La Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP) entregará el 1º de julio, las recertificaciones obtenidas en jornadas de actualización a un total de catorce profesionales sanduceros, enmarcado en una experiencia inédita gestionada por la filial Paysandú de la especialidad médica.
“En 2017 creamos una filial de la Sociedad Uruguaya de Pediatría y de acuerdo a sus estatutos resolvimos nuestros representantes ante la directiva a nivel nacional. En Paysandú somos unos 40 pediatras asociados y desde entonces nos sumamos a ese desafío”, dijo su presidente, doctor Sergio Venturino.
La directiva de la filial se completa con la doctora Vanina Monasterio en la secretaría, doctora Claudia Venturino, tesorera y doctora Catalina Canziani, vocal.
“Comenzamos con el objetivo de destacar y defender la labor del pediatra desde el punto de vista asistencial y promover la formación con la educación médica continua. Tratamos de hacerlo en forma oficial, con la realización de jornadas, congresos y talleres para motivar a los colegas a la actualización”, precisó a EL TELEGRAFO.
Recordó que “lo que sucedía antes era que para llegar a un taller o un congreso, teníamos que ir solo a Montevideo. Era complicado que se hiciera por un tema lógico, y es que dejaríamos sin asistencia a la ciudad. Por eso en vez de ir, promovimos que vengan y se hagan en Paysandú”. Las actualizaciones “estaban a cargo de la Facultad de Medicina, ASSE o Comepa, pero faltaba el aporte de nuestra sociedad científica que tiene más de cien años de existencia en Uruguay y eso da otro aval”.
El comienzo
Venturino señaló que “se empieza a trabajar con el Colegio Médico del Uruguay, no solo en el fortalecimiento, sino también en la recertificación”. El especialista definió que la recertificación “promueve el mantenimiento de las competencias y actualizaciones de todos los médicos. Desde la Pediatría se tomó como un gran desafío y comenzó un camino en 2010 porque en Uruguay no había experiencias”.
La trayectoria de nivel internacional ayudó al recorrido. “Concurrimos a congreso y en base a la experiencia de los demás países, se empezaron a ver las formas de motivar a los colegas y que cada tanto tiempo –generalmente cada 5 años– se lograra una actualización”.
Reconoció que “todavía no se trabaja en renovar esas acreditaciones. Pero la ciencia evoluciona y registra avances exponenciales en tratamientos, diagnósticos de nuevas patologías y herramientas terapéuticas. Por lo tanto, antes que nada, tenemos esa obligación ética”.
En el año 2015, “se hace la primera prueba para trabajar en la recertificación y se enmarcaba dentro de los cien años de la SUP. En Paysandú éramos diez que presentamos nuestros currículos”.
Venturino aclaró que deben cumplirse con determinados requisitos para lograr las competencias necesarias y mantener la recertificación de los conocimientos, como por ejemplo contar con más de cinco años de recibido. “En todo el país fuimos 105 y eso motivó a continuar el trabajo a través de una secretaría de recertificación. De ahí en adelante, continuó la tarea sobre la manera de medir competencias de los colegas tanto en el primer nivel de atención, como en el segundo y en el tercer nivel”.
En 2020 surgió “un proceso más serio y trabajar no solo como sociedad científica, sino sumar al Colegio Médico, a la Federación de Prestadores Médicos del Interior (Fepremi), al Sindicato Médico y, en fin, a toda la institucionalidad necesaria que da la seriedad para la recertificación”.
pioneros
El médico destacó que “la importancia para nosotros es que los pediatras hemos tomado la posta y la SUP es la primera que impulsa este proyecto de trabajar en la recertificación”.
Un total de catorce especialistas la obtuvieron el año pasado en el Congreso Uruguayo de Pediatría. “Ese era el momento de la entrega pero por la pandemia, era complejo ir. Es así que nuestra filial planteó la posibilidad de que vengan a Paysandú y, por suerte, llegó ese momento. Será el 1º de julio, donde la directiva representada por su presidenta, Mónica Pujadas, y el vicepresidente, Walter Pérez, nos entregará las recertificaciones”.
La recertificación “tiene componentes similares a la Escuela de Graduados y el comité evaluador está integrado por referentes de la Pediatría y de la escuela. Por eso, esperamos que sea contagioso para el resto de las especialidades”.
Venturino subrayó que la pandemia fortaleció aspectos vinculados a la especialización. “La SUP se adaptó y formó una unidad de educación virtual, que tiene una plataforma web, donde los pediatras de todo el país podemos acceder a talleres y cursos en la Escuela de Graduados, acreditados por nuestra sociedad. Al aprobar esos cursos, se generan créditos que tienen que presentarse al momento de la evaluación y si llega a la cantidad necesaria, se logra la recertificación”.
A esto se suman las acreditaciones de los lugares de trabajo, “se analizan los casos clínicos reales ocurridos en el transcurso de los cinco años y, según eso, evalúan si el médico está recertificado”.
ético
El médico aclaró que este proceso “está dentro del Código de Ética Médica de Uruguay. Se trata de conservar los conocimientos y destrezas durante la actividad profesional. Es un principio ético y desde allí surge la Educación Médica Continua”.
Reconoció que “en Paysandú hay un camino recorrido porque desde la década de 1980 se forman médicos. Es un polo de desarrollo fundamental y desde hace tres años, se puede hacer toda la carrera en el Cenur Litoral Norte. Esa es otra fortaleza y son elementos que existen para que la recertificación sea una realidad”.