El movimiento en el Estadio Centenario es inusual. También su aspecto por fuera, y ni hablar por dentro. Mientras en los alrededores los vehículos de las escuelas de conducir copan la avenida Ricaldoni, el ruido de los escombros viajando por túneles de chapa hacia el exterior del monumento al fútbol mundial ensordece.
Al mirar hacia arriba, las torres de iluminación están totalmente desnudas. Afuera, las tareas de hidrolavado no cesan, mientras en un sector de la Tribuna Ámsterdam se optó por probar los colores con los que podría ser pintado el escenario en su exterior.
Los tractores van y vienen del exterior hacia el interior del estadio, donde los trabajos pueden apreciarse más claramente.
Igual, en el acceso al estadio, ya no existe nada en el hall principal. Apenas se mantiene la columna con la placa en homenaje a José Nasazzi.
Así se trabaja en el máximo escenario futbolístico del país pensando en las finales de la Copa Libertadores y de la Copa Sudamericana que se desarrollarán en el mes de noviembre, los días 27 y 20, respectivamente.
EL TELEGRAFO tuvo la posibilidad de visitar el escenario, y está claro que los mayores cambios pasan por la cancha. Las instalaciones serán remozadas: el hall de ingreso, los vestuarios, el sector de prensa, los palcos y los baños serán hechos a nuevo. En las tribunas se limpiarán todas las butacas, y las torres de iluminación contarán con nuevas luminarias leds, de última generación.
Y la cancha espera ser la vedette. Se levantó, se modificó el sistema de riego, y es cuestión de horas para que comiencen a colocarse los panes de césped que llegaron desde Brasil.
Los bancos a Paysandú
Los bancos de suplentes del Estadio Centenario también serán cambiados. Y los que luce actualmente serán enviados a Paysandú para ser colocados en el Estadio Artigas, según se indicó a EL TELEGRAFO.
“Se cambiaron para una eliminatoria, allá por 2008 o 2009. Son todos acolchonados, pueden lucir algún sponsor. Son muy cómodos, de acuerdo a las exigencias FIFA en ese momento, que eran 22, y estaban con sus respectivos acrílicos de fondo y de techo a ras de la cancha, que en aquel momento no se quería estar más por debajo de la misma”, dijo el exdirector de CAFO, Mario Romano, quien describió “de memoria” el material que llegará próximamente al Estadio Artigas.