que usó durante su recuperación.

Primer caso de dóping

La noticia que siempre aparece: se detectó el primer caso de doping positivo en los Juegos Olímpicos de Tokio.
En este caso se trató de la nigeriana Blessing Okagbare. La corredora fue expulsada de la final de 100 metros tras encontrarle “hormonas de crecimiento” en un test antidopaje, según comunicó la Unidad de Integridad de Atletismo (AIU).