La pericia realizada por el médico forense Rogelio Blanc determinó que los huesos encontrados en el patio del CAIF Purificación 3 pertenecen a un animal, presumiblemente un caballo. Si bien desde un primer momento el personal policial que concurrió al lugar notó que por las proporciones y dimensiones de los restos no podrían pertenecer a una persona, igualmente fue cumplida la intervención del forense para certificar y dar mayor tranquilidad a las autoridades vinculadas al centro infantil.
Datos recabados por EL TELEGRAFO permitieron saber que próximo a las 10 de la víspera, la directora de Promoción Social de la Intendencia, Guadalupe Caballero, dio cuenta a la Policía que en el interior de un pozo negro ubicado en el terreno del CAIF habían encontrado restos óseos y que desconocían su naturaleza. Al tratarse de un tema sensible, sobre todo dados los últimos acontecimientos de la crónica roja en la ciudad, se pidió la intervención de la Policía. Los huesos estaban en un pozo séptico a unos tres metros de profundidad, por lo se requirió la asistencia de Bomberos. En tanto, se informó del hecho a la fiscal de Primer Turno, Carolina Martínez, quien ordenó se efectuara el relevamiento de Policía Científica y los restos fueran vistos por el forense, así como se recabara información a los vecinos. En primera instancia, el doctor Blanc se hizo presente para observar in situ, quien constató que se trataban de restos óseos de origen animal. Por su parte, una vez enterada de ello, la fiscal dispuso que Policía Científica se encargara de desecharlos.