Premio para nuevo libro de Carlos Blanco Fadol

La portada del libro publicado por el sanducero.

El libro “La sonrisa oculta de la música”, del sanducero Carlos Blanco Fadol, obtuvo el sello Talento de la editorial Caligrama, al haber logrado el primer premio en el certamen que otorga esta distinción. Tras el reconocimiento, el escritor fue seleccionado para firmar ejemplares en la 80ª Feria del Libro de Madrid, una de las más importantes del mundo, donde estará presente el domingo 26, al mediodía.

En los primeros capítulos del nuevo libro, el nombre de Paysandú aparece en numerosas oportunidades, dice Blanco Fadol desde Alicante, España, donde reside desde hace muchos años. “Siempre atento para informar a mi pueblo lejano los logros de un sanducero con una vida atípica, les ofrezco estas últimas noticias”. El actual es el segundo premio que obtiene de la misma editorial. El anterior había sido por “Reflexiones a orillas del camino”, un libro de pensamientos cuya portada muestra una imagen ilustrada del puente internacional General Artigas, realizada por el también sanducero Oscar Scotellaro. Afirma que la literatura es para él un nuevo camino, “que no había transitado con tanta osadía”, dice. Según ha comprobado a través de las criticas “el libro ha apasionado a los lectores”.

Preparando el regreso

Etnomusicólogo, investigador, compositor, cantautor, multiinstrumentista, inventor de instrumentos musicales, poeta, escritor, humanista, Carlos Blanco Fadol es conocido por una multifacética trayectoria que lo llevó a obtener numerosos reconocimientos en Europa, Asia y América. En España ha fundado tres museos de música étnica, y ha reunido una colección de más de 4.000 instrumentos que está entre las más importantes del mundo.

Su libro más reciente es presentado como “un insólito relato de la vida real de un niño huérfano que, al alcanzar la mayoría de edad, partió de Uruguay para recorrer el mundo, llevando como equipaje una guitarra unida a un corazón melancólico y épico. Su periplo, que recuerda en ciertos pasajes a las desventuras del Quijote, está cargado de ingenio, humor, reflexiones, invenciones, aventuras, poesías, investigaciones musicales inéditas y un relato cinematográfico que abarca, desde una vida de nómada cantando en autobuses y durmiendo en bancos de las plazas, hasta ser huésped distinguido de la realeza europea. Aquel joven vagabundo reunió, con los años, una de las mayores colecciones de instrumentos musicales étnicos del planeta, creó tres museos de música y obtuvo dos candidaturas a los Premios Príncipe de Asturias”.

Hace 11 años que Blanco Fadol no viene a Paysandú, pero siempre lo tiene presente. “Lo llevo en mi literatura, en mis invenciones musicales –uno de mis primeros inventos se llama Paysandú–, en mis composiciones y en mi idiosincrasia. El paterno fue el maestro que me inspiraba en las noches de luna, mientras pescaba en el muelle arrullado por el golpeteo de sus aguas en la piedra, mientras mi perro se acurrucaba en mi espalda. Sigo siendo aquel mismo muchacho nostálgico y con el mismo carácter. Por eso, a principios del año que viene regresaré a mi terruño nuevamente. Mis amigos están partiendo poco a poco y eso me recuerda que el tiempo es la sustancia con que está hecha la vida”.