Doctor Marcelo Luaces: “El Alzheimer es una pandemia, un problema sanitario, de género y de derechos humanos”

Doctores Gustavo Curbelo y Marcelo Luaces.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala a la enfermedad de Alzheimer como una de las diez principales causas de discapacidad, dependencia y mortalidad en el mundo. Es, además, el principal motivo del deterioro cognitivo además de un problema sanitario y económico. Es decir, una pandemia, aunque requiere –justamente en tiempos de otra pandemia– una visibilidad como tal, para comprender la magnitud del problema. Particularmente, en una población con tendencia al envejecimiento, baja natalidad y alta expectativa de vida. Justamente, lo que pasa en Uruguay.

El 21 de setiembre se conmemoró el Día Mundial de esta enfermedad y enmarcado en el mes de promoción de hábitos saludables, se realizó la actividad denominada “Milla Dorada”, con la participación de la comunidad sanducera bajo la consigna de atacar a uno de los principales factores de riesgo, como el sedentarismo.
Cada año se diagnostican unos 10 millones de pacientes a nivel global, en Uruguay hay aproximadamente 60.000 y en Paysandú, se estiman que son unos 2.000.
Hasta el momento, no se ha desarrollado una terapia farmacológica efectiva. Es decir, no hay cura para esta enfermedad. Sólo es posible identificar los factores de riesgo y promover la estimulación cognitiva e interaccióin social para retrasar sus efectos.

En Uruguay y el mundo

El doctor Marcelo Luaces integra el equipo de técnicos de Atención de Alzheimer Paysandú (ADAP) y precisa que “si manejamos una población de más de tres millones de personas, debemos decir que en Uruguay hay alrededor de unas 60.000 personas que padecen demencia. O sea, es un Estadio Centenario colmado o el Coliseo romano. Y presumimos que en Paysandú hay 2.000 personas con demencia pero no están diagnosticadas”.

ADAP tiene una trayectoria de pesquisamientos de la enfermedad y participación activa en las Ferias de Salud, que se llevaban adelante en la ciudad e Interior del departamento, antes de la pandemia. Con los ajustes que requirió la contingencia sanitaria, debió cerrar sus puertas y retomar sus talleres con familiares y cuidadores de pacientes.
“En ADAP no solo brindamos asesoramiento y talleres a autoridades u otras instituciones, sino que buscábamos factores de riesgo con las pesquisas para acercarnos a más personas. Porque si presumimos que hay 2.000 personas con Alzheimer, hay que ir a buscarlas”, dijo a Pasividades.
A nivel mundial, “cada tres segundos aparece una persona con demencia. Hablamos que, para el 2050, afectará al 22% de la población mayor de 60 años. Por eso, decimos que es una pandemia”. Luaces explicó que “Uruguay tiene baja tasa de natalidad, baja tasa de mortalidad y la esperanza de vida es muy alta. Alrededor de 80 años, por lo tanto tenemos una población envejecida”.

Transiciones

Luaces precisó que, al momento de definir la enfermedad, “hay dos conceptos, uno de transición epidemiológica y otro de transición demográfica”. En el caso de la primera, “es cuando en 1900 moríamos de enfermedades transmisibles, como el cólera o la fiebre amarilla. Con el advenimiento de los antibióticos y una alta pertenencia al sistema de salud –es incluso muy alto en comparación a la región– la esperanza de vida aumentó hasta llegar a los registros de hoy”.
En Uruguay, “las mujeres viven unos 5 años más que los hombres. Por eso, también, decimos que estamos frente a un problema de género porque el envejecimiento prevalece en la población femenina y, a su vez, la mujer generalmente se ocupa de cuidar a los pacientes con demencia”.

Explicó que “cuando hablamos de demencia, tenemos que saber que 7 de cada 10 personas que padecen demencia, son casos de Alzheimer. Y en este caso, completamos la transición demográfica porque las primeras causas de muerte, son enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares, patologías tumorales y accidentes de tránsito”. El país “es un fenómeno bastante extraño en el cono sur, porque nacemos, vivimos y morimos como los que se encuentran al norte del ecuador”.

Síntomas

“Cuando aparecen los primeros síntomas del Alzheimer, es que la enfermedad comenzó 20 o 25 años atrás en esa persona. Por eso, el objetivo de la ‘Milla Dorada’ –una idea del doctor Gustavo Curbelo, director técnico de ADAP– es cumplir con el objetivo de caminar 150 minutos a la semana para prevenir el sedentarismo. Al actuar sobre este factor, se actúa sobre el cerebro”, dijo Luaces.

Por esa razón, “hay que llegar a los familiares y cuidadores que se hacen cargo de la persona y asumen costos. Si bien no es una enfermedad transmisible, la demencia es tan invalidante como el ACV y ocupa el segundo lugar en el ranking. Por eso es importante crear conciencia”.
La educación y concientización a través de talleres, “educará a familiares y otras personas que deseen interesarse en una pandemia. Y la denominamos así, porque trasciende los límites y se da en todos los países del mundo”.

La prevención de los factores de riesgo pasa por la frase que reitera Curbelo cada vez que se refiere al tema: “lo que le hace bien al corazón, le hace bien al cerebro”. “Es prevención de riesgos cadiovasculares, colesterol, diabetes, alcoholismo, tabaquismo, sedentarismo, obesidad, traumas o golpes en la cabeza, depresión y aislamiento social. Además, hay que romper estigmas cuando hablamos de las enfermedades mentales y recordar que a esta se la llamaba Mal de Alzheimer”, agrega. La presencia del doble estigma es “ser viejo y demenciado por poseer una patología invalidante. Porque todo lo relacionado con la salud mental, ocasiona miedo en la sociedad. Es mucho más fácil decir que tengo diabetes a que me diagnosticaron síntomas de Alzheimer. Y si voy al siquiatra, la gente le pone su impronta. Lo importante es derrumbar esos estigmas y empoderar, tanto al paciente como a sus cuidadores, de los autocuidados”.

Salud

En esta oportunidad, Luaces ejemplificó la necesidad de desarrollar una buena salud dental para mejorar la calidad de vida del paciente. “Permite que las personas continúen hablando cómodamente y con confianza, disfruten de comer, mantengan confianza en su apariencia y no sientan dolor. También se cuentan las razones médicas, porque para controlar los efectos secundarios de medicamentos tomados para la demencia y sus síntomas, se deberá mantener una nutrición adecuada y minimizar las fuentes de microorganismos que luego pueden involucrar a otras partes del cuerpo”, detalló. Luaces destacó que no minimizará los problemas de comportamiento: “Tales problemas incluyen un desinterés en evitar los alimentos, morderse el labio o la lengua por ausencia de piezas dentales y rechinamiento excesivo de dientes. En las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer, la atención dental se centra en la prevención. La limpieza dental y el uso del hilo dental puede evitar la necesidad de procedimientos extensos más adelante”.