La ola de COVID-19 de la variante ómicron “nos encuentra con personal preparado, con procedimientos y protocolos ya armados y en una etapa de normalización de la asistencia. Hay que recordar que estuvo incompleta durante unos cuantos meses al inicio de la pandemia. Ahora se encuentra en una etapa de normalización”, indicaron el presidente y la directora técnica de Comepa, Esteban Pereyra y Verónica Laurino.
“Estamos enfrentando dos cosas: por un lado la normalización de la atención de salud y por otro la cantidad de pacientes que están consultando por síntomas o contactos”, subrayan.
Ante el aumento de casos “es necesario brindarle tranquilidad a la población, no hay que desesperarse. Hay pautas establecidas, hay medidas que se ejecutan dependiendo sean personas con síntomas o asintomáticos convivientes o que han tenido contacto con un positivo. En este último caso alcanza con quedarse en su casa con analgésicos. No es necesaria otra medida”.
CONTACTARSE DE PREFERENCIA POR TELÉFONO
Al igual que otros prestadores de salud, Comepa aprecia un aumento en la demanda de atención presencial en el primer nivel, que es adonde se dirigen los usuarios. Eso es considerado algo negativo y perjudicial para quienes necesitan asistencia por patologías diferentes a la COVID-19. Ante esto, como ya ocurriera en fases anteriores de la pandemia, se pide que se evite concurrir y se prefiera la consulta telefónica.
“Contamos con varias vías de acceso a la atención. La puerta del servicio de Urgencia y de policlínica establecen lo que es el primer nivel de atención, lo mismo que lo hace la atención a domicilio. Pero agregamos un 0800 3898 para atender telefónicamente a requerimientos relacionados por la COVID. Ante esto, pedimos a la población que utilice de manera preferente el servicio telefónico porque la búsqueda de atención presencial sin haber pasado primero por la telefónica nos está provocando aglomeraciones no deseadas. Y si un usuario tiene síntomas importantes puede dirigirse al servicio especial por calle Colón, donde será rápidamente atendido por nuestro personal especializado. Ahora si se trata de pedir un certificado, solicitamos que no concurran presencialmente, porque estarán dificultando la atención a quienes realmente lo necesiten, por patologías diferentes a COVID”.
De todas maneras, el servicio 0800 se usa intensamente, lo que ocasiona a su vez demoras en la respuesta a los usuarios. Pereyra y Laurino indican que “por nuestro 0800 3898 recibimos más de dos mil llamadas diarias. Hay un atraso en la respuesta a los usuarios, eso lo asumimos, pero al mismo tiempo solicitamos que se considere que nuestro call center especializado está sobrecargado y debe atenderse primero las llamadas más urgentes. Pero tenemos que darle la seguridad a todos que sus necesidades serán satisfechas a la mayor brevedad posible. Nos llaman para solicitar turno para hisoparse, para recibir indicaciones sobre la cuarentena, certificados médicos, certificados de alta médica. Todas las llamadas son tomadas con la misma seriedad pero damos preferencia a las urgentes. Nuestras líneas telefónicas funcionan perfectamente, solo tenemos alguna demora en la respuesta, lo que además ocurre con muchos prestadores de salud en todo el país”.
Igualmente aseguran que también “mantenemos la atención plena en todo nuestro circuito del interior también, aun cuando se siente la sobrecarga tanto en Guichón como en Piedras Coloradas, Quebracho, Merinos, Chapicuy. En todos los lugares donde tenemos filiales estamos dando respuesta”.
PROFESIONALES TAMBIÉN SON CONTAGIADOS
En lo que refiere a la atención interna, las operaciones quirúrgicas “han continuado en forma normal. Nos pusimos al día con casi 500 cirugías atrasadas, sin dejar de realizar las que fueron surgiendo. Ahora –lo mismo que otros prestadores de salud– nos encontramos en un cuello de botella, pues también profesionales anestesistas están contrayendo COVID, o sus convivientes, por lo que deben pasar a cuarentena. Es un problema, pero hasta el momento no hemos tenido que reprogramar cirugías”.
IMPORTANCIA DE LA VACUNA
“Ómicron es más contagiosa y es menos virulenta que las variantes Delta y P1. Pero igualmente influye negativamente y puede ser muy grave especialmente en personas que no se han vacunado o tienen vacunación incompleta”, aseguran.
“No nos cansamos de decirlo, no se entiende por qué negarse a la vacunación. No se critica al gobierno ni a la legislación, pero si fue posible declarar obligatoria la vacunación para hepatitis B y para el sarampión, de la misma manera podría ser obligatoria contra la COVID-19. Va más allá de la individualidad, es una cuestión social. Y evidentemente hay evidencias claras que la vacuna dio resultado. Todos los estudios a nivel mundial afirman que es imprescindible la tercera dosis, de hecho hay países que van por la cuarta”, agregan.
