La noticia del accidente sufrido por Laura Juan, exdirectora de Cultura de la intendencia y actual vocera del Grupo de Familias Binacionales, tuvo eco en todo el país y la región al ponerse de manifiesto la angustia que llevaba acarreando hacía dos años por no poder ver a su familia que reside en Concepción del Uruguay. Ya dada de alta, aunque con muchos dolores por el impacto, Juan se recupera junto a su hija y nietos en el vecino país después de haber caído siete metros de un puente cuando transitaba ruta 14 de Argentina.
En tanto, integrantes del Grupo Puente, que también reclaman por la reapertura del puente, dieron a conocer un comunicado en que lo que ocurrió los hace “explotar de bronca, impotencia e indignación”.
“Todos sabemos ya lo ocurrido con el accidente a Laura Juan. Su familia y amigos más cercanos relataron a la prensa y a toda la ciudad lo que pasó. En las manifestaciones, varios habíamos hablado con ella personalmente o por teléfono y sabíamos muy bien la desesperación y la angustia que la envolvía por no poder estar cerca de las personas que más ama. Esa historia se repite en la gran mayoría de las personas que están sufriendo esta situación. Escuchamos a nuestros compañeros decir frases como ‘estoy esperando unos días más a ver si abren el puente porque no me animo a manejar hasta Salto’, o ‘tengo libreta pero nunca maneje en ruta’, o bien ‘si no abren el puente me voy a tener que mandar a dar toda la vuelta’…”, indican. Constantemente “vemos las gigantescas consecuencias de estas medidas ‘sanitarias’ que llevan a las familias al borde de la desesperación y desencadenan hechos como los de ayer (por el miércoles). Explotamos de bronca, indignación e impotencia al enterarnos de que ni siquiera dejaron pasar a su hijo para que pudiera llegar de forma urgente con su madre en esas circunstancias. Cada vez es más evidente que las medidas que se toman aseverando que son para cuidarnos, están destruyendo a muchos de nosotros. Están destruyendo una de las cosas más sagradas que tenemos los seres humanos, consagrada en las constituciones de ambos países: el derecho a la familia”.
Asimismo, expresaron que cada vez es más fuerte “la sensación de que están separando a las familias, de que están vulnerando los derechos más básicos de las personas. Cuando quieren mueven cielo y tierra para modificar leyes o aprobar decretos. Cuando quieren, pueden. No estamos pidiendo ayuda, no estamos pidiendo subvenciones, estamos pidiendo que por favor que nos permitan recuperar nuestra vida. ¿Cuánto más tenemos que gritar? ¿Cuánto más tenemos que sufrir este muro imaginario que nuestras autoridades han levantado en el puente que se supone fue construido para unir dos ciudades hermanas?”
Por su parte, cuestionan sobre cuántos accidentes más tienen que ocurrir “para que entiendan las consecuencias de las decisiones que se toman”. “Esperamos sinceramente que este lamentable hecho ayude a que las personas que tienen competencia para hacer desaparecer ese muro imaginario entiendan como están afectando esas decisiones en nuestras vidas. Esperamos sinceramente que ningún hijo más tenga que recibir esa llamada. Esperamos que las personas que tienen que escuchar escuchen, y podamos volver a abrazar a los que más queremos en este mundo que son nuestras familias”, comentaron en la carta.
