Piden decreto departamental con normas más severas para la cacería

Los integrantes de la bancada de ediles del Frente Amplio, Mabel De Agostini, Andrés Imperial, Julia Cánovas, Emerson Arbelo, Sebastián Martínez, Paola Ifrán, Felipe Silva, Patricia Lánchez, Dany Collazo, Nelly De Agostini, Gustavo Grampín, Leonor García y Juan A. Rodríguez, plantearon en una moción, a la que se dio entrada a comisión en la Junta Departamental, su rechazo a la norma aprobada por el Poder Ejecutivo respecto a la cacería nocturna, inquietud que fue trasladada para su estudio a la Comisión de Higiene y Medio Ambiente.
Piden asimismo que por decreto departamental se prohíba la cacería nocturna, se respeten los 3.000 metros de cacería a los centros poblados, se prohíba la cacería con perros y se tenga un mayor control desde el Ministerio del Interior sobre esta actividad.

Señalan que “se considera deporte cuando dos partes participan de una actividad sabiendo que existe una competencia. Entonces no podemos decir que la cacería es un deporte. Las especies exóticas que hoy son consideradas plagas fueron introducidas a nuestro país con la finalidad de la cacería; quienes provocaron el problema hoy se definen como la solución a la problemática. Es preocupante que como seres humanos pensantes y sintientes creamos que la muerte es la solución a un problema, cuando se están matando también seres sintientes”.
Destacan que “se permite en la nueva reglamentación usar armas de perdigones a una distancia de 1 km de centros poblados; el poco control y la nueva reglamentación nos expone a una problemática mayor, dado que los cazadores cada día apuestan más a rifles de alto calibre y exactitud a la hora de la caza”.

“Esto quiere decir que se corre el riesgo que cazadores usen armas cuyo proyectil puede alcanzar los 3.000 metros de distancia, quedando en evidencia la peligrosidad de que existan accidentes fatales. Estos son datos balísticos del Ministerio del Interior. La actividad humana ha ido desplazando los ecosistemas, al punto que Uruguay es uno de los países en América que más especies ha extinguido”, consideran. Consignan que “si la problemática es de importancia debemos buscar soluciones profundas, que intenten mejorar los ecosistemas que ya hemos destruido”. Piden asimismo que la solicitud sobre prohibición de la cacería nocturna, el respeto de los 3.000 metros de cacería a los centros poblados y la prohibición de la cacería con perros sea radicada en la Comisión de Higiene y Medio Ambiente para su tratamiento y seguimiento, lo que fue aprobado.