Autoridades de la oficina local del Ministerio de Desarrollo Social, encabezadas por su director departamental, Ignacio Ifer, se reunieron ayer con funcionarios dependientes de la oenegé Factor Solidaridad, a cargo de la gestión del refugio ubicado en 19 de Abril 844, a fin de confirmar la continuidad del servicio y la necesidad de aumentar los cupos para recibir a una mayor cantidad de personas en situación de calle.
“Cuando nos enteramos por la prensa del reclamo de los trabajadores y del cartel colocado al frente del edificio que anunciaba el cierre, nos reunimos con el referente de la oenegé. Después, vimos con buenos ojos que quitaron el cartel al otro día. Me comuniqué con los trabajadores y dije que el Mides es de puertas abiertas, me puse a la orden para conversar y me llamaron. Solicitaron una reunión y concordamos en el diagnóstico de lo que falta en el dispositivo”, señaló Ifer a EL TELEGRAFO.
El refugio cuenta con una capacidad máxima para recibir a 33 usuarios y “hoy, en situación de calle, hay aproximadamente unas 55 personas. Cuando llegamos al Mides, ya había un contrato de alquiler por ese inmueble en torno a 76.000 pesos, pero siempre vimos que tiene la capacidad limitada. Al tomar la administración, teníamos unas 60 personas en situación de calle y el dispositivo no daba para cubrir a todos en invierno. En verano esa situación no se nota porque es una población que busca otras formas de pernoctar”.
Ifer reiteró que “no estamos conformes con el lugar donde se encuentra la casa por esa razón. Además, a la oenegé se le vencerá el contrato con el Mides el 25 de julio y entendemos que hay cierta preocupación de los trabajadores. Pero hace un mes me pareció extraño empezar a hablar de un contrato que vencerá dentro de casi 4 meses”.
Continuará
La reunión de la víspera “fue buena porque dejamos en claro que para nosotros lo más importante es el usuario del refugio que, al menos mientras dure esta administración, siempre tendrá un lugar donde dormir. Porque el programa Calle y su dirección no va a desaparecer y nunca estuvo estuvo en la agenda sino mejorarlo y multiplicar sus cupos”.
Explicó que “incluso entre los objetivos, se trata de lograr la inserción de estas personas en la vida social. Por eso, el refugio es transitorio y para algunos pasó a ser permanente porque hay un núcleo de personas que ve al refugio como su propia casa”.
Según Ifer, “con esas personas queremos encarar otro sistema, como el pago de pensiones a quienes atraviesan por ciertas complejidades y por su edad, tienen dificultades para insertarse en la actividad. Hay que diferenciarlos de otras personas que llegan al refugio con consumo problemático de sustancias o patologías siquiátricas o notorio mal comportamiento. Esas complejidades hoy conviven bajo el mismo techo y nunca se diferenciaron dentro del dispositivo”.
Ifer aclaró que “si algún día cambiara de lugar el refugio, no quiere decir que se cierre el servicio para la población en situación de calle. Además, desde la administración anterior se viene renovando el contrato a la oenegé bajo la forma de contratación directa porque si el Mides quisiera, puede hacer un llamado abierto. Por lo tanto, no es el primer contrato que se le vence a la oenegé a cargo del refugio”.
Con los trabajadores
Consultado sobre la respuesta de los trabajadores del refugio al encuentro de ayer, Ifer precisó que acordaron mantener un diálogo fluido con el Mides y la oenegé. “Con ellos concordamos en el diagnóstico sobre la situación de calle en Paysandú, que se registra desde hace tiempo y hay que mejorarlo. A diferencia de la administración anterior, el primer objetivo nuestro es la persona asistida y sobre esa base buscar los instrumentos y los equipos. No es a la inversa”.
Agregó que “a nosotros nos daba la impresión que durante el período pasado se contrataban a los técnicos, pero no se solucionaba el problema de fondo. Y a eso lo vimos, por ejemplo, con las cooperativas sociales”.
