Cual aves fénix

El ministro de Turismo, Tabaré Viera, ha referido durante su reciente visita a Paysandú al Corredor de los Pájaros Pintados, el emprendimiento turístico regional que involucró a los departamentos con costas sobre el río Uruguay: Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro, Soriano y Colonia. Y lo hizo para dar una buena noticia, que es la disposición del Ministerio para que se pueda emplear como marca la denominación Pájaros Pintados.
Pero el secretario de Estado cometió un error, que fue el de confundir el proyecto financiado por el BID –que en realidad fue más de uno, fueron tres proyectos consecutivos a través de los cuales se consolidó el corredor–, con el producto que se generó a lo largo del período de ejecución de esos proyectos. Sí, como da la impresión que Viera se dio cuenta durante la entrevista, Corredor Pájaros Pintados es una marca comercial, cuya propiedad es del Ministerio de Turismo, y no el nombre del proyecto financiado por el BID, que se denominó Programa de Desarrollo de Corredores Turísticos, al menos en su última etapa.

“El proyecto de los Pájaros Pintados tenía fecha de finalización; de hecho ya finalizó, cuando yo asumí ya estaba finalizado, además era financiado por un préstamo del BID que tenía su finalización, las acciones que allí se llevaron adelante tenían una finalización”, dijo Viera. También manifestó que “a solicitud de los propios operadores y de los propios protagonistas en la región surgieron nuevas propuestas y comenzó otro proyecto financiado por el BID que es diferente y que tiene otro nombre”. Aquí cabría solicitarle al jerarca que indique quiénes fueron esos operadores que solicitaron la finalización de ese proyecto para sugerir nuevas propuestas, pero no hace falta, porque bien sabemos que fueron los hoteleros salteños, que añoraban y recuperaron su Destino Termal durante el breve período de gestión de Germán Cardoso, por cuya decisión se deshizo el camino andado para retomar la antigua marca Destino Termas.

Claro, omite Viera que los operadores vinculados al Corredor Pájaros Pintados no eran solo esos, los dueños de los grandes hoteles salteños, sino que había más de 200 operadores vinculados al funcionamiento del corredor desparramados por todo el Litoral. No consta a nadie que se haya hecho una consulta entre todos ellos, en una asamblea como las que se hicieron durante el tiempo que duró, para que se resolviera si se seguía usando la marca o si, en cambio, se retomaba la antigua denominación Destino Termas, como terminó ocurriendo. Claro, cómo se iba a convocar a esa asamblea si de antemano se sabía que nadie, excepto los que promovieron el cambio, iba a aceptar. La forma de hacerlo era desaparecer el Corredor Pájaros Pintados, la marca comercial cuya gobernanza pertenecía a esos 200 y pico de adheridos, y volver a subir los viejos carteles de Destino Termas, en un lanzamiento al que ni siquiera se invitó, ya no a los operadores de lugares cercanos a las termas, ni siquiera a los operadores termales de Paysandú, fue una fiesta pura y exclusivamente del turismo salteño.

Esta voluntad expresada por Viera de permitir que la marca comercial Corredor Pájaros Pintados sea usada por los operadores abre una puerta muy interesante para que se retomen o se sigan trabajando iniciativas que se había puesto en marcha en el territorio. Claro, ahora se dan dos años de ventaja durante los que los operadores vaya si han tenido otros temas de los que preocuparse. Qué dos años.
Dijo que está dispuesto a permitir el uso de la marca Pájaros Pintados en productos generador en el contexto del proyecto. En una entrevista exclusiva con EL TELEGRAFO el secretario de Estado señaló que ese proyecto cayó en su momento porque se cumplió el plazo y se terminó la financiación por parte del BID.

Es cierto, como dice el ministro, que se terminó la financiación y se terminó el proyecto. Y tan cierto es como triste este reconocimiento. Porque si algo interesa a los organismos financieros internacionales, es conocer sobre el impacto que generan en el terreno los recursos que se destinan a los países, es ver qué quedó instalado en el lugar cuando los dineros se terminan, porque esa es la lógica de este tipo de financiamiento, que una vez que se termine el proyecto los actores locales hayan salido fortalecidos. Viera está reconociendo que no, que el Ministerio de Turismo de la República Oriental del Uruguay se terminó la plata que tenía para ese proyecto y cerró la tapa y pasó a otra cosa. No sería sorpresa que en el futuro esto pese negativamente.
Sin embargo el Corredor Pájaros Pintados, o mejor dicho, el Programa de Desarrollo de Corredores, que fue el que financió buena parte de las intervenciones en el territorio, había obtenido excelentes evaluaciones de parte del BID y había dejado establecida en el territorio una forma de funcionar, una marca bien posicionada, cierta infraestructura bien aprovechada –que se sigue usando, por supuesto, pero “olvidando” por cuestiones meramente políticas su origen en el Corredor–, otras iniciativas que no se llegaron a consolidar, como la Ruta de Sabores y las lanchas, el fracaso más rotundo de todas las ideas que se encaminaron, lamentablemente para el turismo de la región.

Este gesto de Viera, de permitir el uso comercial, apenas emparcha el daño que se hizo al tirar por tierra no el proyecto, que es cierto, estaba próximo a concluir, sino la idea de un turismo litoraleño, de un turismo concebido fuera de los circuitos más tradicionales de Punta del Este, Montevideo, Colonia y las termas, un turismo que realmente llegara al interior del interior del país, como Guichón, como San Javier o Nuevo Berlín. Un verdadero “corredor” donde se potencian las propuestas de cada lugar, en lugar de enriquecer a dos o tres operadores que apenas derraman en la sociedad exclusivamente donde están radicados. Todo eso, por el momento, ya no existe más.