Empresas y Derecho: Educación y oportunidades en el ámbito laboral

Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) concluye, en líneas generales, que “los enormes avances logrados en el aumento de los niveles de educación, especialmente entre las mujeres y las niñas, no se han traducido en las correspondientes mejoras en los resultados del mercado laboral”.
Para la especialista Valentina Stoevska, autora de este trabajo e integrante del Departamento de Estadísticas de la OIT, “sólo la mitad de los trabajadores de todo el mundo ocupan puestos de trabajo correspondientes a su nivel de formación”.

1. Desconexión

De acuerdo con el informe, “muchas personas trabajan en empleos que no se corresponden con su nivel de estudios. Al mismo tiempo, muchos empresarios afirman tener dificultades para encontrar trabajadores con las competencias que necesitan para ampliar su negocio e innovar con éxito. Este fenómeno señala una importante desconexión entre el mundo de la educación y el mundo del trabajo. A partir de los datos de las encuestas de población activa sobre el nivel de educación y las ocupaciones de todos los trabajadores empleados en más de 130 países, la OIT estima que sólo alrededor de la mitad de estos trabajadores ocupan puestos de trabajo correspondientes a su nivel de educación. El resto está sobreeducado o infraeducado para su trabajo”.

2. Educación

El documento expresa que “tanto la sobreeducación como la infraeducación se dan en todos los países, independientemente de su nivel de renta. Existen patrones diferentes para los distintos grupos de renta de los países. La infraeducación es más frecuente en los países de renta baja, mientras que la sobreeducación es más frecuente en los países de renta alta.

En los países de renta alta y media-alta, alrededor del 20% de todos los empleados están sobreeducados (es decir, tienen más educación de la requerida para sus trabajos); la proporción correspondiente para los países de renta media-baja es de alrededor del 12,5%, mientras que en los países de renta baja es inferior al 10%. Es probable que las tasas más altas de sobreeducación en los países de renta alta se deban a la composición de la mano de obra, que se caracteriza por un nivel de educación relativamente alto.

“Siempre existirá un cierto grado de sobreeducación porque algunos individuos aceptan trabajos por debajo de su nivel de educación, ya sea porque estos trabajos ofrecen ventajas específicas (como un trabajo menos exigente y estresante, una mejor conciliación de la vida laboral, una mejor protección social, tiempos de desplazamiento más cortos y una mayor responsabilidad social) o porque carecen de experiencia. Para algunos de estos trabajadores, la sobreeducación puede ser sólo una situación temporal. Sin embargo, cuando la sobreeducación se debe a distorsiones del mercado laboral en las que la oferta de trabajadores con un nivel de educación superior supera la demanda, suele ser un fenómeno a más largo plazo y suele requerir intervenciones políticas”.

3. Consecuencias

Según Stoevska, “tanto la sobreeducación como la infraeducación pueden tener consecuencias y costes negativos para los trabajadores, los empresarios y la sociedad en general. La sobreeducación puede dar lugar, por ejemplo, a salarios más bajos, menor satisfacción en el trabajo, pérdida de motivación, mayor índice de búsqueda en el trabajo, expectativas no cumplidas y menor rendimiento de la inversión en educación.

La infraeducación, por el contrario, puede tener un impacto negativo en la productividad, el crecimiento económico y la innovación. Además, muchos trabajadores infraeducados tienen dificultades para pasar de la economía informal a la formal debido a la falta de cualificaciones formales requeridas para trabajos en el sector formal que son similares a los que realizan de manera informal.

La infraeducación también puede impedir que los trabajadores pasen de las industrias mal pagadas a los empleos mejor remunerados del sector de los servicios, y que hagan frente a los cambios provocados por los avances tecnológicos, la automatización y la digitalización. Los trabajadores con escasa formación corren un mayor riesgo de perder su empleo, especialmente durante una crisis”.

4. COVID-19

Finalmente se advierte que, “aunque en la actualidad no se dispone de datos detallados relevantes, la pandemia de COVID-19 ha tenido probablemente un impacto en la tasa de desajuste educativo entre las mujeres, especialmente las de menor nivel educativo porque tienden a concentrarse en las industrias de servicios más afectadas por las restricciones relacionadas con la pandemia, como el comercio minorista y la hostelería, y porque es más probable que tengan que cuidar de los niños”.

Dr. Rodrigo Deleón
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