“En el vertedero hace muchos años que pasan muchas cosas, y lamentablemente ninguna de ellas felices”, sentenció el intendente sanducero Nicolás Olivera entre sus intervenciones en el llamado a sala promovido desde la Junta Departamental por el Frente Amplio, y en el que explicó el tenor del proyecto en marcha para cambiar la gestión del Vertedero Municipal.
A juicio de Olivera, se han sucedido en este contexto “hechos desgraciados, hechos tristes”, y en esos casos “uno tiene que tomar decisiones”. Recordó que en la anterior administración “un funcionario municipal fue apuñalado, recordamos inversiones de millones de pesos que se perdieron en el camino, la falta de gestión, los problemas ambientales, no hubo una sola acción hasta el momento buscando erradicar la precaria situación social y habitacional vergonzante para el departamento, como lo es el asentamiento pegado al vertedero”.
Inversiones privadas
Evaluó que para la oposición “hace ruido” que se hable de inversores, “que hace años que no venían a Paysandú”, y subrayó que la responsabilidad asumida lo lleva a adoptar decisiones al “habernos encontrado con una situación de total abandono del vertedero, a la mala gestión, problemas sociales, donde hay informes de la administración saliente de que tenía incluso una fecha de caducidad. Pero sabiendo que habrá una fecha de caducidad no había una sola decisión tomada previendo esa situación, y había una política del remiendo”.
Subrayó que ante la falta de empleo en Paysandú, una de las primeras acciones adoptadas por su administración fue gestionar que vengan empresas, “y para generar empleo lo que tenemos que hacer es traer inversores para que confíen e inviertan en Paysandú”, y en este contexto dijo que se enmarca la decisión respecto a la gestión del Vertedero Municipal para que realmente sirva a los objetivos trazados.
“Salimos a buscar inversores, porque el otro modo es quedarnos sentados cruzados de brazos a esperar que llueva, a esperar que caigan”, como entiende se hizo por la anterior administración frenteamplista, al ni siquiera contestar el email de la empresa Sandeco del 14 de febrero de 2020, por el que se proponían inversiones y generación de empleos vinculados al tratamiento de los residuos, en tanto destacó que esta oferta llegó de la mano del estudio de VL consultores (Vouille y Lafourcade).
Acotó que era “para comenzar a resolver el tema de los residuos” pero “la respuesta fue el silencio, la desidia, un ‘no me importa’, y nunca más se supo de esto hasta que nos enteramos que esto estaba en la vuelta. No nos quedamos esperando, fuimos a buscarle y preguntamos que es lo que querían hacer”.
De ahí que “en el marco de la Ley 17.555 de iniciativa privada, capaz que palabra tabú para algunos, en un expediente público de la Intendencia, que puede consular cualquier persona, a 195 días de asumir, se presenta esta iniciativa privada a la Intendencia, que lo que busca es proponer un servicio. La ley dice que cualquiera que pueda tener una buena idea, depende de que la administración pública decida llevarla adelante, pero si es una buena idea, lo que se hace es aprobarla. Luego hay un proceso competitivo, en base a un pliego de condiciones, en base a normas del Tocaf que regulan la contratación pública”.
“La licitación por supuesto es controlada por el Tribunal de Cuentas y fue así que aprobamos esa iniciativa. Acto seguido en el expediente 4634 del año 2021 –69 días después de haberse aceptado la iniciativa privada– se emitió la resolución 2203 de 2021 por la que la Intendencia adquiere una máquina bajo patente similar a la que está instalada en Florida, porque esta Intendencia de Paysandú ha decido caminar un proceso primero de valorización de los residuos –porque hoy se está enterrando dinero– y queremos que puedan ser reciclables, que pueda tener un valor, un tratamiento diferencial al que le estamos dando hoy, demasiado agresivo con el medio ambiente. Y a aquello que no tiene valor darle otro tipo de disposición final, que es el prensado, donde la ecuación va a terminar siendo en volumen de 5 a 1, y el encapsulado, en base a una cápsula de material de tres capas, se hacen unos bolsones de dos y medio a tres toneladas cada uno, con una disposición final mucho más amigable con el medio ambiente”, explicó el jerarca.
Eso le permitió al departamento de Florida, entre otras cosas, cerrar su vertedero, “y en el caso de Paysandú además se piensa en un sistema en el que las personas van a estar trabajando en un ambiente controlado, con normas de seguridad social, y obviamente con elementos de protección y no en la situación caótica que se venía dando”, dijo.
Fijar un rumbo
“Por lo tanto hicimos lo que teníamos que hacer: tomar una decisión como intendente, fijar un rumbo, adquirir la máquina en base a recursos propios genuinos, y comenzar un proceso que va a ser competitivo, en tanto en pocos días va salir una licitación, donde las empresas podrán ofrecer la gestión de la máquina que la Intendencia adquiere, la valorización de esos residuos, con propuestas económicas sobre la inversión y los empleos que incorporarán, así como otros procesos que se puedan acumular vinculados a lo orgánico e inorgánico, así como otro tipo de residuos”, apuntó el intendente sanducero.
“A lo que apuntamos es a cerrar el vertedero, y que lo que hoy tiene el vertedero, que es basura al aire libre, taparlo como nos indique la antigua Dinama, y obviamente entrar en el camino donde uno pase por ahí y vea otra cosa muy distinta a la que hoy ve y que venimos viendo desde hace muchos años”, reflexionó.
Asimismo se crea un registro municipal de empresas debidamente habilitadas para la gestión de residuos reciclables dentro de la formalidad, lo que “no es una concesión ni estamos entregando nada, sino que lo que estamos haciendo es poner un poco de orden en aquella política del far west, donde todo el mundo entraba al vertedero y pasaba lo que pasaba”, sentenció Olivera.
