“Para nosotros es fundamental la defensa de esos puestos de trabajo, que se mantengan, que cada trabajador que esta en este proyectos no pierda su empleo”, dijeron a EL TELEGRAFO Pablo Abisab, secretario de asuntos laborales, Christian Quinteros de la Secretaría de Prensa y Propaganda y María Acheriteguy, de la Comisión de Finanzas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep), refiriéndose a la situación de los trabajadores de los Centros CAIF cuya gestión de personal está en manos de la Fundación A Ganar.
“Esos trabajadores no integraban nuestro sindicato pues estaban en dependencia laboral directa con la Intendencia de Paysandú. A partir de los cambios producidos a principios de año, cambiaron de subgrupo en los Consejos de Salario y ahora si lo integran”, destacaron.
“Los compañeros pasaron por una situación dramática al final del año pasado y de un día para el otro se presentó el peligro de quedarse sin trabajo, en muchos casos después de entre diez y catorce años. Lo que consiguieron fue firmar un contrato por un año que termina el 31 de diciembre. Y que continúen trabajando el año que viene no está garantizado”, subrayaron los representantes de Sintep, que en la víspera realizaron una asamblea de afiliados en Paysandú, después de hacer una similar en Fray Bentos.
Tras asumir la gestión de personal la Fundación A Ganar, “comenzamos a actuar como sindicato, pues ahora están en el subgrupo 16, el nuestro. Vimos que habían firmado un contrato que a nuestro entender tenía algunas cuestiones que precarizan el trabajo. En ese proceso estamos. En primera instancia se convocó a la Fundación A Ganar a una reunión tripartita con el Ministerio de Trabajo, en la Dirección Nacional del Trabajo. Amparado en la negociación colectiva se nos pidió continuar la negociación de manera bipartita. Hemos mantenido varias reuniones y en pocos días tendremos una nueva instancia”.
Aseguraron que “heredamos una situación bastante compleja. Para nosotros es relevante que cada uno de los trabajadores mantenga sus derechos laborales. Como sindicato cuando asumimos la representación de los trabajadores que tienen contratos firmados y un convenio que terminó con finalización de la relación laboral con la Intendencia de Paysandú a partir de que se les hizo firmar una renuncia; un verdadero disparate. Ahora estamos evaluando toda la situación en su conjunto. En principio, en el primer renglón de la defensa, está el mantenimiento de puestos de trabajo. Después otras situaciones que quizás vayan por otros carriles”.
“La próxima instancia será de intercambio acerca de lo que opinamos, más allá de esto, nosotros no aceptaremos que haya un trabajador que no continúe con su fuente laboral, a no ser ante un caso de manifiesta mala conducta”, aseguraron ante el próximo encuentro con representantes de la Fundación A Ganar y al mismo tiempo aseguraron que desde la fundación se les ha asegurado que “todo va por los carriles que corresponden, que seguramente las trabajadores van a continuar trabajando. En ese proceso estamos y también para eso estamos acá”.
EN PLENA NEGOCIACIACIÓN EN CONSEJOS DE SALARIOS
Sintep agrupa a siete subgrupos de trabajadores. Están afiliados los centros de primera infancia privados (jardines), colegios y universidades privadas, centros de enseñanza técnica, comercial y academias de choferes, centros de enseñanza para persona con capacidades diferentes, enseñanza de idiomas y centros de enseñanza no formal (CAIF, Clubes de niños, Centro juvenil, Centros Siempre).
En estos días desde la directiva sindical “realizamos una recorrida por diferentes partes del país para realizar asambleas, porque el sindicato tiene representación a nivel nacional, para informar ante la nueva ronda de salarios. Hemos pasado dos años bien particulares como se sabe. Terminada la ronda puente que se dio con este gobierno, por un año, ahora estamos en plena negociación de salario y condiciones de trabajo para los próximos dos años; concretamente el período julio 2021 a junio 2023”.
“Donde tenemos más peso claramente es en la enseñanza formal y no formal. Aunque también ahí hay diferentes realidades, no solo dentro de los colegios. Hay un conjunto de realidades distintas. No es lo mismo un colegio en Montevideo donde accede gente que tiene mucho poder económico que un colegio en un barrio con carencias”, en la medida que “son realidades son distintas”.
EN PAYSANDÚ, ESCASA AFILIACIÓN EN ENSEÑANZA PRIVADA FORMAL
En el caso de Paysandú, lo mismo que en otros departamentos del Interior, “hay mucho miedo de afiliarse al sindicato en instituciones de enseñanza privada formal”. Y en ese marco plantearon el ejemplo de una trabajadora de ese sector, que conocieron durante su recorrida por el país, que tiene “un contrato a término por 10 años en colegio, pero se le paga menos del salario establecido en ese contrato. Además no cobra antigüedad y aunque el contrato es por 10 años, en cada diciembre se le hace una liquidación como egreso y se la ingresa en marzo. Pero tiene miedo de reclamar porque se enfrentaría a la posibilidad de perder el trabajo, porque son pocos y todo el mundo se conoce. Esta es una realidad difícil de resolver”.
En el caso de los afiliados, “el sindicato sirvió como respuesta en el momento de la pandemia para que tuvieran la posibilidad de regularizar su trabajo si lo hacían distancia, para que se pagaran sus salarios. En abril de este año, en todo el país, fue el quinto sector más afectado con 7.000 trabajadores en el seguro de desempleo”.
