La violencia y el acoso escolar, algo a lo que los padres deben estar atentos

Ciberacoso, redes sociales y bullying, temas que deben ser seguidos de cerca por las familias.

Todos los primeros jueves de noviembre –en este caso fue la semana pasada– se conmemora el Día Internacional contra la violencia y acoso escolar, incluido el ciberacoso, una problemática que cada vez se da con mayor frecuencia y preocupa y ocupa tanto a las autoridades de la enseñanza como a los profesionales que están en el tema.
“Veo adolescentes que han pasado por situaciones de mucho bullying en la escuela y tienen el autoestima muy deteriorada”, señaló la psicóloga y terapeuta cognitiva conductual, Fernanda Sosa. El avance de la tecnología, las redes sociales y algunos descuidos familiares son algunos de los puntos a atender a la hora de observar si alguno de sus hijos o del entorno familiar está atravesando una situación de violencia o bullying en el centro de estudios.

Hay ocasiones en los que los niños no logran expresar lo que les sucede en la escuela, pero se manifiesta desde otros aspectos, que deben tener la atención de sus familias. Un ejemplo de ellos es cuando no quieren concurrir al centro de estudios aduciendo diferentes razones, o lloran al momento de ir, o “se generan crisis de angustia en la escuela que los tienen que ir a buscar”, explicó la profesional.
“Si no lo expresa no es tan difícil de detectar si uno presta atención”, aseguró Sosa. En ocasiones se los trata de gordos, por lo que luego prefieren no comer o tienen una mala alimentación, otro de los síntomas puede ser no conciliar el sueño.

“Hay miedos que son propios de cada edad, pero si son demasiado miedosos, no tienen amigos, no participa en clase por miedo a que se rían de ellos; hay cosas básicas que uno tiene que ir viendo”, señaló la profesional.
“Cuando hay un cambio brusco de ánimo, explota en llanto o en furia por algo pequeño, tal vez es por algo que viene de antes”, explicó.

En los adolescentes se puede dar en algunas oportunidades cortes en los brazos, hay casos de anorexia o bulimia, no comen o lo hacen con mucha ansiedad. “Hay depresión en niños, por ejemplo cuando no se quieren levantar o no quieren hacer ningún tipo de actividad ni con los padres, o no quieren si quiera que lo abracen”, añadió. Sosa recomendó además que a la hora del baño, los padres observen a sus hijos cómo llegaron de la escuela dado que la violencia puede darse en forma verbal o física.

“Acoso reiterado”

El bullying “es un acoso reiterado e intencionado, no es algo de una sola vez y es una conducta violenta”, indicó la psicóloga. Puede ocurrir que un grupo de dos o tres niños tomen a otro para realizarle burlas, señalarlo, decirle cosas.

“Los chiquitos a veces no entienden porque no se les explica de que eso no está bien”, explicó. Reírse constantemente o aislarlo al punto de que en los recreos nadie juega con él o no lo elijan para realizar determinada actividad, son algunos de los puntos a tener en cuenta para saber si se está frente a un caso de bullying.

El físico y las redes

Consultada Sosa sobre cuáles eran los casos de consulta más recurrentes no dudó en señalar que es el físico. Asimismo, añadió que algunos estudiantes que son inteligentes reciben algún tipo de burlas por aquellos que no estudian, pero “lo más frecuente es lo físico y entra la comparación”, aseguró.
“Ver chicas en maya con poca edad a través de las redes sociales es tremendo”, dijo sorprendida la psicóloga. “Le dan importancia a la cantidad de ‘me gusta’ o de corazones que reciben y eso se define en el autoestima”, añadió.
Además está la competencia de tener más seguidores o amigos. “Entran en comparaciones en tener muchos amigos, que en muchas ocasiones ni los conocen, el hecho de ser populares los hace sentir bien más que nada en adolescentes”, explicó.

En consultas también se pueden ver cómo, celular mediante, se toman fotos durante la clase y en el grupo que tienen a través de WhatsApp se envían fotos, surgiendo así “el escrache en redes sociales”.
Las relaciones prematuras es algo que preocupa también a los profesionales de la salud. “Existen relaciones tempranas, estimulados también porque tienen acceso a todo, y en muchas ocasiones hay rupturas tempranas por celular, a través de un mensaje”, dijo Sosa.

Ciberacoso

El ciberacoso es cuando una persona sigue constantemente a través de una red social a otra, en ocasiones también se crean cuentas falsas para seguir teniendo contacto con la persona. En muchos de los casos, son personas mayores, en donde se registran síntomas psicopáticos, según indicó la profesional.

“Ciberacoso de exnovios, de compañeros, puede generar estrés, miedo, ira, frustración, sentimiento de estar indefenso”, explicó Sosa.
Estas situaciones de ciberbullying o acoso, “es algo negativo para las personas, que pueden generar además nerviosismo, ansiedad, más aún en una etapa delicada tanto en niños como adolescentes, a quienes les afecta el rendimiento, puede tener dificultades para empatizar o confiar en otra persona, o incluso puede llegar a conductas delictivas, a la ingesta de alcohol o droga en exceso”, añadió.
“El acoso puede llegar a la muerte de la persona que está siendo acosada”, alertó Sosa, por lo que los familiares tienen que estar atentos a las redes de sus hijos debido a que la preadolescencia y la adolescencia “es una edad influenciable”.

En este sentido, la profesional recomienza que los adolescentes no pongan fotos en tiempo real en sus redes, o que tomen fotografías del frente de su casa, con número de puerta y de calle dado que “es muy peligroso, en la adolescencia uno piensa que no le va a pasar nada, pero no es así”.

Algunas consecuencias

Las consecuencias más importantes son la baja autoestima, miedos como a la exposición hablar en público, la sociabilidad, miedo a ser rechazados o lastimados nuevamente. Asimismo, pueden desarrollar trastornos de la alimentación y de la conducta.
“En la adolescencia se pueden ver más fuertemente las repercusiones de lo sucedido en la niñez con trastornos de la alimentación, depresión, abuso de sustancias”, explicó Sosa.