“La pandemia fue totalmente negativa”

Capalbo dio su impresión sobre la U18 de Uruguay y algo más.

La visita a Paysandú de la selección U18 de Uruguay que ultima detalles para jugar el Sudamericano en Venezuela que se desarrollrá desde el próximo 21, fue catalogada como fundamental por el entrenador celeste, Marcelo Capalbo, más allá de las dos derrotas cosechadas ante un combinado de Paysandú.
“¿Esto? Es fundamental. Jugamos ante jugadores más grandes, los nuestros están saliendo de dos años sin competencia por la pandemia, que fue algo particular sobre todo en esta categoría”, repasó el entrenador en diálogo con EL TELEGRAFO, pensando más allá de la propia cita continental.
Es que hay que acomodar el cuerpo y recuperar tiempo perdido ante la secuela de la pandemia.
“Para esto es fundamental el trabajo, pero también hablando, siendo autocríticos, mostrando…”, repasó el entrenador, quien dejó en claro que “todo tiene que ser con paciencia, porque van a cometer errores”.

Capalbo transmitió que “para intentar ser competitivos a nivel internacional tenemos que estar siempre al 110 por ciento, porque no nos sobra mucho. Así que intentamos transformar eso, abrazando esa forma de vivir que estos chicos, porque comparados con otras generaciones que hemos tenido, recién están empezando su proceso de formación internacional casi a los 18 años, y es tardísimo”.
Por eso, “cuando llegás a una instancia de éstas (haciendo referencia a los choques ante Paysandú), no venís solo a jugar sino a aprender de la convivencia, de los valores, y de asimilar cosas como éstas, que les gane un equipo con jugadores mayores”.
Es que “todas esas cosas son las que van haciendo al todo. Porque está bien pensar en el equipo, pero no hay que olvidar que el torneo son cinco días y estos chicos siguen de largo. El tema es el aprendizaje que uno les pone delante de los ojos”.

El otro tema es cómo asimilan la situación los jugadores, que recién están viviendo lo que deberían haber experimentado hace tres años. “Es difícil”, aseguró Capalbo, “sobre todo en un proceso de socialización que les muestra el éxito constante, y el deporte tiene esto: que te pega contra el fracaso y si querés seguir jugando te pega todos los días. Y hay que volver todos los días”.
Por eso, hay que inculcar que la zona de confort del deportista uruguayo es esa: la zona de no confort, porque no sobra nada y hay que esforzarse todos los días.
“Hay que enseñar que la zona de confort es la zona de no confort. Es un tema de personalidad, de convivencia con eso. A los chicos tratamos de hacerle entender que el tema no es explicarles lo que pasa, sino lo que hacemos con lo que pasa. Y usar herramientas de proyección de vida, porque están construyéndose en algo. A diferencia de un contador, por ejemplo, al que su profesión le compra su proyecto de vida, el deportista no es que juega a la pelota, le compra su proyecto de vida en su totalidad, es decir cómo se comportan, comen, duermen, entrenan y están en un proceso de frustración constante. Por eso su fortaleza mental debe ser mucho más dura, y hay que ir construyendo eso”.
Ahora: ¿cómo se hace entender esto hacia el afuera, que siempre pide resultados? Capalbo asegura que “intentamos que el mensaje salga para afuera”.

“Por eso nos paramos más que en una generación sino en los grupos intergeneracionales, en todo. Que los entrenadores que pasen por los procesos de selecciones sean la fuente de comunicación constante. El proceso es duro, no es fácil, porque para nosotros la pandemia ha sido totalmente negativa”, sumó.
“¿A qué vamos a Caracas? A intentar no solo sumar un resultado deportivo. Vamos a intentar ganar todo lo otro”, sentenció el entrenador del seleccionado U18.